ORIHUELA.- La Generalitat Valenciana ha anunciado que tiene previsto llevar a cabo 
un proyecto de reforma del palacio Marqués de Rafal de Orihuela para subsanar las "múltiples deficiencias" encontradas en el 
edificio y adecuarlo a la normativa vigente en materia de seguridad y 
prevención de riesgos, tras denunciar que lo han encontrado "en un 
pésimo estado".
   El proyecto de rehabilitación también incluirá
 las reformas necesarias en el interior del inmueble para adaptarlo a 
futuros usos administrativos y de oficinas, entre otros, y a la 
normativa urbanística municipal vigente, según ha indicado la 
Generalitat en un comunicado.
   El palacio Marqués de Rafal, de 
Orihuela, fue adquirido en junio de 2022 por 2.350.000 euros por el 
anterior Consell de la Generalitat y allí se estableció la sede de 
Presidencia y las oficinas del Plan Vega Renhace.
   La 
Generalitat ha avanzado que va a elaborar "de forma inmediata" un 
informe del estado de conservación del inmueble, tras comprobar su 
"estado de abandono y la falta de mantenimiento y de medidas de 
accesibilidad".
   En este sentido, ha apuntado que un informe 
realizado tras las primeras inspecciones revela que el edificio ha 
tenido "constantes fugas de agua con afección en el sistema de alarma y 
que no reúne las mínimas condiciones de seguridad para estar abierto al 
público". 
Además, ha añadido que las instalaciones de electricidad, 
protección contra incendios y climatización son "inexistentes u 
obsoletas".
   Igualmente, ha señalado que de las primeras 
inspecciones también se desprende que el equipamiento de alumbrado, 
ventilación y telecomunicaciones es "deficiente".
 El informe establece 
que el "extenso listado de irregularidades encontradas desaconseja que 
el palacio pueda tener un uso administrativo", con actividad de 
despachos y oficinas, sin las correspondientes reformas "en 
profundidad".
   La Generalitat ha expresado que las 
instalaciones actuales son acordes al uso original del edificio, como 
antigua vivienda, y ha precisado que la mayor parte del inmueble se 
encuentra en su estado original del siglo XVIII, reformado a comienzos 
del siglo XX.    
   A este respecto, ha afirmado que el palacio 
cuenta con la autorización para uso como vivienda, no para oficinas y 
administrativo. Así, para solicitar el cambio de uso "será necesario 
realizar un proyecto técnico que incluya todas las intervenciones 
necesarias y la solución de las múltiples irregularidades".
   
Esta tendrá que incluir la accesibilidad, protección contra incendios, 
señalética y habitabilidad, entre otros requisitos; y previo a todo ello
 informes de seguridad estructural, estudio de patologías y diagnóstico 
de la seguridad del edificio. Para ello será necesario solicitar las 
correspondientes licencias de obras y actividad, según ha indicado.
   La delegada del Consell en Alicante, Agustina Esteve, ha tachado de 
una "absoluta irresponsabilidad" que el Consell del Botànic abriera el 
edificio "en esas condiciones y sin los permisos y autorizaciones 
necesarias".
   "¿Cómo es posible que Ximo Puig instalara allí la
 sede de Presidencia y unas oficinas en la primera planta sin ascensor y
 sin las correspondientes licencias y ni estar garantizada la seguridad 
de los trabajadores?", se ha preguntado Esteve, al tiempo que ha 
alertado de que se trataba de un edificio público que no estaba 
adaptado.
   Asimismo, ha criticado el hecho "gravísimo" de que 
el edificio se abriera al público, con visitas de familias, "con el 
consiguiente riesgo para su seguridad".
"El palacio Marques de Rafal no reunía las mínimas condiciones para estar abierto.
Por su interior pasaron familias con niños sin conocer que el inmueble carecía de medidas de seguridad y que tenía importantes deficiencias", ha lamentado.

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