viernes, 24 de mayo de 2024

Prueba de contradicción / Guillermo Herrera *


Vivimos en un mundo que se está reduciendo al absurdo para provocar una reacción contraria. La sociedad actual está experimentando un proceso de reducción al absurdo debido a la multiplicación de comportamientos distópicos que tarde o temprano se ponen en evidencia por sí mismos, y esto podría conducir a un regreso al sentido común. 

Esto es como un círculo vicioso una situación repetitiva y problemática en la que se encuentra atrapado un sistema, donde cada acción alimenta y perpetúa el problema.

Muchas tendencias, comportamientos y decisiones contemporáneas parecen ilógicas, irracionales o contraproducentes. Esta percepción puede surgir de varios factores, como la polarización política, la desinformación, la cultura de la cancelación y la superficialidad en el discurso público, entre otros. 

La división creciente entre diferentes grupos políticos puede llevar a un ambiente donde es casi imposible el diálogo y el compromiso en políticas esenciales debido a la intensa rivalidad partidista. Además, la práctica de ‘cancelar’ a personas o entidades por opiniones o acciones polémicas puede limitar la libertad de expresión y promover la censura en una cultura de la cancelación sin oportunidad de redención.

Además, la superficialidad en el discurso público conduce a la simplificación excesiva de temas complejos y a la prevalencia de lemas y frases virales sobre el análisis profundo en memes y tuits en lugar de debates informados y matizados. Refleja un aumento de la polarización, la desigualdad, la intolerancia o la falta de racionalidad en la toma de decisiones a nivel social. 

Por otro lado, el consumismo y la superficialidad cultural conduce a la priorización de lo superficial y material sobre valores más profundos y significativos a consecuencia de la obsesión por la fama y la riqueza como objetivos de vida predominantes, eclipsando valores como la empatía, la integridad y el conocimiento.

DEFINICIÓN

La reducción al absurdo, también conocida como prueba por contradicción o argumento ad absurdum, es un método de demostración lógica utilizado para probar la veracidad de una proposición mediante la demostración de que su negación conduce a una contradicción o a un resultado absurdo.

La reducción al absurdo es un método lógico utilizado en filosofía para demostrar la validez de una proposición al mostrar que su negación conduce a una contradicción o a una conclusión absurda. En resumen, la reducción al absurdo es un método demostrativo ampliamente utilizado en filosofía para establecer la validez de proposiciones al reducir su negación al absurdo, mostrando así su necesaria verdad dentro del sistema filosófico.

La reducción al absurdo también se utiliza en política como una técnica argumentativa para desacreditar a una oposición política mostrando que, si se siguiera hasta sus últimas consecuencias, llevaría a resultados indeseables. Este método se puede aplicar tanto en debates políticos como en el análisis de políticas públicas.

 En un sentido más amplio, la reducción al absurdo se podría aplicar a la crítica de posiciones políticas que, al ser llevadas hasta sus últimas consecuencias lógicas, muestran sus limitaciones o contradicciones internas. Esto puede ocurrir cuando se invierten los papeles y un partido político adopta argumentos que antes criticaba en otro.

https://es.wikipedia.org/wiki/Reductio_ad_absurdum

DEMENCIA POLÍTICA

La expresión "demencia política" describe comportamientos, decisiones o posturas de individuos o grupos en el ámbito político que se perciben como irracionales, extremas o perjudiciales. Este término no se refiere a una condición psiquiátrica, sino que es más bien una crítica hacia acciones políticas que se consideran imprudentes, irresponsables o fuera de la lógica común.

Cuando un político o un gobierno toma decisiones que parecen completamente desconectadas de la realidad o peligrosas para la estabilidad de una nación, se puede hablar de "demencia política". Por ejemplo, se podrían calificar de esta manera políticas económicas que llevan al colapso financiero de un país. 

La falta de diálogo y la imposibilidad de trabajar juntos por el bien común son síntomas de esta situación. La polarización extrema y la incapacidad para llegar a acuerdos básicos, se pueden calificar de "demencia política".

Respecto a los comportamientos autocráticos, los líderes que adoptan decisiones dictatoriales, que restringen libertades civiles, y que manipulan las instituciones democráticas para mantenerse en el poder, también se puede acusar de "demencia política"

Estos comportamientos incluyen a menudo promesas irrealizables y el fomento de divisiones sociales. Políticos que utilizan discursos populistas y demagógicos para ganar apoyo, sin importar las consecuencias a largo plazo, se pueden ver bajo una "demencia política".

LA LEY DEL PÉNDULO

La "Ley del Péndulo Político" describe la naturaleza cíclica de la política, donde los cambios en el poder tienden a alternar entre extremos opuestos a lo largo del tiempo. Este fenómeno sugiere que después de periodos de dominio político de un cierto partido, ideología o enfoque, la opinión pública y el poder político cambian al final hacia el extremo opuesto.

Este ciclo de oscilación actúa como un mecanismo de equilibrio en la democracia, permitiendo que diferentes visiones y enfoques tengan su oportunidad en el poder. La idea es que la política y las preferencias del electorado tienden a moverse en ciclos.

 Por ejemplo, después de un periodo de gobierno conservador, es probable que la opinión pública se incline hacia políticas más liberales, y viceversa. Este fenómeno se atribuye a la reacción natural de la sociedad hacia los excesos o problemas que surgieron durante el periodo de dominio político anterior.

 Por ejemplo, un gobierno demasiado intervencionista puede llevar a un cambio más liberal.

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