VALENCIA.- La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha iniciado el año
hidrológico 2024-2025 con un nivel de agua almacenada en los embalses
que gestiona que se sitúa por encima del 41 por ciento, con alrededor de
1.018 hm3, una cifra inferior a la del pasado año, cuando acumulaban
1.218 hm3 a fecha 1 de octubre.
Este descenso en las reservas
está provocado por la escasez de precipitaciones registrada durante los
dos últimos años y el incremento de la temperatura que ha aumentado el
consumo en el riego, según ha expuesto el órgano gestor en un
comunicado.
Con todo, desde la Confederación han recalcado que
el suministro para el abastecimiento urbano está "garantizado", aunque
prevén que las restricciones para el regadío continúen en la mayoría de
los sistemas de la Demarcación Hidrográfica del Júcar.
Al
respecto, el director técnico de la CHJ, Manuel Torán, ha calificado de
"extremadamente seco" el año hidrológico 2023-2024, que llegó a su final
el 31 de septiembre.
Según los datos facilitados por el Sistema
Automático de Información Hidrológica (SAIH), la precipitación media
acumulada de la demarcación se ha situado en un valor cercano a los 328
litros por metro cuadrado, cuando la media de la serie histórica refleja
una cifra mayor de 444.
"Hablamos de un año extremadamente
seco porque, revisando los datos de la serie histórica de los últimos 30
años, el pasado año hidrológico ha sido el quinto en el que menos ha
llovido", ha apuntado.
A la falta de precipitaciones, además,
se añaden las altas temperaturas registradas durante todo el año, un
fenómeno meteorológico que ha "acentuado" la pérdida de agua almacenada y
ha incrementado el gasto hídrico.
"El calor ha aumentado el
consumo de muchos nuestros usuarios, que se han visto obligados a regar
en épocas en las que antes no lo tenían que hacer, y eso también nos ha
dificultado las cosas a nivel de gestión", ha indicado el director
técnico.
Respecto a las
precipitaciones, ha detallado que, como "suele ser habitual" en la
demarcación, han sido "irregulares", con meses "más húmedos de lo
normal", como junio y marzo, y periodos "muy secos", como el primer
trimestre del año hidrológico 2023-2024. De hecho, ha resaltado que
episodios de lluvia como los de septiembre han permitido "mejorar las
cifras" en cuanto a precipitación media acumulada, pero ha advertido de
que el problema de escasez "no se ha resuelto".
"Llueve
durante tres o cuatro días y tendemos a pensar que la sequía ya ha
terminado, pero no es así, porque nos hace falta que llueva mucho más.
Al final, las precipitaciones del mes de septiembre se han traducido en
una ganancia en nuestros embalses de alrededor de 5 o 6 hm3", ha
expresado.
Así, ha incidido en que, pese a que los embalses
gestionados por el organismo se sitúan por encima del 41% y de las
medias de los últimos 20 y 30 años, solo el sistema Júcar se sitúa
actualmente en valores de "normalidad".
Respecto al resto de sistemas, según los indicadores del último
Informe de Seguimiento de Sequía correspondiente al mes de agosto, Turia
está en prealerta; Mijares-Plana de Castellón, Vinalopó-Alacantí y
Serpis, en alerta; mientras que la Marina Alta, Marina Baja,
Palancia-Los Valles y Cenia-Maestrazgo, en emergencia.
"Las
diferencias son grandes y el volumen de embalse está repartido de manera
muy irregular", ha comentado el director técnico de la CHJ. La zona del
norte de la demarcación, con Cenia-Maestrazgo a menos del 1%,
Mijares-Plana de Castellón y Palancia-Los Valles con valores cercanos al
33 y al 15% de capacidad, respectivamente, es la más afectada por las
consecuencias de la sequía; pero también la zona del sur, con valores
que rondan el 12% en la Marina Baja.
Al mismo tiempo, el
sistema Turia también se encuentra en niveles "más bajos de lo
habitual", con 93 hm3 almacenados por los 181 del pasado año, y solo el
embalse del Arquillo, en Teruel, tiene más agua embalsada en comparación
con años anteriores.
Por el contrario, el sistema Júcar
resiste en niveles de normalidad gracias a las elevadas precipitaciones
registradas en su cabecera durante el pasado año hidrológico, que han
dejado grandes acumulados en la provincia de Cuenca, como los 1.066 l/m2
en Uña, 924 en la Laguna del Marquesado u 871 en Beamud. Unas lluvias
que permiten comenzar el año hidrológico con 626 hm3 en el embalse de
Alarcón y 163 en Contreras.
Con
el objetivo de analizar todos estos datos de cara a la próxima campaña
de riegos, la Confederación celebrará durante la segunda quincena de
este mes las sesiones de la comisión de desembalse de otoño y analizará
junto a los usuarios la disponibilidad del recurso de cara al año
hidrológico que acaba de comenzar.
"En muchos de nuestros
sistemas de explotación ya tenemos restricciones y, en el caso de que
continúe sin llover, tendremos que seguir con ellas", ha avanzado Torán,
que ha precisado que, para "evitar perjuicios" sobre los usuarios, el
organismo trabaja en la búsqueda de "fórmulas alternativas" que permitan
resolver el problema de escasez que sufre la mayoría de los embalses de
la demarcación.
"Estamos perforando algún pozo, como en la
zona del Cenia-Maestrazgo, pero los recursos alternativos que son
realmente importantes son los que implican la reutilización de las aguas
residuales depuradas regeneradas y por eso debemos seguir en esta
línea", ha concretado.
Respecto al suministro urbano, el
director técnico ha subrayado que, salvo "excepciones puntuales" en
aquellas zonas en las que el abastecimiento depende de recursos
subterráneos, constituye "una prioridad" y que, por tanto, está
"totalmente garantizado".
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