VALENCIA.- La alicantina María Blasco ha abandonado su puesto como directora científica del CNIO este martes tras su cese el pasado mes de enero; sin embargo, seguirá trabajando en el centro como jefa de grupo de Telómeros y Telomerasa, cargo que ya ocupaba antes de ser nombrada directora en junio 2011.
Así lo ha podido conocer The Objective por fuentes del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, que indican a este medio que María Blasco asumirá su nuevo cometido este mismo miércoles.
De la página web del CNIO se desprende que la exdirectora lidera un equipo de 16 personas: tres investigadores científicos, cinco becarios postdoctorales, cinco becarios pre-doctorales y tres técnicos de laboratorio.
En 2003, María Blasco se unió al centro asumiendo el liderazgo del grupo de telómeros y telomerasa y dirigiendo el programa de Oncología Molecular (este último es dirigido desde 2015 por Óscar Fernández-Capetillo, también vicedirector del instituto oncológico).
El patronato del CNIO, por unanimidad, decidió cesar a María Blasco de su puesto como directora científica el pasado 29 de enero tras salir a la luz su polémico programa de arte con viajes alrededor del mundo y una serie de publicaciones relacionadas con sobresueldos presuntamente indebidos, un contrato irregular y denuncias por abuso de poder.
Sin embargo, como contó este medio, Blasco se atrincheró en su puesto de directiva hasta este pasado martes, acogiéndose a una disposición del ámbito laboral que no aplica a altos cargos. De esta forma, la ya exdirectiva ha seguido haciendo uso de su despacho, ocupando la plaza de garaje reservada para la dirección científica e incluso dando indicaciones al departamento de comunicación para que enviase internamente «las informaciones que le conviene» hasta el día de ayer.
Ahora, la investigadora, sale del despacho, pero no del centro, instalándose en el laboratorio dedicado a la investigación de telómeros (la parte final de los cromosomas que actúa protegiéndolos), y telomerasa (la enzima que permite el alargamiento de estas unidades), su campo de especialidad y área en la que es referente mundial. La telomerasa es una enzima presente en más del 95% de todos los tipos de cánceres humanos y ausente en las células normales del organismo.
Los telómeros, complejos de nucleoproteínas situados en los extremos de los cromosomas, son esenciales para la protección cromosómica y la estabilidad genómica. Los telómeros se acortan progresivamente con el envejecimiento del organismo, lo que conduce al envejecimiento. Si los telómeros se alteran, las células madre adultas tienen una capacidad regenerativa mutilada.
Según se desprende de la web del CNIO, la investigación de este grupo que lidera María Blasco se centra en la reprogramación nuclear de células diferenciadas a células iPS, en el uso de modelos de ratón para validar los telómeros y la telomerasa como dianas terapéuticas para el cáncer y las enfermedades relacionadas con la edad, en la interacción entre los telómeros y las vías de reparación del ADN, en la regulación de los ARN teloméricos no codificantes (TERRA) y en la búsqueda terapias génicas de la telomerasa en síndromes teloméricos y enfermedades relacionadas con la edad.
Blasco creó en noviembre de 2020 la empresa Telomere Therapeutics con el propósito de crear una terapia génica a partir de la telomerasa para tratar la fibrosis pulmonar ideopática (FPI), una enfermedad con muy mal pronóstico y una alta tasa de mortalidad, estimada en <5 años después del diagnóstico.
Como contó The Objective en exclusiva, esta firma, de la que Blasco tiene un 10%, ha recibido más de tres millones de euros en ayudas en apenas dos años por parte del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Se trata de préstamos –dinero que tiene que devolver– y subvenciones que ha percibido la compañía desde 2022 a 2024, según se desprende del Sistema Nacional de Publicidad de Subvenciones y Ayudas Públicas.
María Blasco también es fundadora de la empresa de biotecnología Life Length, junto con la Fundación Marcelino Botín y la consultora Matlin Associates. Life Length, creada en septiembre de 2010, es una empresa encargada de explotar comercialmente, bajo licencia cedida por el CNIO, una tecnología que permite conocer la longitud de los telómeros y la previsión de división celular y, por tanto, la esperanza de vida individual.
Según fuentes internas del CNIO, María Blasco «utilizó durante muchos
años recursos del centro, incluyendo las instalaciones y el personal,
para que Life Length funcionase». Por otro lado, señalan que una
investigadora del grupo de Blasco «está completamente dedicada a las
actividades de Telomere Therapeutics».
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