ALICANTE.- El monasterio alicantino, este año designado templo jubilar por el obispo Ignacio Munilla, ha acogido esta tarde de lunes y 17 de marzo, la celebración solemne de la Santa Faz interna en la fecha del 536º aniversario del Milagro de la Lágrima en este mismo lugar, luego destino de peregrinación, en 1489.
Oficiada la regia ceremonia por diez sacerdotes llegados en procesión fraterna junto al obispo emérito, monseñor Jesús Murgui, al que acompañaron luego en el altar mayor para celebrar la Santa Misa, entre otros oficiantes, el capellán-rector del templo y canónigo de la Concatedral, Miguel Ángel Cremades, como anfitrión de la ceremonia; el vicario general de la Diócesis de Orihuela-Alicante, Bienvenido Moreno, y el deán-presidente del Colegio de Canónigos en San Nicolás, Ramón Egío, miembro destacado del Patronato del Monasterio.
La festividad histórica de la Santa Faz hasta 1751 se conmemoraba cada 17 de marzo cuando el III Sínodo de Orihuela decidió en 1663 trasladarla al segundo jueves de Pascual Florida y dejar la fecha tradicional como interna de la Curia frente a la exterior y más popular conocida como La Peregrina, ya desde 1752.
Sin embargo, el Año Jubilar Perpetuo de la Santa Faz tiene lugar cuando el 17 de marzo coincide con un domingo de Cuaresma.
El primer santuario en honor de la Santa Faz Divina se erigió en 1490 y duró hasta 1748 para en 1766 erigirse un segundo y más definitivo.
Aparte del primer milagro de 1489 tras rogativas para acabar con la sequía pertinaz, en 1648 la Santa Faz también atemperó una epidemia de peste y en 1804 otra de fiebre amarilla, ambas desatadas en la ciudad y toda la Huerta de Alicante, con centenares de fallecidos en ambos casos.
En su cuidada y preparada homilía, monseñor Murgui ha destacado el papel esencial de la mujer Verónica al enjugar el rostro de Jesús en su camino con la Cruz hacia el Calvario por su atrevimiento frente a los soldados romanos que lo conducían preso, en alegoría a una Fé con obras y no meramente pasiva como las de otras mujeres plañideras apostadas en la ruta.
Otra alusión del prelado emérito ha sido para el Año Jubilar de la Esperanza en estos tiempos tan convulsos e inciertos y recordar que el Monasterio de la Santa Faz era uno de los templos de la Diócesis designados para lograr las indulgencias plenarias en 2025.
Al finalizar la celebración, el capellán-rector del Monasterio ha agradecido la asistencia del obispo emérito con un obsequio que reproducía fielmente el Santo Lienzo del rostro de Jesucristo.
Durante las dos horas que ha durado la celebración del 17 de marzo, el coro de las monjas canónigas regulares lateranenses de San Agustín, que residen y custodian el lugar, han interpretado desde la Clausura varias piezas de música sacra, que han añadido mayor valor a la conmemoración histórica ante un templo repleto de fieles que han acudido mayormente de toda la comarca y ya por tradición, en especial de Alicante, San Juan, Jijona, Campello y Muchamiel.
Tras una Peregrina, también interna para rodear el altar mayor, todos los asistentes se han arrodillado ante la Santa Faz, alojada en su camarin, para agradecer y/o solicitar gracias de la santa Reliquia, por ser a la que mayor devoción profesan los alicantinos de toda la provincia.
En agradecimiento, las monjas custodias han ofrecido posteriormente un sencillo ágape de elaboración propia a todos los asistentes, tras gozar con este 17 de marzo y concluir en un acto de fraternidad cristiana cuaresmal.- F.P.







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