VALENCIA.- El Colegio de Veterinarios de Castellón (COVCS), el de Valencia (ICOVV) y el de Alicante han convocado este domingo nuevos 'paseos reivindicativos' por las calles de las tres capitales de provincia para mostrar su oposición a la «restrictiva» regulación del medicamento veterinario.
Las protestas, que se han desarrollado simultáneamente y que en su conjunto han logrado reunir a alrededor de un millar de personas, también han tenido eco nacional, pues en este fin de semana se han convocado más protestas en 40 provincias españolas, según han indicado en un comunicado conjunto.
En esta ocasión, las marchas se han hecho «especialmente extensibles» a los titulares de los animales, no sólo domésticos sino también a los propios ganaderos, dos colectivos «igualmente concernidos» por la aplicación de la «restrictiva» normativa del medicamento en general y del «polémico» RD 666/2023 en particular.
Esta será la tercera protesta que se realiza en Castellón y Alicante y la cuarta en el caso de Valencia. El colectivo acumula nueve movilizaciones a escala nacional, aunque «hasta el momento, no se ha rectificado nada de lo sustancial».
Así lo ha lamentado la presidenta del Consell Valencià de Col·legis Veterinaris (CVCV), Inmaculada Ibor, quien ha subrayado que «no es sólo un problema para los veterinarios, es un conflicto que afecta al bienestar y a la salud de todos animales con importantes ramificaciones para la salud pública de las personas».
Las manifestaciones han arrancado entre las 10.00 y las 11.00 horas desde distintos puntos del centro de cada una de las tres ciudades y han concluido con una concentración en torno a las 12.00 horas, en la que se ha leído un manifiesto.
Durante las protestas, los veterinarios y los titulares de perros o gatos han coreado eslóganes como «Sin medicamentos, vendrán los lamentos», «Muerto el perro, solo nos queda rabia», «Por salvar vidas, sanciones abusivas» o «Si no puedo prescribir, tu mascota va a morir».
Más allá de las razones jurídicas o de carácter más técnico --que han sido trasladadas reteradamente a los ministerios competentes, el de Agricultura, Sanidad y Hacienda--, esta convocatoria quiere centrar los esfuerzos en «involucrar a quienes directamente también se ven damnificados por estas normativas».
Según el CVCV, entre las consecuencias que provoca el RD 666/2023 y la regulación previa del medicamento veterinario está «la imposibilidad de que tratamientos idóneos puedan ser prescritos», ya que obliga a recetar determinados fármacos, que «no son los más idóneos», para ciertas enfermedades, lo que «dificulta su correcto tratamiento».
Los profesionales también han criticado la «imposibilidad de aplicar la ciencia y la evidencia en la prescripción» porque, a su parecer, la norma «complica» que los veterinarios prescriban los fármacos conforme a su criterio clínico y/o lo que indica la ciencia.
«Obligan a estos profesionales a ajustarse a las fichas técnicas de los productos, aunque la mayoría de ellas estén desactualizadas y/o obsoletas», han lamentado.
Otra de las críticas es «el mayor riesgo para la salud de los animales y la salud pública», aspecto al que han señalado que se enfrenta la población por «no poder tratar adecuadamente enfermedades animales, pues algunas de estas pueden transmitirse a las personas».
Además, han censurado que «el veterinario está obligado a seguir un sistema rígido en el uso de los fármacos, por lo que se dificulta un rápido acceso de los pacientes a los tratamientos más adecuados».
A ello se suma que «los tratamientos son más caros y con más desperdicio» porque la normativa obliga a prescribir «envases inapropiados, que encarecen los tratamientos y generan excedentes peligrosos», han incidido.
Por último, los veterinarios han lamentado que llevar a un animal al veterinario tiene un IVA al tipo máximo (21%), «como si fuera un artículo de lujo». «Pero la salud de los animales no debiera serlo y otros servicios esenciales sanitarios sí tienen un tipo reducido», han manifestado.
Las movilizaciones contra la regulación del medicamento veterinario y en favor de la rebaja del IVA a sus servicios se iniciaron en Barcelona el 5 de febrero con una manifestación que reunió a un millar de estos profesionales.
Continuaron el 11 de febrero con un paro de centros veterinarios, que tuvo «especial incidencia» en la Comunitat pero que también se llevó a cabo en la mayor parte del país. El 21 de ese mes, fueron las calles de València las que acogieron una nueva manifestación, en la que participaron veterinarios llegados de las tres provincias.
Poco después, el 23 de febrero la protesta se trasladó a La Coruña. El día 28, una nueva concentración se produjo en Ifema (Feria de Madrid), que aprovechó la celebración del certamen Iberzoo-Propet. Fue la antesala de la gran manifestación celebrada el 5 de marzo frente a la sede del Ministerio de Agricultura (MAPA), que reunió a 5.000 veterinarios, titulares de animales, representantes de protectoras y apoyo de otros ciudadanos.
El 26 de abril se repitieron los paros en los centros veterinarios de todo el país y, de 10.00 a 12.00 horas, se produjeron concentraciones frente a las sedes de delegaciones y subdelegaciones de Gobierno de las 52 provincias, también en la de Alicante.
Finalmente, el 7 de mayo, frente al Congreso, se repitió la escena y multitud de veterinarios y simpatizantes con esta causa expresaron su «malestar» contra el referido RD.
Mientras tanto, en el Senado se aprobaba una propuesta alineada con tales reivindicaciones, que instaba al Gobierno a reformar la «restrictiva» regulación tras abrir un proceso de diálogo con los veterinarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario