BENIDORM.- Unas mil personas asistieron este mediodia a las honras fúnebres del ex alcalde falangista e Hijo Predilecto de Benidorm, Pedro Zaragoza Orts, celebradas en la Iglesia Parroquial de San Jaime y Santa Ana, después de acompañar el féretro por la vieja alameda que lleva su nombre en el casco antiguo de la ciudad.
Previamente a la ceremonia celebrada en la la Iglesia de San Jaime y Santa Ana, el alcalde de la ciudad le impuso la Medalla de Oro de la Ciudad, en el curso de un breve acto que tuvo lugar en la capilla ardiente que durante un día permaneció abierta al público en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Benidorm.
Luego, sobre las 11,30 horas, cientos de vecinos de Benidorm y bastantes turistas europeos de clase media despidieron definitivamente al que fue su alcalde, junto con la Unión Musical de la localidad, que interpretó diversas marchas fúnebres religiosas y el himno nacional de España en el momento preciso de la Eucaristía, en una misa concelebrada de "corpore in sepulto".
Al bajar el féretro del coche fúnebre, varios falangistas locales dieron los gritos de rigor, ¡Pedro Zaragoza, presente!, en su formación política. El jefe provincial de Alicante, Luis Soler Díaz, ostentó la representación del actual jefe nacional de la Falange, Diego Márquez Horrillo.
Después, a la entrada de la iglesia, el féretro, portado por sus hijos varones y nietos desde la capilla ardiente en el Ayuntamiento seguido de multitud de coronas y ramos de flores, fue recibido entre aplausos y una ovación cerrada a la entrada del templo y presentado en su capilla a la Virgen del Sufragio, patrona y alcaldesa perpetua de Benidorm antes de ser colocado ante el altar mayor para presidir una misa cantada.
La liturgia funeral fue celebrada por el vicario episcopal Juan Agost, enviado expresamente por el obispo, y concelebrada por sacerdotes de Benidorm y localidades cercanas, e incluso de Alicante, como el párroco de Santa María, Antonio Vivo.
Durante las exequias, el sacerdote adscrito a la Parroquia de San Jaime y Santa Ana, Juan Rodríguez, glosó la figura de Pedro Zaragoza y lo ensalzó como "ser humano, como cristiano" y como una persona "dedicada por su pueblo". Rodríguez destacó "el gran luchador que era el ex alcalde, su exigencia personal para conseguir lo mejor para todos y el amor por su tierra".
También se leyó por el párroco una carta de monseñor Rafael Palmero, obispo de Orihuela-Alicante, dirigida a los deudos del finado.
Por su parte, el hijo del ex acalde, Francisco Zaragoza, agradeció el "cariño" recibido de todos los vecinos de Benidorm, así como de la provincia de Alicante y de otros lugares de España, ya que al funeral asistieron personas de Madrid, Zaragoza, Galicia, Asturias.
Francisco Zaragoza, quien recordó "la figura humana de su padre y su esfuerzo para que siempre, aprendiesen a perdonar", añadió también que le gustaría "tener la mitad del corazón que ha tenido él, en el sentido de darse a los demás sin pedir nada a cambio".
De esta forma, el hijo de Pedro Zaragoza apuntó también que "a nosotros --refiriéndose a los hijos del propio Pedro Zaragoza-- nos ha enseñado a querer a los demás sin importarnos el daño que nos pudieran haber hecho".
Francisco Zaragoza, recordó además "el espíritu luchador" que el alcalde que impulsó el turismo en Benidorm "mantuvo hasta el final" ya que cuando ingresó en el hospital "desde el viernes al domingo no paró de hacer bromas, de meterse con las enfermeras, con los enfermeros, con la gente que venía a verle, hasta el último aliento estuvo luchando".
Francisco Zaragoza resaltó que su padre se significó por "querer a todo el mundo". Finalmente, indicó que ahora "estará tomándose una copita de vino con sus amigos en el Cielo".
Entre los asistentes, se encontraban el senador del PP, Miguel Barceló; el ex presidente de las Cortes Valencianas, Julio de España; el presidente de la Cámara de Comercio, Antonio Fernández Valenzuela; el ex alcalde de Alicante, Fernando Flores; el ex diputado José Cholbi o el Dr. Pedro Orts.
Al funeral asistieron también los miembros de la Corporación, de los dos grupos municipales, alcaldes de diferentes localidades alicantinas como el de Finestrat, Honorato Algado, o el de Callosa, Batiste Saval; ex alcaldes de Benidorm y numerosos representantes de la sociedad civil benidormense y de sus asociaciones.
Tras finalizar el funeral, el alcalde de Benidorm, Manuel Pérez Fenoll, destacó "la impresionante respuesta" del pueblo de Benidorm para dar su último adiós a Pedro Zaragoza. Pérez Fenoll indicó también que Pedro Zaragoza "es un alcalde al que le debemos muchísimo y que fue marcando ese camino que ha hecho que Benidorm sea lo que es y eso se lo reconoce todo el mundo".
Ya en el cementerio de Almafrá, y ante la presencia de familiares, algunos falangistas y bastantes amigos, se prendió una traca justo en el momento en que los restos mortales de este alcalde, amortajado con su indumentaria falangista y honrado con las cinco rosas rojas de la Falange dentro de su féretro, era introducido en un nicho del panteón de la familia Zaragoza-Ivars.
Pedro Zaragoza estaba casado con María Ivars y tenía cuatro hijos, fue alcalde de Benidorm desde 1950 a 1967 y entre sus logros se encuentra la redacción de uno de los primeros planes generales de ordenación urbana en España y el primero que abarcó todo un término municipal.
En los años 50 reguló que nadie pudiese ofender a las jóvenes que paseaban en bikini. Su impulso a la modernización de la ciudad motivó las críticas de la Iglesia Católica y propició que el alcalde viajase a Madrid para pedir el amparo de Franco ante la presión eclesiástica del arzobispo de Valencia, Marcelino Olaechea, objetivo que finalmente no consiguió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario