martes, 17 de junio de 2008

Los huevos al sol y sin orejas / Currito de la Vega - (2ª de la Feria de San Juan y San Pedro)

ALICANTE- 2ª Corrida de la Feria de San Juan y San Pedro.- Un cuarto escaso de entrada.- Toros de José Luis Marca, flojos y con peligro. El primero se partió un cuerno en la carrera de salida y el sobrero, otro en chiqueros. Doblaban al simple contacto con el acero.- Temperatura por debajo de los 25º y el viento hizo una muy breve aparición durante el primero. El público del día poco exigente con unos diestros muy dispares en sus respectivas faenas. Tarde tediosa e intrascendente en este 120 aniversario del coso alicantino. No se cortó ni una sola oreja ni hubo vueltas al ruedo. La gente hablaba de fútbol y el mejor lote era el que se daba una pareja en la andanada del 1 para combatir el tedio que provocaba la arena.

Quizás lo más entretenido de una corrida bastante aburrida haya sido el penoso espectáculo brindado por el toro de nombre "Portugués" y 494 kilos. Era el primero y se partió el cuerno derecho contra la barrera del 1 nada más salir. Salió con fuerza pero tras el accidente no quería volver al toril.

Más de media docena de veces entraron los mansos y el toro, desorientado y desangrándose en un pastiche de masa pestilente, prefirió poner los huevos al sol durante casi media hora ante la desesperación de la empresa y la paciencia del respetable. "Portugués" se aclimató en los medios, escarbando, y ya no embestía ni a los trapos de un subalterno, que lo intentó todo. Tuvo que correr el turno de la lidia ante un sobrero también inválido.

Después de esta inesperada charlotada, en su primero, "Melocotón", 514 kilos, el valenciano Vicente Barrera, logró algunos pases de pecho pero ante un toro con tan pocas posibilidades, quien venía como figura de la tarde, acortó la faena a un toro protestado por el público. Tras una vara y dos pares de banderillas, mató de media estocada trasera.

En su segundo, un sobrero de 514 kilos, de nombre "Loberito" y algo más de trapío hasta tener que pararlo, tuvo algo más de suerte. Pero recibió pitos porque no estuvo a la altura de su trayectoria. Vino a Alicante a cubrir el expediente sabiendo lo que se iba a encontrar. Tras una vara y dos pares de banderillas, recibió aplausos cuando de una estocada tendida y ladeada hizo rodar a la res a la primera.

El madrileño César Jiménez, algo envarado al salir al ruedo, logró una discreta tanda de pases en el centro cuando "Zarito", su primero, de 506 kilos, colorado, aún no se había volteado. Luego, haciéndose y con cierto estilo, enebró varias tandas de pases, despacio y muy toreros. Se arrimó para levantar unos ánimos todavía muy caídos. Una vara y dos pares no lograron subir al animal. Pero recibió aplausos y tuvo música a petición de los aficionados. Tras dos pinchazos acabo en los medios con el cornúpeta extremeño de una estocada hasta la bola.

En el segundo recibió el único aviso de la tarde. "Envalido", de 515 kilos demostró poca fuerza, se le dio poca vara y dos pares de banderillas muy aplaudidas. Se cayó varias veces entre las protestas de los tendidos. Citando de lejos, César Jiménez provocó los dos únicos sustos de toda la tarde hasta dejar de sonar la música. No se quería marchar de Alicante si dejar un buen recuerdo, lo intentó hasta de rodillas y algo le salió. Cuajó la mejor faena de la tarde aunque el toro desarrollaba instinto muy rápidamente. El público le aplaudió varias veces. Lo despachó a la segunda de una estocada profunda. El toro fue pitado en el arrastre.

En el tercero, el alicantino Francisco José Palazón provocó los únicos gritos de "olé, olé" porque pronto se vio que quería lucirse en su tierra. Tenía tanta fuerza como su hermano accidentado e inédito en la lidia este "Castijero" de 509 kilos y que embestía al caballo. El diestro se entregó desde su corta experiencia intentándolo hasta de rodillas cuando intuyó posibilidades. Fue bajando la muleta, demostró que hay torero y cuajó también faena apurando hasta el final. Recibió aplausos. Cuando le sacó al toro todas sus posibilidades, lo hizo doblar a la segunda de una profunda estocada perfilada en los medios.

El sexto se paró de salida y todos temimos lo peor. Manseaba. La afición protestó creyendo estar ante un saldo. Pero luego entró con fuerza hasta derribar al caballo y hacer rodar al picador. El ánimo perdido desde el accidente del primero se levantó de nuevo. "Cocinero", de 532 kilos, se vino arriba tras la descabalgadura y el cambio de tercio. Desarmó al torero y llegó a haber dos capotes en el suelo. El picador luego casi lo mata con la vara a la vista de la sangre que dejó en el peto y enmedio de las protestas de un público ávido de algo de emoción. Dos pares de banderillas, que fueron muy aplaudidas. Y verde pero valiente este Palazón, que hizo luego todo lo que pudo, hasta matar de dos pinchazos.

Rara, una corrida muy rara. Y con un fuerte olor a puros habanos para pasar el rato.

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