sábado, 21 de junio de 2008

Solo dos toreros en el ruedo/ Currito de la Vega (6ª Corrida de la Feria de San Juan y San Pedro)

ALICANTE.- El torero alicantino José María Manzanares Samper ha salido por la puerta grande en la sexta corrida de la Feria de San Juan y San Pedro, su tierra, en el que ha sido su primer paseíllo, tras cortar una oreja a cada uno de sus dos toros y dar por tres veces la vuelta al ruedo, una ya a hombros.

Enrique Ponce cortó una oreja a su primero y se le pidió otra de su segundo, mientras que Javier Conde ha sido fuertemente abroncado en sus dos toros.

Con lleno absoluto en los tendidos, buena temperatura y algo de viento, se han lidiado toros extremeños de Zalduendo, bien presentados, bravos pero manejables y ciertamente ágiles. Enrique Ponce, oreja y vuelta al ruedo tras aviso y petición. Javier Conde, pitos tras aviso y fuerte bronca. José María Manzanares, oreja y oreja, con vuelta al ruedo en ambos casos; un ruedo muy reseco en la primera parte de la corrida y que levantaba polvo.

En el primero, "Jaque", 495 kilos, dió Enrique Ponce algunos lances y en ellos comprobó como flojeaba el toro. Entró con mucha fuerza al caballo, recibió una vara y hubo que sacarlo. Pitada en el primer par de banderillas y un fuerte olé en el segundo y tercero. Pases de muleta y aplausos. Se lo llevó a terrenos del sol, en el 7, para ofrecer una tanda de pases de pecho, por lo que el diestro recibió aplausos. Luego, naturales y ovación. Muy torero. Después, varias tandas más, con aplausos tras excitar al tendido de sol, por ambos pitones. Igualó para la suerte contraria y logró encajar una estocada certera en todo lo alto, tras la cual recibió una sonora ovación con petición de oreja; concedida por el presidente Ayela. Saludó desde los medios y dió la vuelta al ruedo.

En el cuarto, "Relio", 486 kilos, se vieron tres pares de banderillas muy bien puestas. Volvió al sol, terrenos del 8, para torear por el pitón derecho para continuar con dos series de pecho y naturales, en el más puro estilo Ponce. Con una técnica taurina depurada, desafió de cerca a su adversario. Fue el mejor con la muleta. Cosechó aplausos y olés en una faena del gran agrado del público. Estuvo más que seguro sobre la arena pero con el acero no tuvo suerte esta vez: dos pinchazos, media estocada y descabello. El público pidió otra oreja, no correspondida, y la presidencia fue abroncada. Saludó muy torero y dió una vuelta al ruedo entre aplausos.

El segundo, "Jaqueco", 494 kilos, salió algo despistado, y Javier Conde le dió una tanda de pases con el capote. Luego recibió una buena vara pero arrastró al caballo y desarmó al picador antes de colocarle dos pares de banderillas. El toro se creció con los castigos. Conde se trasladó a terrenos del 8, en el sol, y logró hilvanar toda una serie de pases de pecho y al natural. Retornó al centro del ruedo pero el toro dejó de ser lo que acababa de ser y Conde oyó las primeras protestas. Se vino a la sombra pero arreció la protesta. Mató en los medios del 2 tras sendos pinchazos, una estocada media alta y descabello, enmedio de una verdadera escandalera por parte de los aficionados y un aviso del presidente. Se escucharon aplausos en el arrastre.

El quinto, "Imperio", 510 kilos, se lesionó en la salida y se le cambió por un sobrero de la misma ganadería y con muy buena estampa. El picador se pasó en las cuatro varas y ya se oyó la primera bronca de toda una serie sobre la difícil lidia de este toro. Lo desarmó. Y con las banderillas, la segunda bronca. Javier Conde no se acercaba, no sabía lo que hacer con la muleta, auxiliado por una cuadrilla ciertamente desastrosa. Gritos de ¡fuera, fuera, fuera! Y para colmo, no acertó con la espada: hasta siete pinchanzos y media estocada necesitó para hacer doblar al bicho. Durante toda la faena se escucharon protestas y Conde, personalmente, de todo. Fue abucheado luego al abandonar la plaza mientras el toro era aplaudido en el arrastre.No cubrió ni el expediente y algún comentario decía que Conde no es para venir a una feria como ésta.

El gran triunfador de la tarde fue, sin duda, José María Manzanares. En el tercero, "Jeque", 530 kilos, ya recibió aplausos por el manejo del capote. El toro recibió una sola vara y los tres pares de banderillas quedaron traseros pero con aplausos. También se fue al sol a iniciar su faena, a la que se entregó, tras brindar desde el centro del ruedo al público de su tierra. Con música taurina de fondo, toreó por la izquierda y por la derecha. Escuchó aplausos. El toro cabeceó cuando lo intentó de nuevo por el pitón izquierdo. Remató en el sol, terrenos del 8, desde la suerte contraria. Pinchazo con aplausos y, a la segunda, logró un pedazo de estocada en su sitio. Petición y concesión de oreja, y primera de tres vueltas al ruedo. Aplausos en el arrastre.

En el sexto, el apoteosis. "Fortaleza", 477 kilos, resultó bravo en varas. Acusó banderillas al mostrar querencia y falta de fuerza. Redoble especial de clarines y timbales en honor del torero alicantino y sonó la música durante toda esta lidia. Templó al toro y no le costó armar faena, enseñándole a embestir. Tanda de naturales por la derecha en una faena de muleta sacando al toro todo lo que podía. Volvió a entregarse y recibió aplausos. No se quisó ir sin dar algo más y aún ofreció tres tandas más de pases. En la suerte contraria, mató a la primera de una gran estocada en terrenos del 8. Petición de oreja, que se le concedió. Dió una primera vuelta al ruedo, tras la cual, secándose las lagrimas, ya a hombros, dió la segunda al son de "Paquito el Chocolatero" para terminar abandonando la plaza por la puerta grande con flores en la mano.

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