jueves, 18 de septiembre de 2008

Castedo se estrena en la alcaldía de Alicante

ALICANTE.- Las lágrimas que resbalaron por sus mejillas cuando volvió a agradecer a Luis Díaz Alperi su confianza y el testigo cedido apenas contribuyeron a suavizar su primer discurso como nueva alcaldesa, según "El País".

Sonia Castedo (Ribadeo, Lugo, 1970) se convirtió ayer en la primera alcaldesa de Alicante. Y lo hizo en un pleno que acabó con una intervención reivindicativa y dura con el grupo socialista, al que después de tenderle la mano le espetó que "no es de recibo" que la oposición esté asentada "en el resentimiento y en la denuncia permanente".

"La política se ejerce en los partidos y en los foros públicos de debate, no en los tribunales", esgrimió Castedo, que con esta crítica replicaba las argumentaciones de su predecesor la semana pasada cuando amenazó con dejar sin dedicación exclusiva a algunos ediles socialistas.

Alperi criticó que, pese a las facilidades "y prebendas" que la oposición ha recibido, base su trabajo en la "injuria y la calumnia", y lamentó la judicialización de la actividad política. En esta línea, Castedo pidió ayer una oposición "digna, colaboradora y crítica, con ideas, con voluntad de trabajo en aportación de soluciones".

El grupo municipal socialista, que en el pleno de dimisión de Alperi evitó realizar críticas públicas a la polémica de los salarios, sí se defendió ayer. Roque Moreno, portavoz del grupo municipal socialista, dejó claro que su equipo actúa con lealtad pero advirtió que colaborarán "siempre que se respeten las reglas del juego democrático". Moreno, que tildó de continuista el discurso de Castedo, recordó que la oposición debe realizarse con libertad "sin ningún tipo de chantaje o de amenaza".

Uno de los puntos centrales de la intervención de la nueva alcaldesa fue la inversión. Y Castedo señaló primero a la Generalitat. La alcaldesa de Alicante insistió en que las arcas municipales son "del todo insuficientes" para atender "todos los frentes", y tras agradecer las "multimillonarias inversiones" de la Generalitat, dejó claro que Alicante "necesita más". "Pediré, pediré y pediré", insistió con vehemencia. Y a renglón seguido anunció que reclamará igualmente la colaboración del Gobierno de Madrid.

La referencia al Gobierno molestó a Roque Moreno y a la subdelegada del Gobierno en Alicante, Encarna Llinares, que criticaron un discurso "más partidista que institucional" de la nueva alcaldesa y lamentaron que obviara en su intervención las importantes inversiones del Gobierno.

Castedo, que no se dejó a ningún colectivo en el tintero, lanzó un mensaje a los periodistas, a los que deseó tener al lado "y no enfrente". En líneas generales anunció una política de puertas abiertas y de diálogo social. Y anunció que luchará ante el anuncio de cierre de Altadis.

Una cita de Benedetti para servir a Alperi

Una escueta cita del poema de Mario Benedetti Hagamos un trato, ligeramente modificada para la ocasión, sirvió para dar por cerrado ayer el discurso de la nueva alcaldesa de Alicante y, de paso, casi una semana de lágrimas y manifestaciones mutuas de afecto y respeto entre Luis Díaz Alperi y Sonia Castedo.

"Señor, usted puede contar conmigo, no una vez ni dos, sino contar conmigo", recitó Castedo con lágrimas en los ojos al terminar su discurso de investidura. Cita, enfatizó a modo de presentación la alcaldesa de Alicante, que le gusta utilizar "cuando celebro bodas en esta casa".

El pasaje terminó con uno más de los emotivos abrazos que desde que el jueves se anunciara la cesión de la vara de mando en el Ayuntamiento de Alicante se han profesado en público Luis Díaz Alperi y Sonia Castedo.

La escena fue seguida muy atentamente también con lágrimas en los ojos por muchos de los funcionarios que dejaron por un momento sus ocupaciones diarias para seguir de pie el pleno que se celebró en el Salón Azul del Ayuntamiento. Y por la familia de Castedo, que no perdía detalle.

Por lo demás, el pleno fue rápido -apenas duró una hora exacta- y bastante sobrio. Castedo juró su cargo. Apenas pasaban unos minutos de las 11.30. Y en el Salón Azul del Ayuntamiento de Alicante no cabía ni un alma, ya que contó con la asistencia de más de 350 representantes de todos los ámbitos sociales, políticos y culturales.

Representantes de clubes deportivos; del mundo de las hogueras, con la bellea, Inés Quesada, y su corte de honor; de empresarios como Enrique Ortiz, el presidente de Provia, Francisco Murcia Puchades, o el vicepresidente de la CAM Armando Sala; de las universidades con los rectores de la de Alicante y de la Miguel Hernández de Elche, Ignacio Jiménez Raneda y Jesús Rodríguez Marín; y el presidente de la Audiencia Provincial de Alicante, Vicente Magro, entre otros

Entre los políticos presentes se encontraba el alcalde de Castellón, Alberto Fabra, llegados a la ciudad la noche anterior para participar en la cena homenaje que reunió en los salones Juan XXIII a un millar de personas. El presidente Francisco Camps, que sí acudió a la cena-homenaje, cedió ayer el protagonismo a sus consejeros alicantinos: Angélica Such (Turismo), García Antón (Medio Ambiente) y Mario Flores (Infraestructuras).

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