ALICANTE.- El ex conseller de Obras Públicas Luis Fernando Cartagena ha batido récords en las dos prisiones por las que ha pasado -Villena y Albacete-. Según fuentes sindicales, la estancia del ex dirigente ha estado repleta de "irregularidades" en ambos centros y la concesión de su tercer grado se ha producido con una premura "inusual", según revela Información".
Como se recordará, el ex alcalde de Orihuela ingresó en el penitenciario de Villena el pasado 16 de julio para cumplir una condena de cuatro años por malversación de fondos públicos y falsedad documental. La Audiencia Provincial, en primera instancia, y el Tribunal Supremo, poco después, enviaron a Cartagena a la cárcel por quedarse con 8 millones de las antiguas pesetas de una congregación de monjas.
Su primera noche entre rejas no la pasó en su celda, sino en la Enfermería. El ex dirigente popular se sintió indispuesto y fue trasladado momentáneamente a ese módulo, "mucho más privilegiado", según las mismas fuentes. Hasta ahí todo normal. Las supuestas irregularidades que denuncian los sindicatos comenzaron poco después.
A priori, Cartagena iba a ser calificado en segundo grado, pero al enterarse, solicitó su traslado a la prisión de Albacete "por vinculación familiar". La Secretaría de Estado de Asuntos Penitenciarios, en Madrid, "se saltó el procedimiento habitual" y dio el visto bueno a ese cambio cuando el ex alcalde oriolano apenas llevaba nueve días en Villena.
Además, Cartagena "no tiene familia" allí, por lo que resulta aún más llamativo ese traslado.
En Albacete continuaron los presuntos privilegios. Desde el primer día estuvo en un Módulo de Educación y Respeto, donde no hay internos conflictivos y donde imperan unas normas estrictas de comportamiento. "Se le asignó allí sin que pasara el periodo de observación que hay con todos los presos", apuntaron esas fuentes.
Y el fin de semana pasado, cuando no llevaba ni tres meses en la cárcel, recibió el tercer grado. Cartagena cumplirá ahora su pena en casa y deberá llevar una pulsera telemática para ser vigilado.
Sin embargo, las fuentes sindicales advierten de que no se puede conceder un tercer grado si el reo tiene todavía una causa pendiente. Y Cartagena la tiene, puesto que el fiscal le pide tres años de prisión por fraude fiscal en el caso de las cesiones de crédito del Banco de Santander.
Como se recordará, el ex alcalde de Orihuela ingresó en el penitenciario de Villena el pasado 16 de julio para cumplir una condena de cuatro años por malversación de fondos públicos y falsedad documental. La Audiencia Provincial, en primera instancia, y el Tribunal Supremo, poco después, enviaron a Cartagena a la cárcel por quedarse con 8 millones de las antiguas pesetas de una congregación de monjas.
Su primera noche entre rejas no la pasó en su celda, sino en la Enfermería. El ex dirigente popular se sintió indispuesto y fue trasladado momentáneamente a ese módulo, "mucho más privilegiado", según las mismas fuentes. Hasta ahí todo normal. Las supuestas irregularidades que denuncian los sindicatos comenzaron poco después.
A priori, Cartagena iba a ser calificado en segundo grado, pero al enterarse, solicitó su traslado a la prisión de Albacete "por vinculación familiar". La Secretaría de Estado de Asuntos Penitenciarios, en Madrid, "se saltó el procedimiento habitual" y dio el visto bueno a ese cambio cuando el ex alcalde oriolano apenas llevaba nueve días en Villena.
Además, Cartagena "no tiene familia" allí, por lo que resulta aún más llamativo ese traslado.
En Albacete continuaron los presuntos privilegios. Desde el primer día estuvo en un Módulo de Educación y Respeto, donde no hay internos conflictivos y donde imperan unas normas estrictas de comportamiento. "Se le asignó allí sin que pasara el periodo de observación que hay con todos los presos", apuntaron esas fuentes.
Y el fin de semana pasado, cuando no llevaba ni tres meses en la cárcel, recibió el tercer grado. Cartagena cumplirá ahora su pena en casa y deberá llevar una pulsera telemática para ser vigilado.
Sin embargo, las fuentes sindicales advierten de que no se puede conceder un tercer grado si el reo tiene todavía una causa pendiente. Y Cartagena la tiene, puesto que el fiscal le pide tres años de prisión por fraude fiscal en el caso de las cesiones de crédito del Banco de Santander.
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