ALICANTE.- Las personas de la Tercera Edad salvan la campaña turística invernal de la Costa Blanca. Los establecimientos hoteleros podrán mantener su nivel de actividad en un contexto complicado como el actual. Y es que tanto los clientes nacionales, pertenecientes al Programa de Vacaciones Sociales del Imserso, dependiente del Ministerio de Asuntos Sociales, como los jubilados británicos que deciden disfrutar de periodos de descanso en el litoral alicantino, garantizan que se pueda cubrir un porcentaje importante de plazas en los próximos meses.
Entre los meses de octubre a abril se contabilizarán en la provincia alrededor de 142.000 turistas españoles mayores, que disfrutan de los paquetes vacacionales del Imserso. Se trata del mismo volumen del año anterior, según ha confirmado a "Las Provincias" un portavoz de la compañía Mundosenior, encargada del programa. A fecha de hoy se han reservado ya el 92% de las plazas, de las que hasta 105.000 corresponden a Benidorm, y a las que se sumarían casi otras 15.000 con el área de Finestrat.
Del total de 40 hoteles alicantinos que acogen a los mayores españoles -por periodos de 7 días o 15 días-, 32 establecimientos están ubicados en el municipio benidormí, 3 en la Cala Finestrat, dos en Calpe y uno, respectivamente, en Altea, Jávea y Santa Pola. Se trata de los mismos números que durante el ejercicio pasado, ya que las condiciones para la temporada 2008-09 son las mismas.
En el conjunto de la Comunidad Valenciana las plazas ofertadas con el Imserso ascienden a 210.000, para un global que ronda el millón entre todos los destinos españoles. Se trata de unas cantidades que corroboran el liderazgo incuestionable que tiene Benidorm como polo de atracción sobre el resto.
Otra cuestión es que este segmento de mercado sea un negocio tan redondo como se podría pensar, ya que la rentabilidad no es tan evidente. Según reconocen los propios hoteleros, el equilibro entre ingresos y gastos es difícil.
De hecho, en 2007, los empresarios integrados en la Asociación de Empresarios Hosteleros de Benidorm y Costa Blanca (Hosbec) amenazaron con abandonar el programa vacacional, al igual que el resto de empresarios turísticos nacionales, por la acumulación de pérdidas económicas en los últimos años.
Cifraban el saldo negativo de su participación en el 13% de los ingresos finales. Por ello, exigían más fondos para el programa, algo que se ha ido corrigiendo, ya que un estudio interno reflejaba que por cada euro que invierte el Gobierno, recibe 1,85 euros por los impactos en seguros sociales, impuestos directos e indirectos para las empresas y ahorro de prestaciones por desempleo.
Pero más allá de que los turistas del Imserso no sean la gallina de los huevos de oro para el sector hotelero alicantino, lo que no ofrece dudas es que sí son una garantía para mantener la ocupación, la operatividad de los establecimientos y los puestos de trabajo de los empleados.
En el caso concreto de Benidorm es un complemento importante para un destino que ha conseguido consolidar la desestacionalización gracias a la fidelidad de los jubilados británicos. Y es que los mayores llegados de las islas representan la verdadera fuente de ingresos, puesto que son los que permiten llenar la mayor parte de las camas.
Con todo, la temporada invernal 2008-09 va a estar claramente por debajo de las anteriores. A la menor presencia de turistas, se une la caída de los precios y el aumento de los costes. Además, tampoco parece que vayan a alcanzarse las mismas tasas de ocupación, especialmente referidas a los turistas procedentes del Reino Unido, que muestran un claro ajuste. De hecho, el primer dato parcial de octubre de Hosbec muestra una caída del 4,8%.
Entre los meses de octubre a abril se contabilizarán en la provincia alrededor de 142.000 turistas españoles mayores, que disfrutan de los paquetes vacacionales del Imserso. Se trata del mismo volumen del año anterior, según ha confirmado a "Las Provincias" un portavoz de la compañía Mundosenior, encargada del programa. A fecha de hoy se han reservado ya el 92% de las plazas, de las que hasta 105.000 corresponden a Benidorm, y a las que se sumarían casi otras 15.000 con el área de Finestrat.
Del total de 40 hoteles alicantinos que acogen a los mayores españoles -por periodos de 7 días o 15 días-, 32 establecimientos están ubicados en el municipio benidormí, 3 en la Cala Finestrat, dos en Calpe y uno, respectivamente, en Altea, Jávea y Santa Pola. Se trata de los mismos números que durante el ejercicio pasado, ya que las condiciones para la temporada 2008-09 son las mismas.
En el conjunto de la Comunidad Valenciana las plazas ofertadas con el Imserso ascienden a 210.000, para un global que ronda el millón entre todos los destinos españoles. Se trata de unas cantidades que corroboran el liderazgo incuestionable que tiene Benidorm como polo de atracción sobre el resto.
Otra cuestión es que este segmento de mercado sea un negocio tan redondo como se podría pensar, ya que la rentabilidad no es tan evidente. Según reconocen los propios hoteleros, el equilibro entre ingresos y gastos es difícil.
De hecho, en 2007, los empresarios integrados en la Asociación de Empresarios Hosteleros de Benidorm y Costa Blanca (Hosbec) amenazaron con abandonar el programa vacacional, al igual que el resto de empresarios turísticos nacionales, por la acumulación de pérdidas económicas en los últimos años.
Cifraban el saldo negativo de su participación en el 13% de los ingresos finales. Por ello, exigían más fondos para el programa, algo que se ha ido corrigiendo, ya que un estudio interno reflejaba que por cada euro que invierte el Gobierno, recibe 1,85 euros por los impactos en seguros sociales, impuestos directos e indirectos para las empresas y ahorro de prestaciones por desempleo.
Pero más allá de que los turistas del Imserso no sean la gallina de los huevos de oro para el sector hotelero alicantino, lo que no ofrece dudas es que sí son una garantía para mantener la ocupación, la operatividad de los establecimientos y los puestos de trabajo de los empleados.
En el caso concreto de Benidorm es un complemento importante para un destino que ha conseguido consolidar la desestacionalización gracias a la fidelidad de los jubilados británicos. Y es que los mayores llegados de las islas representan la verdadera fuente de ingresos, puesto que son los que permiten llenar la mayor parte de las camas.
Con todo, la temporada invernal 2008-09 va a estar claramente por debajo de las anteriores. A la menor presencia de turistas, se une la caída de los precios y el aumento de los costes. Además, tampoco parece que vayan a alcanzarse las mismas tasas de ocupación, especialmente referidas a los turistas procedentes del Reino Unido, que muestran un claro ajuste. De hecho, el primer dato parcial de octubre de Hosbec muestra una caída del 4,8%.
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