MADRID.- No todos los mercados financieros han mejorado en los últimos meses. El más importante, el básico para que el crédito vuelva a fluir por la economía, sigue cerrado a cal y canto: el interbancario. Así se demuestra por el hecho de que las entidades europeas hayan preferido guardar el grueso de la inyección de liquidez del BCE de la semana pasada -la mayor de la historia- en depósitos en el propio banco central en vez de prestar el dinero a sus colegas en el interbancario, según 'El Confidencial'.
La inyección consistió en 442.200 millones de euros a un plazo de 12 meses. Pues bien, más de la mitad de ese dinero, 236.200 millones, ha ido a parar a la facilidad de depósito que ofrece la autoridad monetaria. La cosa es más sangrante por cuanto los depósitos en el BCE se remuneran a un tipo de interés pírrico del 0,25%, mientras que en el interbancario pueden conseguirse remuneraciones más elevadas: el Euribor a un año, pese a su reciente caída, está por encima del 1,5%.
¿A qué se debe esta sorprendente actitud? "El BCE ofrece más seguridad, flexibilidad y rapidez, y eso sigue siendo muy importante para la banca", explica una entidad española. "Por mucho que se diga que la crisis financiera ha tocado suelo, los bancos siguen sin fiarse unos de otros, así que prefieren guardar el dinero en un sitio seguro, aunque la rentabilidad sea muy baja, que arriesgarse a prestarlo a otra entidad que no sabe qué puede ocultar en su balance", añaden en otra.
Además, para conseguir una rentabilidad apreciable en el interbancario, hay que colocar el dinero a un plazo mucho mayor que una semana, que es el máximo al que se atreve nadie a prestar a otros bancos. Ese elemento es muy importante, porque los depósitos en el BCE son casi una cuenta corriente, es decir, se puede disponer del dinero inmediatamente en caso de necesidad; por ejemplo, para atender un vencimiento de deuda, el principal destino de la liquidez en estos momentos.
La razón por la que no se fían unos de otros es que, a diferencia de EEUU -donde los bancos muestran señales de recuperación después del rescate masivo por parte de las autoridades-, en Europa siguen hundiéndose en una espiral de pérdidas de final incierto. El último ejemplo es el belga KBC (antiguo propietario del Urquijo), que ha tenido que recibir tres inyecciones de dinero público por un total de 30.000 millones de euros, más de lo que costó el rescate del Royal Bank of Scotland. La bajada de rating de toda la banca española o la amenaza para la solvencia de Irlanda que supone el nacionalizado Anglo-Irish Bank también son signos de que la crisis está muy lejos de superarse.
Tan grave sigue siendo la situación, que la propia Unión Europea se está planteando una actuación más agresiva para hacer frente a la crisis, que incluiría test de estrés unificados para todas las entidades de la región, similares a los realizados en EEUU. Unos test que realiza el Banco de España en nuestro país pero cuyos resultados no son públicos.
Es necesario que el interbancario resucite
Mientras el interbancario no empiece a funcionar con normalidad, será muy difícil que el crédito vuelva a fluir hacia empresas y familias. Las inyecciones de liquidez del BCE y el descuento ilimitado de papel -la famosa 'barra libre'- no dejan de ser medidas excepcionales que en algún momento se retirarán y con las que las entidades no pueden financiar préstamos a plazos largos.
Según opinión generalizada en el sector, hace falta que el interbancario vuelva a abrirse, aunque está ayudando la reapertura del mercado de bonos, que ha permitido a numerosos bancos y cajas emitir bonos con aval del Estado -sin aval los más grandes- a plazos de tres años.
Este cierre del interbancario significa que el Euribor que publica el BCE sigue siendo ficticio porque no tiene detrás operaciones reales, sino simplemente los precios teóricos de oferta que dan los principales bancos de la zona euro. En todo caso, el gran éxito de la operación realizada por Jean-Claude Trichet es hacer bajar el Euribor hasta su mínimo histórico, lo que supone un alivio para las hipotecas referenciadas a este índice (la inmensa mayoría en el caso de España).
¿Se va a prestar este dinero?
Por otro lado, algunos medios han deducido del depósito masivo de esta liquidez que la banca no va a prestar este dinero a sus clientes. Fuentes del sector explican que "es habitual colocar el dinero de las inyecciones del BCE en depósitos del propio banco central; se hace siempre porque es mejor que tenerlo en la caja del banco, lo que ocurre es que ahora ha llamado más la atención porque la inyección ha sido histórica".
Por tanto, eso no presupone que no se vaya a prestar el dinero, puesto que bancos y cajas pueden retirarlo en cualquier momento. "Dentro de seis meses podremos juzgar qué destino se ha dado a esa liquidez; hoy por hoy es imposible", opinan en una de las entidades consultadas.
Ahora bien, algunos analistas aseguran que la banca está utilizando el dinero del BCE pata una operativa más rentable y, sobre todo, menos arriesgada que dar crédito: se trata de una especie de carry trade en el que los bancos toman el dinero al 1% en estas subastas y lo usan para comprar bonos del Tesoro, que están rentando el 3,34% en el caso del Bund alemán a 10 años.
La diferencia (esos 2,34 puntos) es beneficio para el banco.
La inyección consistió en 442.200 millones de euros a un plazo de 12 meses. Pues bien, más de la mitad de ese dinero, 236.200 millones, ha ido a parar a la facilidad de depósito que ofrece la autoridad monetaria. La cosa es más sangrante por cuanto los depósitos en el BCE se remuneran a un tipo de interés pírrico del 0,25%, mientras que en el interbancario pueden conseguirse remuneraciones más elevadas: el Euribor a un año, pese a su reciente caída, está por encima del 1,5%.
¿A qué se debe esta sorprendente actitud? "El BCE ofrece más seguridad, flexibilidad y rapidez, y eso sigue siendo muy importante para la banca", explica una entidad española. "Por mucho que se diga que la crisis financiera ha tocado suelo, los bancos siguen sin fiarse unos de otros, así que prefieren guardar el dinero en un sitio seguro, aunque la rentabilidad sea muy baja, que arriesgarse a prestarlo a otra entidad que no sabe qué puede ocultar en su balance", añaden en otra.
Además, para conseguir una rentabilidad apreciable en el interbancario, hay que colocar el dinero a un plazo mucho mayor que una semana, que es el máximo al que se atreve nadie a prestar a otros bancos. Ese elemento es muy importante, porque los depósitos en el BCE son casi una cuenta corriente, es decir, se puede disponer del dinero inmediatamente en caso de necesidad; por ejemplo, para atender un vencimiento de deuda, el principal destino de la liquidez en estos momentos.
La razón por la que no se fían unos de otros es que, a diferencia de EEUU -donde los bancos muestran señales de recuperación después del rescate masivo por parte de las autoridades-, en Europa siguen hundiéndose en una espiral de pérdidas de final incierto. El último ejemplo es el belga KBC (antiguo propietario del Urquijo), que ha tenido que recibir tres inyecciones de dinero público por un total de 30.000 millones de euros, más de lo que costó el rescate del Royal Bank of Scotland. La bajada de rating de toda la banca española o la amenaza para la solvencia de Irlanda que supone el nacionalizado Anglo-Irish Bank también son signos de que la crisis está muy lejos de superarse.
Tan grave sigue siendo la situación, que la propia Unión Europea se está planteando una actuación más agresiva para hacer frente a la crisis, que incluiría test de estrés unificados para todas las entidades de la región, similares a los realizados en EEUU. Unos test que realiza el Banco de España en nuestro país pero cuyos resultados no son públicos.
Es necesario que el interbancario resucite
Mientras el interbancario no empiece a funcionar con normalidad, será muy difícil que el crédito vuelva a fluir hacia empresas y familias. Las inyecciones de liquidez del BCE y el descuento ilimitado de papel -la famosa 'barra libre'- no dejan de ser medidas excepcionales que en algún momento se retirarán y con las que las entidades no pueden financiar préstamos a plazos largos.
Según opinión generalizada en el sector, hace falta que el interbancario vuelva a abrirse, aunque está ayudando la reapertura del mercado de bonos, que ha permitido a numerosos bancos y cajas emitir bonos con aval del Estado -sin aval los más grandes- a plazos de tres años.
Este cierre del interbancario significa que el Euribor que publica el BCE sigue siendo ficticio porque no tiene detrás operaciones reales, sino simplemente los precios teóricos de oferta que dan los principales bancos de la zona euro. En todo caso, el gran éxito de la operación realizada por Jean-Claude Trichet es hacer bajar el Euribor hasta su mínimo histórico, lo que supone un alivio para las hipotecas referenciadas a este índice (la inmensa mayoría en el caso de España).
¿Se va a prestar este dinero?
Por otro lado, algunos medios han deducido del depósito masivo de esta liquidez que la banca no va a prestar este dinero a sus clientes. Fuentes del sector explican que "es habitual colocar el dinero de las inyecciones del BCE en depósitos del propio banco central; se hace siempre porque es mejor que tenerlo en la caja del banco, lo que ocurre es que ahora ha llamado más la atención porque la inyección ha sido histórica".
Por tanto, eso no presupone que no se vaya a prestar el dinero, puesto que bancos y cajas pueden retirarlo en cualquier momento. "Dentro de seis meses podremos juzgar qué destino se ha dado a esa liquidez; hoy por hoy es imposible", opinan en una de las entidades consultadas.
Ahora bien, algunos analistas aseguran que la banca está utilizando el dinero del BCE pata una operativa más rentable y, sobre todo, menos arriesgada que dar crédito: se trata de una especie de carry trade en el que los bancos toman el dinero al 1% en estas subastas y lo usan para comprar bonos del Tesoro, que están rentando el 3,34% en el caso del Bund alemán a 10 años.
La diferencia (esos 2,34 puntos) es beneficio para el banco.
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