Juan Cano, primer edil del PP en Polop imputado por el asesinato del ex alcalde Alejandro Ponsoda. Juan Antonio Roca, asesor urbanístico del Ayuntamiento de Marbella en la era de Jesús Gil y Julián Muñoz e imputado por un sinfín de delitos contra la ordenación del territorio y blanqueo de capital.
Carlos Pascual, ex alcalde de Pego y acusado de agredir a varios funcionarios –entre los que se encontraba el jefe de la Policía local– y de crímenes ecológicos. De hecho, a Pascual (esposo de la actual líder local del PP) se le impuso la pena más elevada jamás impuesta a un responsable política por esta causa, con seis años de privación de libertad.
La corrupción urbanística y política en los ayuntamientos españoles ha traspasado esta semana la barrera de las líneas que marcan el juego democrático. La costa española se ha convertido en un polvorín del que se vale la camorra siciliana para imponer su ley.
Sexo, asesinato, amenazas y dinero es lo que ha marcado a Cano, Roca y Pascual durante su actividad pública. Ahora, la codicia ha unido a estos tres hombres que se encuentran recluidos en la cárcel de esta ciudad de la provincia de Alicante.
Por el momento, Juan Cano permanecerá en su celda hasta que se esclarezca el móvil del asesinato a tiros del que fuera el máximo responsable política desde 1995 hasta su muerte en 2007 de Polop.
Las hijas de Alejandro Ponsoda han desvelado en estos días el miedo y las amenazas que había sufrido su padre durante sus últimas semanas de vida. Y es que Ponsoda algo intuía pues la noche electoral del 27 de mayo de 2007 –fecha en la que revalidó su mayoría absoluta– aseguró a una emisora local de radio que «tengo la misma sensación que si hubiera perdido las elecciones–.
Ponsoda se vio obligado a readmitir en esos comicios a Juan Cano y el hombre de confianza de éste, Ximo Montiel. Durante una legislatura el PP de Alicante los apartó de la formación popular después de una supuesta extorsión a un empresario alicantino de al construcción por la concesión de una vado para los garajes de una promoción de viviendas.
Al parecer, Cano y Montiel le habrían pedido 25.000 euros a cambio de darle el ok. El empresario pagó, pero también grabó la conversación y el PP lo solucionó sin la necesidad de llegar a los tribunales, según confirmaron fuentes cercanas al ayuntamiento polopino.
Entre 2003 y 2007, Cano no estuvo como regidor pero intentó que Ponsoda retirará las competencias al entonces edil de Urbanismo, Juan Andrés Llorens (PP), para asumirlas él como asesor urbanístico municipal. Un cargo que ocupó durante más de una década Juan Antonio Roca en Marbella y del que ahora Cano tendrá mucho que aprender en la cárcel de Villena hasta que se diluciden los hechos.
Por cierto que Roca se encuentra en esta penitenciaría a la espera de ser juzgado en San Javier, Murcia, por supuesta implicación en la operación Ninette -blanqueo de capitales, fraude fiscal y cohecho en Los Alcázares-.
Paradójicamente, el máximo implicado en la Operación Malaya en Marbella se encuentra relativamente cerca de el famoso tigre que tenía en su residencia, quien fue acogido en el centro de acogida de animales El Arca de Noé en Benimantell, hace ya tres años.
En esta población del interior de la provincia alicantina este felino compartió espacio con varios tigres del ex domador Ángel Cristo o con los osos que Rodríguez Menéndez también tenía en su casa. Ahora es Juan Antonio Roca quien comparte hábitat especializado para criminales con Juan Cano y Carlos Pascual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario