Los aranceles, que se establecieron en 2006, ascienden al 16,5% del valor de los artículos en el caso del calzado importado de China y al 10% en el caso de Vietnam.
Un total de 15 Estados miembros expresaron su oposición a su prórroga, mientras que 10 países la defendieron y 2 se abstuvieron, según explicaron fuentes diplomáticas.
Tradicionalmente, los países productores de calzado, como España, Italia, Francia o Portugal, han exigido la aplicación de los recargos, mientras que los países nórdicos, Reino Unido o Países Bajos se oponen a estas medidas alegando que perjudican a distribuidores y consumidores.
Ahora el Ejecutivo comunitario debe presentar una propuesta definitiva antes de que acabe el mes y los ministros de Comercio de la UE adoptarán la decisión final en diciembre.
"La Comisión analizará cuidadosamente las opiniones y las preocupaciones de los Estados miembros y las tendrá en cuenta cuando presente su propuesta formal. La decisión final sobre estos aranceles está en manos de los Estados miembros", subrayó el portavoz de Comercio del Ejecutivo comunitario, Lutz Guellner.
La decisión final dependerá de la postura que acabe adoptando Alemania, que este jueves se opuso a la propuesta de la Comisión. El Gobierno de Berlín quiere garantías de que, una vez que concluya la prórroga de 15 meses, no se ampliará de nuevo el plazo de vigencia de los aranceles.
Si las obtiene, podría cambiar el sentido de su voto y decantar el resultado, según las fuentes consultadas. Si se pacta una prórroga, entraría en vigor desde enero de 2010.
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