Uno de los efectos colaterales del caso Gürtel ha sido la popularización de cierta terminología penal, léase cohecho impropio. Otro, que todo político o cargo público que recibe un regalo se convierte automáticamente en objetivo de bromas por parte de sus compañeros, cuando no en reo de sospecha a ojos de sus rivales.
La Administración valenciana teme que los usos y costumbres de la Navidad deterioren la imagen de sus altos cargos, por lo que la Junta de Personal de los Servicios Centrales de la Generalitat ha remitido un correo electrónico a su personal directivo, altos funcionarios y personal externo en el que recuerda la obligación de devolver todos aquellos presentes navideños "que exceden en mucho de lo que razonablemente puede entenderse como un uso habitual, social o de cortesía".
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