martes, 25 de mayo de 2010

CAM provoca el enfado de Rodrigo Rato tras despreciar la opción de Caja Madrid

CAM no ha esperado a ninguno de sus candidatos oficiales. La entidad valenciana anunció ayer lunes por la tarde su integración virtual en un SIP (Sistema Institucional de Protección) con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria. Tres entidades entre las que no figura Caja Madrid, para disgusto de su presidente Rodrigo Rato, que recibió con sorpresa y enfado la noticia después de haberse postulado como referente para liderar un proceso de fusión diagonal del que ya se había caído la gallega Caixa Galicia, según 'El Confidencial'.

La entidad madrileña no tuvo margen de maniobra después de que CAM fracasara en su último intento de fusión. La caja de Alicante y Murcia, también bajo la órbita política del PP, negoció hasta el último instante un acuerdo bilateral con la vizcaína BBK. Esta opción, sin embargo, no recibió el último visto bueno por parte del presidente de la Comunidad de Valencia, Francisco Camps, al conocer que se trataba de una operación desigual, que sacaba el domicilio social a una región que no era neutra para sus intereses.

Descartada la solución BBK, una de las cajas fuertes en el proceso de reordenación del sistema que pujó por CCM, la caja de ahorros valenciana se entregó a la opción abanderada por Cajastur, rival de la vasca en la subasta de la primera caja intervenida. En este caso, la alternativa liderada por la asturiana aglutina un proyecto de SIP con otras entidades más pequeñas, caso de Caja Cantabria y Caja Extremadura, todas bajo la órbita socialista, que ya tenían apalabrado su protocolo de fusión virtual.

La salida elegida por CAM, que compartirá un 40% de peso en el SIP con Cajastur, por un 11% de Caja Extremadura y un 9% de Caja Cantabria, permite a la entidad valenciana salvar su dilución en BBK, que exigía mayoría en los órganos de poder, o en Caja Madrid, donde Rato esperaba integrar a las cajas populares de Valencia y Galicia. Esta diagonal, aceptada por el Banco de España, ha topado con la oposición de los barones regionales del PP, que han ignorado el plan con el que Mariano Rajoy ilusionó al presidente de la madrileña.

“Hemos tenido que tomar una solución de urgencia”, explican desde el consejo de administración de CAM. “Aunque la situación de la caja no es mala, existía una corriente de opinión que había que neutralizar. Esto sirve para que nos tranquilicemos todos”, subrayan con desahogo, después de que la caja formara parte de quinielas con entidades urgidas por el Banco de España para culminar un proceso de fusión que les permitiera acceder a las ayudas del FROB. Y en este contexto, el caso de Cajasur aceleró los tiempos.

Además de Rato, el enfado con Camps es compartido por buena parte del poder económico de Valencia. “Ni se lo ha creído, ni le ha interesado”, comenta un financiero valenciano. “Por desgracia, el presidente de nuestra comunidad está dedicado a otras tareas que tienen que ver más con sus intereses personales”. El barón popular no se implicó en ninguna de las alternativas locales que los valencianistas esperaban cerrar: la fusión con la también valenciana Bancaja o con la vecina Caja Murcia, también perteneciente a la esfera del PP.

Manuel Menéndez, el hombre fuerte

Mientras tanto, el acuerdo de SIP sienta las bases para la tercera caja de ahorros del sistema, con unos activos bajo gestión de 135.000 millones de euros, una red de 2.300 oficinas, 14.000 empleados y un volumen de negocio de 177.000 millones. Como en otras fusiones, “cada caja mantiene su personalidad jurídica, su implantación regional de negocio minorista, así como sus órganos de gobierno y obra social independientes, poniendo en común política de riesgos, tesorería, calificación crediticia, control interno y requerimientos regulatorios”.

Según los datos facilitados, la entidad resultante arroja unos fundamentales más acordes con las exigencias del mercado: ratio de solvencia del 12%, TIER 1 del 9,4% y core capital de 7,6%, sin contar la futura entrada de capital vía FROB, aunque de momento las cuatro cajas no han definido el importe que solicitarán para consolidar su proceso de integración. Además, no hay que olvidar que Cajastur tiene aún pendiente la absorción del CCM, para la que también recibió ayudas el fondo controlado por el Banco de España.

Respecto al reparto de poder, la nueva estructura será encabezada por Modesto Crespo, actual presidente de CAM, mientras que el primer ejecutivo será Manuel Menéndez, director general de Cajastur. Por su parte, el presidente de Caja Extremadura, Víctor Bravo (ex alto cargo de Economía de la Junta de Extremadura), será vicepresidente primero, mientras que su homólogo de Caja Cantabria, Enrique Ambrosio (catedrático de Organización de Empresas y ex dirigente del PSOE), vicepresidente tercero.

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