martes, 25 de mayo de 2010

La vasca BBK quedó fuera del SIP, ya que exigía el 51%

OVIEDO.- Cajastur negociaba desde hacía varios meses con Caja Cantabria y Caja Extremadura para conformar una fusión fría en la que al principio también participaban Cajamurcia, Caixa Penedés, Sa Nostra e incluso llegó a apuntarse Caja Granada. Pero finalmente el grupo se dividió y las cajas asturiana, cántabra y extremeña decidieron continuar en solitario, según el periódico 'La Nueva España'.

CAM y Cajamurcia también lo intentaron por su parte, pero finalmente la relación se rompió la semana pasada, después de un fin de semana de intensas negociaciones y cuando en el sector ya se daba por hecha la fusión. Cajamurcia ha buscado otros socios y distintas fuentes aseguran que está negociando con las cajas que inicialmente también estaban en la SIP con Cajastur.

La caja alicantino-murciana, por su parte, inició negociaciones con Bilbao Bilkaia Kutxa (BBK), en las que también participó Cajastur. La entidad vasca exigía liderar el proceso y además el 51% del nuevo negocio, a lo que CAM, de dimensiones mucho mayores, se negó en redondo.

Ante los desacuerdos entre ambas, Cajastur decidió dar un paso atrás para que las otras dos entidades limaran diferencias. Pero no fue así, y las negociaciones se rompieron definitivamente. Al parecer, según otros negociadores, «le faltó cintura y mano izquierda a la BBK en sus exigencias». Y es que CAM, pese a sus dificultades, es una caja sólida y con peso.

CAM tomó entonces la iniciativa de llamar de nuevo a Cajastur, que ya estaba resuelta a impulsar el acuerdo definitivo con Caja Cantabria y Caja Extremadura. Como el problema con la BBK había sido el peso de cada entidad en la SIP, se buscó una fórmula que permitiera la participación de las cuatro «de manera razonable» y en función de su peso. Así se llegó al acuerdo de que Cajastur y CAM tuvieran el 40% cada una; Caja Extremadura, el 11%, y Caja Cantabria, el 9%.

La propuesta se trasladó al Banco de España, donde gustó el proyecto aunque con un reparo: las posibles complicaciones de un reparto tan equitativo de participación entre Cajastur y CAM. Así que el órgano regulador puso una condición: que pese a esa igualdad, quedase explícito y claro quién va a liderar el proceso, para evitar de mano futuros problemas de gestión en la nueva entidad.

De ahí que se decidiera que el presidente de CAM lo sea también de la nueva entidad financiera y los de Caja Extremadura y Caja Cantabria sean los vicepresidentes primero y segundo, pero Manuel Menéndez será el único con poderes ejecutivos.

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