El colectivo explicó que el recorte de retribuciones de los empleados públicos sólo se aplica de forma progresiva al salario base y la antigüedad, mientras que se reducen de forma lineal los complementos fijos, que son los que diferencian realmente el sueldo de los funcionarios.
Sin embargo, el Gobierno no precisó ayer que el recorte alcance al complemento de productividad, que es precisamente el que perciben en mayor proporción los altos funcionarios.
De este modo, estiman que la progresividad anunciada por el Gobierno tiene un alcance "mucho más limitado", ya que de una horquilla anunciada de entre el 0,56% de recorte para los sueldos más bajos y del 7% para los más altos, la realidad es que quienes menos cobran verán realmente reducido su sueldo en un 3,25%, mientras que los salarios intermedios serán recortados en un 4,68%, de acuerdo con los cálculos elaborados por los Técnicos de Hacienda, sin contar con los "escasísimos" empleados del Grupo E (sólo 497 efectivos en la Administración General del Estado, quienes sufrirán un recorte del 0,68%).
Además, Gestha señaló la paradoja que se crea entre los distintos cuerpos ya que el recorte es regresivo para las élites administrativas, cuyos mayores complementos quedan fuera de la progresividad e incluso a salvo de la reducción aprobada.
Así, según estos cálculos los jefes y directivos, que no son altos cargos, verán reducido el 3,67% de su sueldo, unos 3.327 euros brutos anuales, en tanto que los profesores de secundaria, los técnicos o un mando intermedio dejarán de cobrar el 4,66% de su actual salario, unos 1.737 euros brutos al año.
Igualmente, los funcionarios con menores percepciones salariales, que son los que integran la base de la Administración Pública, y a su vez los más numerosos, sufrirán con mayor severidad el recorte en sus salarios que jefes y directivos.
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