MADRID.-Los relojes deberán adelantarse una hora y, a las 02.00 en la madrugada de este domingo, serán las 3.00, con lo que se inicia el llamado "horario de verano".
Este cambio supone un ahorro en consumo eléctrico de seis euros por hogar (90 millones de euros), según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), que sitúa el ahorro total en iluminación en unos 300 millones. De esa cantidad, 210 millones corresponderían a los edificios del sector terciario y la industria.
Para alcanzar este ahorro, el IDAE, no obstante, recomienda llevar a cabo un comportamiento responsable en el hogar a la hora de prescindir de la iluminación artificial cuando no es necesaria, así como el uso de tecnologías de ahorro en edificios industriales y otros.
Desde principios del siglo XX numerosos países han adoptado la decisión de adelantar la hora oficial en sesenta minutos durante los meses con mayor cantidad de luz para racionalizar el consumo eléctrico. Esta medida ha provocado la desconfianza de algunos sectores sociales por considerar que repercute física y psicológicamente en el ser humano, sin embargo los estudios realizados hasta ahora consideran que los cambios producidos son leves y transitorios.
La Comunidad Europea adoptó oficialmente el horario de verano en 1977 con el objetivo de adaptar las actividades sociales y económicas al ciclo de luz natural y así paliar la crisis energética. En este sentido la directiva europea 2000/84/CE establece que el período de la hora de verano se inicia el último domingo de marzo y finaliza el último domingo de octubre, en ambos casos a la una de la madrugada GMT (hora de tiempo universal), con carácter indefinido a partir de 2002.
En España el periodo de la hora de verano comienza el último domingo del mes de marzo de cada año a las dos de la madrugada, momento en que la hora oficial se adelanta sesenta minutos, y termina el último domingo del mes de octubre de cada año a las tres horas de la madrugada, momento en que se retrasa sesenta minutos.
Para alcanzar este ahorro, el IDAE, no obstante, recomienda llevar a cabo un comportamiento responsable en el hogar a la hora de prescindir de la iluminación artificial cuando no es necesaria, así como el uso de tecnologías de ahorro en edificios industriales y otros.
Desde principios del siglo XX numerosos países han adoptado la decisión de adelantar la hora oficial en sesenta minutos durante los meses con mayor cantidad de luz para racionalizar el consumo eléctrico. Esta medida ha provocado la desconfianza de algunos sectores sociales por considerar que repercute física y psicológicamente en el ser humano, sin embargo los estudios realizados hasta ahora consideran que los cambios producidos son leves y transitorios.
La Comunidad Europea adoptó oficialmente el horario de verano en 1977 con el objetivo de adaptar las actividades sociales y económicas al ciclo de luz natural y así paliar la crisis energética. En este sentido la directiva europea 2000/84/CE establece que el período de la hora de verano se inicia el último domingo de marzo y finaliza el último domingo de octubre, en ambos casos a la una de la madrugada GMT (hora de tiempo universal), con carácter indefinido a partir de 2002.
En España el periodo de la hora de verano comienza el último domingo del mes de marzo de cada año a las dos de la madrugada, momento en que la hora oficial se adelanta sesenta minutos, y termina el último domingo del mes de octubre de cada año a las tres horas de la madrugada, momento en que se retrasa sesenta minutos.
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