SANTIAGO.- El secretario general del PSdeG, Manuel 'Pachi' Vázquez, ha apelado a la "justicia social" para pedir no sólo que "se retrotraigan" las indemnizaciones "auténticamente escandalosas" concedidas a exdirectivos de Novacaixagalicia (NCG), sino que los actuales dirigentes de la entidad "den cuentas sobre sus sueldos y contratos blindados".
El objetivo es evitar que situaciones como las conocidas en las últimas semanas "se repitan" en el futuro en una entidad cuyo 93 por ciento se corresponde con fondos públicos. En todo caso, y aun considerando que estas compensaciones son "un escándalo mayúsculo que produce desasosiego", ha llamado a no perder de vista que "el principal problema" es que Galicia "no controla" su sistema financiero.
En este punto, en su intervención en un desayuno informativo organizado por el Fórum Europa-Tribuna Galicia, el líder socialista ha hecho hincapié en que el sector financiero de la comunidad está "en una situación crítica" porque tanto NCG Banco como el Banco Pastor --recientemente absorbido por el Banco Popular-- están "más pendientes de sus problemas que de solucionar los de las familias, las empresas y el tejido productivo".
Convencido de que Galicia "no puede renunciar a un sistema financiero propio" que "garantice la sostenibilidad empresarial y apueste por sus sectores estratégicos", ha recordado a todos los presentes que la "fortaleza" de NCG está "en los ahorradores".
"Es el momento de ejercer como gallegos y decirle al banco que el capital gallego debe revertir en mejoras para nuestra economía", ha arengado, para sentenciar: "eso sí es galleguidad".
Así, a juicio de Vázquez, se deben buscar "todos los recursos públicos y privados" para recapitalizar NCG Banco y que Galicia "no sea menos que otras comunidades", pudiendo apoyar a sectores como el lácteo, el maderero, el de la pizarra, la acuicultura y las energías renovables. "El futuro no pasa por crear un banco minúsculo y que nos compren sistemas de inversión americanos", ha advertido.
En este sentido, ha recordado que la Xunta "vendió la fusión de las cajas gallegas como algo que cambiaría el curso de la humanidad", pero ha evidenciado es que "la cruda realidad" es que la suma de las dos entidades tiene "el siete por ciento del nuevo banco". En este escenario, ha lamentado que Galicia "no controla su sistema financiero y pierde la posibilidad de contar con la obra social".
Preguntado al respecto, el jefe de filas del PSdeG ha reflexionado sobre que la comunidad "comenzó a perder la batalla" cuando el presidente autonómico, Alberto Núñez Feijóo, "decidió jugar sólo en la mitad del campo".
"Decidió que 'o fusión o muerte", ha ilustrado, para evocar que se descartaron opciones como el SIP y las fusiones interautonómicas.
"Había otras alternativas", ha apostillado, para sentenciar que ahora "no hay ni galleguidad ni solvencia". En todo caso, también admitido que el Banco de España "pasó de decir una cosa a decir otra" para apoyar la fusión entre Caixa Galicia y Caixanova, y "ellos son los que saben".
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