ALICANTE.- Una vez destituida la directora Amorós, aunque ya todo el comité directivo estaba en funciones desde el pasado día 22 de julio, sólo quedan tres altos directivos en el organigrama de la CAM.
Son José Pina, como máximo responsable de Desarrollo Corporativo, Francisco José Martínez, director del área de Gestión Financiera y Participaciones, y Teófilo Sogorb, el máximo jefe en el todo poderoso organigrama de Administración y Control de la caja alicantina.
Tres de los altos ejecutivos del equipo de Amorós en la última etapa han pasado a la prejubilación, como es el caso de Joaquín Meseguer, Vicente Soriano o Agustín Llorca, en este último caso director general adjunto, que se acogio al plan regulador un día antes de la intervención de la entidad por el Banco de España.
Amorós asumió un nuevo organigrama de funcionamiento en abril de este año para intentar adecuar la entidad alicantina "a las necesidades, expectativas y realidades de la nueva situación". En este organigrama se reforzaba el papel de Sogorb, un clásico Price Waterhouse, y posible puente con los técnicos del Banco de España.
A Sogorb, en esta difícil andadura financiera de la caja alicantina y tras el descalabro del SIP con Cajastur se le encargó, en ese mismo mes de abril, "el seguimiento de los objetivos económico financieros y el control y supervisión de la información relevante para la gestión".
En el caso de Pina, otro de los históricos de la CAM y ligado a la entidad desde los tiempos de Juan Antonio Gisbert o Roberto López, un financiero muy reconocido hasta principios de 2000, se le encomendó "no sólo el proceso de elaborar la información necesaria para inversores institucionales y otros organismos" (Administraciones) sino también "coordinar cualquier proceso corporativo o alianza estratégica en que intervenga la CAM".
El tercer hombre aún en activo en el equipo de la hasta hoy directora de la CAM es Francisco Martínez, al que Amorós encargó la gestión de tesorería "bajo parámetros de rentabilidad, riesgos, liquidez y capital". Como añadido tenía igualmente la responsabilidad de gestionar la cartera de participaciones no inmobiliarias. A la espera de nuevas decisiones
de los responsables del Banco de España. un total de 425 empleados de la CAM han dejado por prejubilaciones la entidad, en todas sus categorías. El mal sabor de boca les llega a los 6.500 que permanecen en la entidad y que están a expensas de la decisión de venta de la entidad por parte del Banco de España, prevista para septiembre. Entre los altos directivos hay desde directores generales, de área, financieros o de la propia Obra Social.
El caso más curioso ha sido el de Agustín Llorca que se prejubiló el mismo día 21, un día antes de la intervención del Banco de España. El consejo de administración de Caja Mediterráneo, durante su reunión ordinaria celebrada la tarde del jueves 21 de julio, fue informado por María Dolores Amorós, de que el director general adjunto y secretario general, Agustín Llorca, se incorporaba al plan de prejubilaciones establecido por la entidad y que por edad le corresponde.
Llorca asumió el pasado 3 de febrero sus funciones por designación unánime del consejo, aplazando su salida de la Caja a petición de la directora general hasta que culminase el proceso de segregación de CAM a Banco CAM. Como señaló María Dolores Amorós ante el Consejo, el hasta ahora director general adjunto “se ha acogido al plan de prejubilaciones establecido por la Entidad ante la inminente puesta en marcha del Banco CAM”, y añadió que “él ha entendido como nadie los conceptos de eficacia financiera, enfoque humano y orientación social de nuestro trabajo, que han identificado desde siempre a CAM”.
10 de agosto de 2011
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