sábado, 21 de abril de 2018

‘Fashion victim’, tres másteres… La abogada antidesahucios que ha dado Alicante al PP

MADRID.- Nerea Belmonte es una de esas personas que tienen el perfil de LinkedIn redactado en inglés. No necesita recurrir al traductor de Google para cuadrar su presentación. Hizo un programa de Erasmus en la Universidad de Essex (Reino Unido) en 2007, completó un máster en Leyes Internacionales en Derechos Humanos en la misma universidad inglesa en 2013 y cursó un programa de intercambio internacional con la Universidad de Ottawa entre 2009 y 2010. Con ese bagaje, la lengua de Shakespeare no le es para nada ajena, revela El Confidencial.

Si no está haciendo 'un Cifuentes’, la concejala tránsfuga que ha entregado la alcaldía de Alicante al Partido Popular con su voto en blanco presenta un currículo académico que epata y que incluye, además, la licenciatura de Derecho por la Universidad de Granada y otros dos másteres: uno en Comunicación Corporativa por OBS Business School y otro en Formación del Profesorado por la Universidad Miguel Hernández de Elche.

Su llegada a la política, sin embargo, está vinculada a la actividad que desarrolló como abogada de la plataforma Stop Desahucios, que la llevó a entrar en contacto con activistas del 15-M y otras plataformas de derechos sociales para formar parte del grupo fundador de Podemos en Alicante. 

La formación de la extensión alicantina podemista fue conflictiva desde el principio. Belmonte trató de asaltar la secretaría general local, pero fue derrotada por muy pocos votos en un proceso que posteriormente se reveló fraudulento y por el que fueron expulsados sus rivales bajo la acusación de haber inflado el censo y manipulado las votaciones.

Esta primera y tumultuosa experiencia orgánica no desalentó a Belmonte, que en 2015 concurrió a las elecciones municipales en una lista compartida con Esquerra Unida (EU) liderada por el que, a la postre, se ha convertido en el enemigo número uno de la concejala tránsfuga, Miguel Ángel Pavón, portavoz de EU en la anterior legislatura. La candidatura dio la campanada y obtuvo seis actas. Belmonte iba la sexta.

La inquina entre ambos comenzó a fraguarse cuando se supo que la edil, que había asumido el área de Acción Social y Vivienda tras una alambicada negociación con el PSOE (Gabriel Echávarri, alcalde ahora dimitido) y Compromís (Natxo Bellido), había adjudicado dos contratos menores de 7.260 euros y 4.000 euros a la empresa TechData, vinculada a personas que habían formado parte de su lista para tratar de liderar Podemos Alicante. 

Fueron las mismas personas que la invitaron y la acompañaron al desfile del diseñador de moda Iron Fiz en la Mercedes Benz Fashion Week de septiembre de 2015. El viaje conjunto a Madrid trascendió y elevó la presión política sobre la concejala.

No había pasado un año desde las elecciones y la abogada ya estaba en el punto de mira. Echávarri, entonces alcalde, pidió su cabeza y sus compañeros de coalición, con Pavón al frente, no dudaron en dejarla caer, aunque ella atribuyó esos contratos, que no eran ilegales, a su inexperiencia y desconocimiento del funcionamiento interno de la Administración local. "Si se considera que mi error estético es suficientemente grave como para que tenga que abandonar el proyecto, por el bien del proyecto, lo haré”, señaló entonces.

Una apestada para sus compañeros, invitada a abandonar el barco por todos los grupos, ella optó finalmente por el enroque denunciando una operación interna de IU por no seguir sus directrices. Se negó a entregar el acta y Echávarri le arrebató las competencias y el sueldo. El mismo salario que ahora ha exigido en la negociación con PSOE, Compromís y Guanyar para hacer alcaldesa a Eva Montesinos. 

Y de nuevo se ha topado con Pavón, al que incluso ha reclamado en las negociaciones que renuncie a sus competencias en Urbanismo si quiere su apoyo. "Hay que preguntar al señor Pavón por qué, aun a sabiendas de que era mi derecho restituir mi honor y mis derechos tanto económicos como políticos, no ha querido dar su brazo a torcer”, afirmó este jueves para justificarse.

La consecuencia de su desencuentro fue el voto en blanco que ha devuelto la alcaldía a un Partido Popular que todavía está digiriendo las causas por corrupción de sus anteriores representantes en el Ayuntamiento de Alicante.

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