MADRID.- La Comisión de Justicia del Congreso ha aprobado una proposición de ley del PDeCAT que modifica la Ley de Enjuiciamiento Civil para proteger la propiedad privada frente a la okupación ilegal. Esta comisión de la Cámara baja ha enviado la reforma de la ley al Senado,
 donde el PP tiene mayoría absoluta y el texto no encontrará ningún 
obstáculo para salir adelante, aunque luego deberá volver al Congreso. 
La reforma ha sido aprobada por 19 votos a favor y 18 en contra —se han opuesto el PSOE, Unidos Podemos y ERC—
 y en cuanto entre en vigor tras su ratificación en la Cámara alta 
permitirá el desalojo exprés de las viviendas de propietarios que sean 
"personas físicas, entidades sin ánimo de lucro y entidades públicas 
propietarias de viviendas social". Los tres partidos que se han opuesto 
mantienen que la modificación no garantiza el realojo de las familias 
vulnerables que hayan okupado un inmueble, según El País.
El grupo parlamentario confederal ya había alertado de que la 
proposición de ley para agilizar los procesos de desalojo ante 
ocupaciones de vivienda abre la puerta a que los bancos y fondos buitre 
pudieran acogerse a este procedimiento de desahucio exprés.
El PSOE finalmente se ha descolgado de un texto que, en buena 
parte, había acordado y respaldado en la fase de ponencia. Lo ha 
motivado en que el resultado "final no tiene medidas concretas contra 
los extorsionadores, sino contra los ocupantes". 
En la votación de enmiendas en la comisión se han excluido del 
proceso de desahucio exprés a las entidades privadas y gestoras de un 
fondo de viviendas destinadas al alquiler social, que venían incluidas 
en el texto aprobado por la ponencia, lo que abría la puerta a que 
entidades financieras o fondos buitre pudieran acogerse a estos 
procedimientos.
Podemos había denunciado que entre las entidades que pueden acogerse a
 este nuevo procedimiento figuran "entidades titulares o gestoras de un 
fondo de viviendas destinadas a alquiler social al que pertenezca el 
inmueble que no gocen de privilegios administrativos para recuperar la 
posesión". Es decir, "bancos y lo que haga falta", había denunciado este
 lunes la portavoz de En Comú, Lucía Martín.
La propuesta finalmente aprobada abre la puerta a pedir "la inmediata
 recuperación de la plena posesión de una vivienda o parte de ella 
siempre que se hayan visto privados de ella sin su consentimiento" las 
personas físicas propietarias de vivienda, entidades sin ánimo de lucro y
 "entidades públicas propietarias o poseedoras legítimas de vivienda 
social".
En este caso, se trasladará una notificación a los ocupantes, 
extensible a aquellos que en ese momento no se encuentren en la 
vivienda. Desde entonces, se exigirá a estos ocupantes que justifiquen 
la situación de posesión. 
Ante esto, "exclusivamente" podrán fundamentar
 su oposición a la demanda en "la existencia de título suficiente para 
poseer la vivienda o en la falta de título" por parte del demandante. En
 caso de no aportarse "justificación suficiente, el tribunal ordenará 
mediante auto la inmediata entrega de la posesión de la vivienda". 
Contra este auto, señala la ley, "no cabrá recurso alguno y se llevará a
 efecto contra cualquiera de los ocupantes que se encontraren en ese 
momento en la vivienda". 
También se dictará sentencia "de inmediato" en caso de que el 
demandado no contestara al requerimiento en el plazo previsto de cinco 
días. La ley, además, posibilita la ejecución, si así lo solicitara el 
demandante, sin la necesidad de que transcurra el plazo de 20 días 
previsto en la Ley de Enjuiciamiento Civil.
La ponente del PDeCAT, Lourdes Ciuró, ha asegurado que en ningún caso
 buscaban permitir "que puedan acogerse ni fondos buitre ni cualquier 
entidad que pueda especular con la vivienda". 
"No es nuestra intención",
 ha declarado. Ciuró ha confirmado que han trabajado en "un redactado 
para que no quede ni la más mínima duda de que únicamente puedan 
acogerse Administraciones públicas y ONG, tal y como constaba en la 
iniciativa original, y hasta en el propio título inicial de la 
propuesta, que mencionaba la disposición de viviendas a entidades 
sociales y Administraciones públicas. Ahora, se limita a hablar de la 
okupación ilegal de inmuebles".
La ley también contempla la comunicación "a los servicios públicos 
competentes en materia de política social" en diferentes fases del 
proceso "si procediera su actuación", aunque no de oficio sino una vez 
se obtuviera consentimiento de "los interesados". 
La primera de ellas, 
en caso de identificarse a los ocupantes al efectuar la notificación de 
la demanda, al acordarse la entrega de la posesión de la vivienda y el 
desalojo y también cuando se fije la fecha para ejecutar el desahucio. 
Al acordar la entrega de la posesión, se fija un plazo de siete días 
para que estos servicios públicos puedan "adoptar las medidas de 
protección que en su caso procedan".
Sin embargo, la proposición de ley no garantiza una alternativa para 
los desahucios de estas okupaciones y no tiene definidas medidas 
concretas para aquellos casos en los que las personas desahuciadas se 
encuentren en una situación de vulnerabilidad. 
Pero sí que establece la 
obligación de las Administraciones públicas de que incorporen en sus 
protocolos de vivienda "medidas ágiles de coordinación y cooperación al 
objeto de prevenir situaciones de exclusión residencial", con el fin de 
"dar respuesta adecuada y más lo más inmediata posible" a casos de 
vulnerabilidad.
Estos protocolos, subraya esta medida incluida en una disposición 
adicional, "garantizarán la creación de registros" donde incorporar 
"datos sobre el parque de viviendas sociales disponibles para atender a 
personas o familias en riesgo de exclusión".
La aprobación del desalojo exprés ha agrandado la brecha en Cataluña 
entre el PDeCAT y la CUP. La diputada autonómica de la CUP Natàlia 
Sànchez ha acusado al partido de Carles Puigdemont de facilitar los 
desahucios de viviendas con su propuesta para "blindar privilegios" de 
"la elite que especula con las propiedades" inmobiliarias. 
En ese 
sentido, ha considerado "gravísimo que el PDeCAT lidere políticas que 
van en contra de las clases populares para convertir las viviendas en 
material de beneficio y de especulación".
También la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha denunciado que esta 
sea la única ley que se está planteando en materia de vivienda, que a su
 juicio acelerará los desahucios de viviendas ocupadas y "generará una 
nueva ola de desahucios". 
"Es muy fácil ir legislando a favor del 
desahucio y que después todas las consecuencias las tengan que gestionar
 los Ayuntamientos", ha criticado.
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