lunes, 3 de diciembre de 2018

Andalucía le regala a Ximo Puig la amenaza de un tripartito de derechas

VALENCIA.- El domingo negro vivido por los socialistas andaluces -y por la izquierda española en general- afecta gravemente a los planes del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y también colateralmente al líder valenciano, Ximo Puig. Lejos de dibujar, tal y como apuntaban algunos sondeos y en especial el CIS, un escenario si no de gran éxito, sí de continuidad para el PSOE, la noche se tornó en pesadilla para los del puño y la rosa, según el análisis del digital regional de referencia https://valenciaplaza.com

14 escaños de pérdida -de 47 a 33- que les dejan por primera vez en 40 años a expensas de que otras fuerzas se entiendan para gobernar en la Junta de Andalucía. Curiosamente, los resultados acontecidos calcan lo ocurrido en 2015 en la Comunitat Valenciana pero con la derecha ocupando el lugar de las fuerzas de izquierdas. 
Puig, con el peor resultado de la historia del PSPV (23 escaños), se convirtió en el presidente de la Generalitat con el apoyo de Compromís (19 diputados) y Podem (13), tras la caída del PP hasta 31 escaños. 
Ahora, el popular Juanma Moreno, pese haber caído en siete representantes respecto a las pasadas elecciones, podría ser presidente de la Junta si consigue el apoyo de Ciudadanos (21 diputados) y de la ultraderecha de Vox (12 escaños), que protagonizó la sorpresa de la jornada con una irrupción espectacular similar a la que tuvo en Les Corts Podem en 2015.
Este resultado puede traer consecuencias en la situación estatal y también en la valenciana. La caída de los socialistas en Andalucía supone un durísimo golpe para Pedro Sánchez; a quien solo le queda el consuelo de que la irrupción de Vox pueda alertar a la izquierda y movilizarla en siguientes compromisos electorales -ayer la participación cayó en cinco puntos- y que lo ocurrido este domingo 'asuste' en cierta medida a las fuerzas independentistas en el Congreso y se replanteen aprobar los presupuestos para evitar las urnas en España.
En cuanto a la Comunitat Valenciana, un resultado como el de este domingo invita a que, más pronto que tarde, surjan sondeos que empiecen a dar representación en Les Corts a Vox. Un partido que carece de estructura y que, en tierras valencianas, apenas se situaba entre las diez fuerzas más votadas en los distintos comicios celebrados en los últimos años.
No obstante, la espectacular irrupción de la formación de extrema derecha -algo que ha ocurrido ya en muchos países de Europa- puede tener cierto eco en tierras valencianas y complicar el hasta ahora plácido escenario que se perfilaba para los socios en el Consell -PSPV y Compromís-, especialmente para los socialistas, que hasta deshojaban la margarita de un adelanto electoral respaldado por unos sondeos de los que ahora todos dudan.
Ahora, en cambio, la dinámica para el Botànic no es buena. Adelante Andalucía -alianza de Podemos, IU y otras fuerzas- cosechó ayer un resultado bastante malo, perdiendo tres escaños respecto a lo conseguido por Podemos en 2015. 
Por lo tanto, malas noticias para la rama valenciana de la formación morada que viene mostrando debilidad en las encuestas de corte autonómico.
Con estos mimbres, no es descabellado imaginar que en los próximos meses se desarrolle un choque de trenes entre el Botànic y un hipotético tripartito de derechas entre PPCV, Ciudadanos y Vox
Un paralelismo con muchos matices, empezando porque no es comparable el desgaste de Susana Díaz y el PSOE andaluz con el de Ximo Puig, pero a que a buen seguro empezará a preocupar en Presidencia de la Generalitat desde este mismo lunes.
Más aún si la aparición de Vox en el escenario se produce también en otras plazas relevantes como la ciudad de València, donde la ventaja para la izquierda es solo de un concejal. Una entrada de este partido podría suponer un auténtico puñetazo en el tablero que abriera la puerta a la recuperación del consistorio por parte de la derecha.
Lo que sí parece alejarse definitivamente es la posibilidad de un adelanto autonómico por parte de Ximo Puig. El presidente de la Generalitat, quien ha manejado esta posibilidad en los últimos meses, no debería tener demasiadas ganas de dar un paso adelante después de la inesperada debacle de su compañera y amiga Susana Díaz. 
Como decía un veterano dirigente socialista a este diario: "Si gobernando en España, las cosas van mal para el PSOE en Andalucía... es que no nos debe ir bien ahora mismo en ningún sitio". 
Así pues, la opción del adelanto electoral autonómico apunta a diluirse como un azucarillo mientras que, probablemente, se crucen los dedos en el PSPV para que no se produzca un 'superdomingo' electoral. 

Los sondeos no acertaron y el CIS hizo el ridículo

Por otro lado, muy pocas encuestas se acercaron a lo ocurrido este domingo. Mención especial a la realizada por GAD3 para Abc publicada al cierre de las urnas aunque realizada horas antes de la jornada electoral y la de Sigma Dos para El Mundo el 25 de noviembre que apuntaba a un resultado para el PSOE entre 36 y 40 escaños, daba a Vox 3 o 4 diputados, ofrecía resultados muy similares a los alcanzados por Ciudadanos y Adelante Andalucía, aunque no llegaba a esbozar el fin de la hegemonía de la izquierda.
El que se estrelló fue el sondeo del CIS del 14 de noviembre, que le daba entre 45 y 47 escaños a los socialistas, cuando anoche consiguió 33. De la misma manera, le otorgaba entre 20 y 22 al PPA (logró 26) y solo le daba uno a Vox, cuando consiguió 12.

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