jueves, 26 de septiembre de 2019

Los vecinos pedirán indemnizaciones al Ayuntamiento si condenan a Alicante por el ruido

ALICANTE.- Los vecinos del centro tradicional valorarán de forma individual la posibilidad de plantear reclamaciones por daños «morales y personales» al consistorio alicantino en caso de que la juez concluya que ha habido una vulneración de derechos fundamentales a la hora de regular los niveles de ruido, recoge hoy El Mundo

El juicio arrancó el martes, y el abogado de la acusación, Luis Santamaría, explicó que no se ha solicitado ningún tipo de indemnización de momento porque tendrán que ser los afectados quienes, en caso de que el fallo sea favorable, reclamen lo que consideren oportuno en concepto de daños morales, personales o incluso el importe de las obras que hayan tenido que desembolsar para evitar molestias. 
Ese fue el caso, por ejemplo, de una de las dos vecinas que testificaron el pasado martes ante la juez que instruye el caso, y que se vio obligada a insonorizar su vivienda. Ambas residentes aseguraron que estaban «al límite» y que no podían convivir con el estado actual del ocio nocturno en la zona. En este sentido, la presidenta de la asociación del centro tradicional, Alcázar Moreno, confirmó a El Mundo que los vecinos se plantearán realizar estas reclamaciones en caso de que la sentencia sea favorable.
El juicio se ha suspendido diez días para que las partes puedan revisar un informe de más de 600 páginas elaborado por un perito independiente designado por la juez. Tal como publicó el martes este diario, el documento concluye que la zona del centro tradicional de Alicante cuenta con las condiciones para poder ser considerada Zona Acústicamente Saturada (ZAS), tal como vienen reclamando los residentes desde hace años. 
La idea de la asociación es que la mayor parte de calles del entorno de Castaños tengan esta consideración, lo que en la práctica supone acabar con la zona de ocio de moda en la ciudad.
Las mismas fuentes argumentan que los sonómetros instalados por el Ayuntamiento demuestran que se están incumpliendo los límites establecidos y que, sin embargo, no se han adoptado medidas para corregir la situación. 
También quieren que se limite el número de veladores en la zona, por lo que se oponen a la peatonalización al considerar que supondrá «abrir la puerta a privatizar ese espacio».
En principio el tripartito de izquierdas que entró a gobernar en mayo de 2015 (PSOE, Guanyar y Compromís) llevaba en su programa conjunto de Gobierno la posibilidad de declarar en el centro una ZAS. La división interna en el consistorio (el PSOE era contrario y Guanyar favorable) dejó de tener importancia cuando se rompió el Gobierno y se quedaron los socialistas en solitario. En este sentido, la entrada del PP supuso la recuperación de la Policía que vigilaba el tardeo, aunque los vecinos aún se sienten «ignorados».

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