miércoles, 23 de octubre de 2019

Así vigiló la Guardia Civil a Eduardo Zaplana hasta llegar a un banco suizo

VALENCIA.- Las nuevas pruebas incorporadas al sumario que investiga la trama de Eduardo Zaplana vuelven a situar al expresidente de la Generalitat Valenciana en el centro de un presunta red internacional de cobro de comisiones a través de multitud de paraísos fiscales. Entre los nuevos indicios recopilados están las grabaciones que registraron en formato vídeo los encuentros del también exministro de Trabajo del PP con sus colaboradores, así como los pinchazos telefónicos originales que permitieron llegar hasta los 6,3 millones de euros que Zaplana escondía en un banco en Suiza.

Levante-EMV, cabecera del Grupo Prensa Ibéricaha tenido acceso en exclusiva al material audiovisual, tributario y mercantil que ha analizado con detalle en los últimos meses la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil por orden del juzgado de Instrucción 9 de València. 
 Esta semana, la magistrada instructora tenía previsto retomar los interrogatorios a los principales imputados -ahora, investigados-, entre los que se encontraban todos los miembros de la familia Zaplana, pero finalmente han quedado suspendidas a la espera de que las partes revisen esta documentación.
Además, según apunta la documentación de la que dispone este periódico, el juzgado está a la espera de que la Guardia Civil entregue varios informes complementarios. Respecto a la pieza del caso Erial que sigue secreta, el juzgado vuelve a prorrogar el velo sumarial a la espera de que los paraísos fiscales requeridos respondan a los requerimientos de la Fiscalía. Entre esas pruebas aportadas por los investigadores al juzgado recientemente destacan las imágenes que recogen el seguimiento de la Guardia Civil a Zaplana.

Reunión en Madrid

En concreto, la UCO grabó una reunión que mantuvo el exjefe del Consell en el hotel Wellington, en la calle Velázquez de Madrid, con Fernando Belhot, el mago de las finanzas que ha acabado colaborando con los investigadores. 
Belhot es el abogado uruguayo que movilizó el dinero de las presuntas mordidas acumuladas en Luxemburgo para obtener rentabilidad tras las desastrosas inversiones de Joaquín Barceló, amigo íntimo de Zaplana y exdirector de formación de la Agencia Valenciana de Turismo, en Andorra a través de cuatro sociedades panameñas.
Belhot abrió las cuentas de la trama en Suiza y, tras ser imputado en la causa, decidió colaborar, entregar el dinero ingresado en el país alpino e implicar a Eduardo Zaplana. Las imágenes están recogidas en cuatro archivos de vídeo distintos y los agentes instalaron una cámara en el techo para captar la llegada del testaferro y el exdirigente del PP. 
El plano es cenital y la imagen que ofrece es panorámica, por lo que se observa con nitidez la entrada de ambos a una sala reservada del hotel donde se sirve el almuerzo a los clientes que así lo solicitan.
La grabación se realizó meses antes de la detención de Zaplana, practicada en mayo de 2018. El cuerpo de élite de la Guardia Civil y la Fiscalía Anticorrupción pidieron al juzgado que permitiese la grabación en esta zona del hotel. 
La vigilancia de la Guardia Civil a Zaplana no tiene precedentes en València. Es la primera vez que en un procedimiento de corrupción se consigue grabar una reunión con tanta calidad y nitidez. Los agentes necesitaban grabar ese encuentro, pues Eduardo Zaplana y sus colaboradores se reunían en espacios privados y la grabación podía generar una cuestión de nulidad si el caso llega a juicio.

Encuentros diarios

Las reuniones entre el expresidente de la Generalitat y sus colabores eran diarias. La Guardia Civil necesitaba recurrir a cámaras ocultas para captar la información y los discretos encuentros. Las medidas acordadas de captación de comunicación fueron un éxito. La jueza dio su visto bueno y se preparó el dispositivo. 
Como Eduardo Zaplana evitaba reunirse en espacios públicos, salvo en el caso de la comida programada con el uruguayo en un restaurante, la UCO diseñó el operativo.
Sin embargo, finalmente el encuentro tiene lugar en el hotel de la calle Velazquez, pues Fernando Belhot regresaba a Uruguay y estaba allí alojado. El dispositivo contó con agentes infiltrados para no levantar ninguna sospecha. 
Tras estallar la operación policial y mantener el juzgado durante varios meses en prisión provisional a Eduardo Zaplana, Belhot acabó confesando dónde estaba el dinero: en Suiza. El expresidente ha negado en los últimos meses que el dinero intervenido por el juzgado sea suyo.

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