domingo, 2 de enero de 2022

Mara Maffeis, la médico italiana de familia que pretendía desatender a los no vacunados


MILAN.- "¡¡¡Muchas "gracias" a los pacientes no vacunados por la nueva ola pandémica a la que nos enfrentamos!!! Voy a solicitar al centro de salud que elimine de mi consulta a todos los pacientes no vacunados". Y lo hizo, según el prestigioso periódico IlCorriere della Sera.

La doctora Mara Maffeis, de 48 años, oriunda de Parre, en Bérgamo, y que trabaja en los ambulatorios de Ponte Nossa y Premolo, habló con su contacto en la Agencia italiana de Protección de la Salud para plantear esa opción: eliminar de la lista de sus 1.500 pacientes a los que no se hayan vacunado contra el Covid.

"Me dijeron que no es posible hacerlo, que entonces también tendrían que quitar a las personas obesas y a los fumadores. Por tanto, seguiré tratando a todos como siempre lo he hecho".

La de la doctora Maffeis es una batalla que viene de lejos: "He pasado horas en el ambulatorio convenciendo a los indecisos". Pero su paciencia alcanzó el límite la pasada semana, en medio de la muy contagiosa ola de ómicron y con el caos que están suponiendo los días de fiesta y test masivos. 

"Me sentí abrumada ante la cantidad de llamadas de pacientes que habían dado positivo, parecía marzo de 2020", explica la médico, "todos estos son casos se manejaban hasta ahora en atención primaria, pero con este caos no damos abasto. La primera cita disponible para PCR es el 14 de enero. Les haces una receta y los envías a la cola. Es absurdo".

En su caso, todos son pacientes asintomáticos o con síntomas leves. "Todavía estamos entendiendo cómo manejar la enfermedad, entre test de control y rastreo de contactos. Si no tuviera nada más que hacer, vale, pero también hay otros enfermos". Habla de ello en el descanso entre su turno de mañana en Ponte Nossa y el de tarde en Premolo.

"De vez en cuando exploto, los pacientes lo saben. El lunes estaba sobrepasada cuando publiqué ese mensaje en mi estado de WhatsApp. Lo malo fueron las amenazas que recibí justo después. Una persona anónima me escribió diciéndome que me habría denunciado a los carabinieri y que había acudido a un abogado. Un tal Locatelli me llamó insultándome, diciendo que había promovido una recogida de firmas para que me echaran, que iría a contarlo a los medios. Pues bienvenido sea si puedo transmitir el mensaje de que hay que vacunarse. No tengo miedo". 

Los dos se presentaron como sus pacientes, "pero no creo que lo sean. En cualquier caso, si no están de acuerdo con mis pensamientos, son libres de cambiar de médico. No sé cuántos de los pacientes que he visto no están vacunados, pero creo que han tenido un papel muy importante en esta nueva ola. Los primeros infectados que visité, casualmente, fueron cuatro personas no vacunadas".  

La médico apunta que los más escépticos tienen entre 40 y 50 años, "incluso con niños. Con algunos razonas, con otros es inútil, una vez me preguntaron si es cierto que la vacuna te esteriliza. Estoy harta de perder el tiempo con esta gente".

Le llegaron también mensajes de solidaridad: "Yo me he puesto ya las tres dosis de la vacuna, y siempre me han provocado terribles efectos secundarios, pero estoy lista para la cuarta. En marzo de 2020 pasé el Covid. Si pienso en aquello, en los que vagaban en busca de oxígeno y lo encontraban porque otros habían muerto, todavía se me pone la piel de gallina".

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