VALENCIA.- La gran pregunta que corre estos días por los círculos políticos valencianos es cuándo será la investidura de Carlos Mazón como presidente de la Generalitat. Pero el PP ni siquiera habla aún de fechas. ¿Antes de agosto? La respuesta es sintomática: "Hay plazos que no podemos aventurar", recoge El Mundo.
De hecho, el PP ya ha elevado la consulta a los letrados de las Cortes Valencianas, según admiten fuentes del partido. Hay dudas de hasta cuándo se podría estirar legalmente el calendario para evitar lo que busca Pedro Sánchez con el adelanto de las elecciones generales: solapar la campaña con los pactos de PP y Vox.
La única fecha clara en el calendario valenciano es la del 26 de junio, día en que se tienen que constituir las nuevas Cortes. El reloj empezará entonces a correr, si bien en los grupos parlamentarios hay diferentes interpretaciones sobre la velocidad a la que puede hacerlo. Además, podría entrar también en juego lo que decidan la Presidencia y los integrantes de la Mesa... que deben pactar también los partidos.
De entrada, el reglamento pone plazos sin distinguir entre días hábiles o naturales, lo que podría llevar como tarde, según las interpretaciones, a una investidura el 21 de julio. Es decir, un día antes de la jornada de reflexión y a las puertas de las elecciones generales.
Ahora bien, el reglamento del parlamento autonómico contempla que, en esa primera votación, el candidato necesita de la mayoría absoluta para ser investido. De lo contrario, "se procederá, 48 horas después, a una nueva votación en la que será suficiente el voto favorable de la mayoría simple".
Efectivamente, y a falta de más concreción, sobre el papel las 48 horas se cumplirían el domingo electoral, si bien las fuentes consultadas señalan que los letrados de la cámara podrían también fijar la nueva sesión para el lunes.
El PP no descarta ir a una primera sesión de investidura sin tener amarrados los apoyos de Vox, precisamente para jugar con los tiempos. Porque lo que plantea también el reglamento es que, "si transcurrido el plazo de dos meses, a partir de la primera votación de investidura, ningún candidato o candidata obtuviera la confianza de las Cortes Valencianas", habría que disolver la cámara.
Dicho con otras palabras, PP y Vox aún tendrían ese margen de dos meses para cerrar un pacto de gobierno.
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