VALENCIA.- La exvicepresidenta, exconsellera y exportavoz del Consell del Botànic, Mónica Oltra, ha señalado que «si la izquierda se piensa, y la izquierda partidista se lo piensa, que haciendo un vídeo de TikTok ya tiene la jornada completa, lo tenemos mal».
Así lo ha indicado en la conferencia 'La alternativa para la izquierda en la era Trump', en el marco de las Jornadas de Verano organizadas por la Unificación Comunista de España (UCE), que ha tenido lugar la tarde de este viernes en el Hotel Senator Parque Central de Valencia.
Oltra ha defendido que «hay que reconstruir el parámetro moral de la fraternidad» porque «ahora mismo el discurso fascista ya es hegemónico». En este sentido, ha afirmado que la fraternidad «es el elemento clave para sobrevivir como especie».
«Vivimos en inmersión fascista. Tal es así que, a veces, no nos damos cuenta que estamos en inmersión fascista hasta que te paras y analizas y unes los puntos de lo que acabas de oír, de lo que acabas de vivir, y dices, efectivamente, estamos en inmersión fascista», ha manifestado.
En esta línea, ha apuntado que «lo primero que hay que analizar es qué paralelismos hay con los años 30 del siglo XX y ahora»: «Paralelismos discursivos, muchísimos. Paralelismos económicos, muchísimos. Pero también hay elementos que, obviamente, entonces no existían, como son elementos de aceleración de la historia, el desprecio de la cultura por parte de quien en los años 30 del siglo XX tenía claro que no había podido formarse o que no sabía leer y escribir y que sus hijos o sus nietos tenían que saber leer y escribir para no ser tiranizados por los oligarcas, para entender lo que significaba la opresión para poder liberarse, la cultura era liberadora».
Así, ha lamentado que ahora «las clases populares que deberían tener en la cultura una herramienta de liberación, porque lo es, la menosprecian».
«Y además se tienen elementos de validación porque tienes una información ingente con la que te puedes ayudar», ha resaltado, al tiempo que ha agregado que antes «no había validación de la estupidez» cuando ahora «encuentras validaciones de gente que incluso tiene carrera»".
«Por eso no entiendo la obsesión que tienen algunos por poner títulos. Quiero decir, mi padre nunca tuvo un título y hubiera sido mejor gobernante que la mitad de los que tenemos ahora mismo», ha aseverado.
La exvicepresidenta de la Generalitat se ha preguntado «¿qué está haciendo la izquierda en este panorama?» y ha señalado que desde hace tres años vive la historia como ciudadana y lo que ve le «preocupa».
A su juicio, «lo primero que tienen que hacer las izquierdas es reconstruir un paradigma moral universal».
«Mi bandera no puede ser otra que la vida y la dignidad de otro ser humano. Porque hemos de volver a las palabras compasión, misericordia, empatía. Porque si yo no puedo tener compasión, ¿qué me une a mí a la especie humana?», ha destacado.
Asimismo, ha lamentado que «cuanto más cruel y despiadado es el ataque al adversario, más likes tiene» y ha criticado que esto «la izquierda también lo está practicando, o la pseudoizquierda».
Y ha añadido: «Entonces, cuando tú estás triturando a otro ser humano y estás asumiendo los parámetros morales de la ley de la selva, del neoliberalismo, de que el más fuerte es el más cruel, el que más grita y el que más achanta al otro, si tú eso desde la izquierda estás practicándolo, ¿quién eres? Porque si hacemos como ellos, somos ellos».
«¿Cómo vamos a poner en marcha proyectos de izquierda si no somos capaces de entender, vivir y defender la fraternidad?», se ha cuestionado Oltra.
Respecto al discurso de la era de Trump, ha aseverado que está «segura» de que «no pasa por absolutamente nada de lo que se habla en las tertulias», donde «hablan de lo mismo, al mismo tiempo, en la misma intensidad y con el mismo carácter efímero», lo que, a su parecer, «no es algo casual».
«Cuando entraron en Auschwitz podían tener la excusa de que nadie sabía lo que estaba pasando. Sin embargo, esto está pasando ante nuestros ojos. Tenemos las imágenes todos los días. ¿Cómo es posible? ¿Cómo es posible? Están poniendo a prueba nuestra resistencia al dolor ajeno. Están midiendo nuestra indolencia. Porque luego vendrán a por nosotros. Que nadie lo dude», ha manifestado.
Oltra ha denunciado que «el individualismo se ha instalado hasta tal punto que no somos capaces de ver lo que hacemos respecto de lo que criticamos».
«Hasta ahora la izquierda nos hemos dedicado, yo también cuando era vicepresidenta, a poner mínimos. Cuando tú pones unos mínimos de lo que tiene que tener la gente, la derecha te dice, pero es que eso es insostenible. Efectivamente, a la derecha hay que decirle, efectivamente, es insostenible. Porque tú tienes demasiado», ha apuntado.
La exconsellera ha defendido que «ya no se pueden poner más paños calientes porque ya no da».
«La socialdemocracia murió. Vamos a ver cómo hacemos la revolución», ha subrayado.
Oltra ha afirmado que la respuesta solidaria tras la dana del pasado 29 de octubre «fue lo más hermoso que pasó»: «Gente joven organizándose para ir a sacar barro, para ir a ayudar a la gente, eso fue muy hermoso».
Para la exconsellera, la dana «es el ejemplo perfecto de cómo la gente se moviliza ante el sufrimiento humano».
«¿Dónde está el reto? En darle a esto una estructura permanente. Ahí está el reto», ha añadido.
«Tengo la impresión de que estamos en negación para que esto no vuelva a pasar y esto va a pasar, y va a pasar cada vez más a menudo», ha señalado, al tiempo que ha recalcado que «hay que hacer política que asegure la supervivencia colectiva».
Y ha añadido: «¿Cuánta gente se ahogó en plantas bajas por no tener salida a una escalera para poder subir? Pues eso es lo que hay que evitar. Y de eso es de lo que se tendría que estar hablando y no de 'vamos a dejarlo todo otra vez como está'. ¿Hasta cuándo? Porque la siguiente no parece ser que vaya a ser de aquí 50 años».
Respecto al acuerdo que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, alcanzó con la OTAN para no subir al 5 por ciento el gasto en defensa de España, Oltra ha valorado que «todo lo que sea poner coto está bien».
Asimismo, ha pedido regular la propiedad privada para abordar el acceso a la vivienda: «Si la vivienda es un derecho de los ciudadanos, no puede ser tratada únicamente como un bien de inversión».
En esta línea, ha defendido que las personas jurídicas «no puedan ser titulares de viviendas», pues «una persona jurídica no puede habitarla».
También ha denunciado las «dificultades» para entender la regulación de la Sareb.
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