martes, 9 de septiembre de 2008

La Universidad de Alicante y Aitex investiga la creación de nuevos 'nanocolorantes' funcionales

ALICANTE.- El Grupo de Investigación de Visión y Color de la Universidad de Alicante y el Grupo de Investigación en Textiles Inteligentes y Funcionales de Aitex colaboran en la creación de nanopigmentos funcionales a partir de nuevos tipos de nanoarcillas y colorantes orgánicos dirigidos a mejorar las prestaciones de materias textiles en el sector textil, según informaron en un comunicado fuentes de la institución académica.

Los investigadores Verónica Marchante y Francisco M. Martínez Verdú formarán parte del equipo creado por el Instituto Tecnológico AITEX, compuesto por José Gisbert y Gabriel Martínez para desarrollar un proyecto de I+D+i en la Comunidad Valenciana.

El potencial que ofrece la manipulación de materiales a escala nanométrica y la tecnología del color ha abierto una vía de exploración muy interesante para industrias como la textil, cerámica, tintas de impresión, o audiovisual, entre otros.

El departamento de Óptica, Farmacología y Anatomía lleva años trabajando en este campo y el acuerdo con Aitex pone de relieve la relación entre universidad y empresa, sobre todo, cuando hablamos de funcionalidad y calidad.

Martínez Verdú, doctor en Ciencias Físicas, explicó que el objetivo será "la búsqueda de nuevas familias de colorantes funcionales y de entre ellos, localizar los adecuados y susceptibles de poderse mezclar eficientemente con varios tipos de nanoarcillas para crear un nuevo tipo de colorante: el nanopigmento".

Por tanto, aquellas fibras y textiles coloreadas con este colorante basado en nanotecnología "responden a la creación de colores más estables ante cambios ambientales, corporales, o de otro tipo, con o sin cambio reversible de color, de ahí el calificativo de textiles inteligentes".

Los nanopigmentos están formados a partir de la mezcla controlada de nanoarcilla y colorante orgánico por intercambio iónico. Poseen las prestaciones de las propiedades nanoscópicas de estas arcillas especiales que actúan como refuerzo de propiedades térmicas, mecánicas y ópticas de materiales, y minimizan los inconvenientes de los colorantes orgánicos que, por sí solos, son más inestables a variaciones extremas de temperatura, radiación ultravioleta.

"La nanoarcilla refuerza las propiedades mecánicas y ópticas y uno de los aspectos más importantes es que no se altera la estructura química, cristalina, con lo que el color, su aspecto visual, queda prácticamente inalterado pero resulta muchísimo más estable", según precisó el investigador.

El proyecto tiene su origen en el instituto holandés TNO. Ahora el Grupo de Investigación participará junto a Aitex y otras empresas en nuevas familias de colorantes funcionales y varios tipos de nanoarcillas.

La filosofía de trabajo es que "cumplan con los requisitos de rendimiento y estabilidad excelentes dentro de parámetros de calidad, que sean menos contaminantes y que den un valor añadido al producto final, tal como desea siempre el fabricante".

En esta última parte, "entra en acción los laboratorios del instituto tecnológico textil".

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