domingo, 9 de agosto de 2009

Las hamacas de Torremolinos, huérfanas de turistas

MÁLAGA.- En pleno verano, las playas de Torremolinos, en la Costa del Sol, están siempre llenas de turistas, muchos de ellos extranjeros, pero este año, la crisis económica ha vaciado las hamacas.

Bajo el sol y el calor que imperan en esta estación balnearia del sur de España, los bares, restaurantes y otras tiendas de 'souvenirs' que venden trajes de 'bailaora' de flamenco o camisetas del Real Madrid trabajan a medio gas.

Incluso algunos han cerrado con la excusa de realizar reparaciones.

"Es el peor verano que he visto. Por la crisis no hay gente en la playa", se lamenta Pedro Hervás desde su tenderete con forma de naranja gigante, donde desde hace 20 años ofrece a los turistas sedientos zumos de cítricos.

"El verano pasado no se podía andar por la cantidad de gente que había", relata este español de 57 años.

España, tercer destino turístico mundial, famoso por sus extensas playas, asaltadas por británicos, alemanes u holandeses, siente los rigores de la crisis. La fuerte caída de la libra esterlina empeoró la situación, ya que los británicos representan un cuarto del total de los turistas.

En los seis primeros meses del año, España recibió 23,6 millones de visitantes extranjeros, un 11,4% menos que el año anterior, según el ministerio de Turismo. La caída ha sido del 16,3% para los británicos.

El gobierno calcula una disminución del 10% en los tres meses del verano (junio, julio y agosto). Además, los extranjeros que vienen este año gastan menos.

Robert Downey, ex conductor de taxi en Glasgow, convertido en estas playas en gerente de un bar que vende los clásicos 'fish and chips' tan apreciados por los súbditos de Su Majestad, explica que su actividad disminuyó entre un 30% y un 40% este año.

"Normalmente, los clientes llegaban a las 21.00 horas y se tomaban entre cuatro o cinco bebidas. Ahora, llegan a las 22.00 y sólo se beben dos o tres", se lamenta detrás de la barra de su bar, vacío al final de la tarde.

Los extranjeros en España gastaron 20.900 millones de euros en los seis primeros meses, una reducción del 7,6% respecto a 2008, según el ministerio.

Es un problema grave para el gobierno español, que se enfrenta a una profunda recesión de su economía, sobre todo en un sector que ocupa el 11% del total de los empleos del país.

El gobierno decidió inyectar 1.000 millones de euros al sector para permitirle afrontar la crisis y, sobre todo, para modernizar sus infraestructuras.

Las playas del país, duramente castigadas por la invasión del cemento de los grandes complejos hoteleros, responden cada vez menos a las nuevas exigencias de los turistas, cada vez más independizados de los 'tour operators', según los analistas del sector.

Las autoridades españolas lanzaron recientemente agresivas campañas de promoción en Gran Bretaña bajo el lema 'A Taste of Spain' (el sabor de España), para difundir la cultura y la gastronomía españolas, en lugar de basarlas en el sol y playa.

Porque actualmente, el ministerio considera que "más del 65% de los turistas que vienen a España buscan sol y playa", razón por la cual, Trevor Davis, director de Co-operative Travel, red de agencias de viajes independientes en Gran Bretaña, no cree que España vaya a ser abandonada por sus compatriotas.

"De ningún modo. Nosotros prevemos un retorno con fuerza de España, cuando la libra esterlina remonte el vuelo", concluyó.

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