lunes, 7 de abril de 2008

El reparto de delegados del PP a su Congreso perjudica al partido en Comunidad Valenciana

MADRID.- El PP es una olla a presión en la que cada dato adquiere una importancia vital. La semana pasada, la dirección comenzó a comunicar por fax el número de delegados de cada autonomía en el próximo congreso nacional, y dirigentes con los mejores resultados (de Murcia, Madrid y la Comunidad Valenciana) se han sentido molestos.

El sistema, en el que el 75% se elige por número de afiliados y el 25% por los resultados electorales, tiene una distorsión: un mínimo provincial de seis delegados. Las autonomías uniprovinciales, como Madrid y Murcia, salen así perjudicadas, según "El País".

Las dos organizaciones regionales cuyos barones están más claramente con Mariano Rajoy -la de Andalucía, encabezada por Javier Arenas, y la de Galicia, dirigida por Alberto Núñez Feijóo-, son las que más delegados tienen. Andalucía, 436, y Galicia, 290. El PP está en la oposición en estas dos comunidades, pero la enorme afiliación de Galicia (más de 90.000 personas) y que Andalucía tenga ocho provincias les favorece.

Mientras, el PP de Madrid, la comunidad popular con más poder y presupuesto, donde rozó el 50% en las generales, sólo tiene 208 delegados, pese a contar con 80.000 afiliados. El PP valenciano, que lidera Francisco Camps, con más peso que el gallego, tiene menos delegados (286), pero más que Madrid sobre todo gracias a tener tres provincias. Castilla-La Mancha, con la mitad de afiliados que Madrid y en la oposición, tiene 203 compromisarios, muy cerca de los 208 madrileños.

Aún más dura es la comparación de Murcia, que pese a lograr el 61% de los votos tiene 99 delegados, con sus 32.000 afiliados, mientras Cataluña tiene 110 con 30.000 afiliados y el 16% de los votos. El fax que llegó a la sede de Murcia el 31 de marzo obvia este agravio y simplemente aclara: "Corresponde a la Comunidad de Murcia la elección de 99 compromisarios, de los cuales corresponden 95 al partido y 4 a Nuevas Generaciones".

Fuentes de la dirección aclaran que es el sistema de siempre, aunque algunos barones señalan que el PP ha cambiado y que debería primar a los que obtienen mejores resultados.

Cualquier candidatura alternativa necesita 600 avales, un 20% del total. A pesar de esta dificultad, nadie descarta que Esperanza Aguirre (que sólo controla directamente 208 compromisarios) u otra persona se presente como alternativa. En el partido ha generado una gran expectación su intervención hoy -un día antes del debate de investidura en el que Rajoy se juega su imagen política- en el Foro Abc.

El secretario general del PP de Madrid y hombre próximo a Aguirre, Francisco Granados, reclamó ayer que el congreso no se convierta en un "mero trámite" y pidió que la cita sirva para debatir por qué el PP perdió las elecciones.

En declaraciones a la Cope, Granados consideró "una falta de respeto" que alguien diga que el congreso está atado y que todo está decidido, ya que el congreso "debe ser democrático.

Debe ser un congreso de la gran oportunidad para debatir sobre las ideas y principios del PP, y yo creo que esto es bueno para el partido y para España: profundizar en nuestros principios y debatirlos entre nosotros".

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