VALENCIA.- Las 2.100 farmacias de las provincias de Valencia y Alicante cerrarán durante tres días en diciembre para protestar por los 550 millones de euros que les debe el Gobierno regional, en una nueva muestra del malestar por los problemas financieros de las regiones.
Vestidos con batas blancas, farmacéuticos de toda la Comunidad Valenciana -formada por las provincias de Valencia, Alicante y Castellón- se manifestaron el miércoles ante la consejería de salud del gobierno regional para reclamar "una farmacia digna".
"Esto viene del mes de julio: la consejería de salud (de la Comunidad Valenciana) que es la que paga las recetas de los usuarios, incumple en julio el convenio y no paga", explicó Salvador Calatayud, portavoz del Colegio de Farmacéuticos de Valencia.
La administración regional valenciana estableció entonces "un calendario de pagos, con varias mensualidades en noviembre, diciembre, enero, febrero", pero "cuando se tenía que hacer el segundo pago el día 10 de diciembre, la consejería incumplió", agregó.
"La deuda es, en estos momentos, de 550 millones de euros", afirmó Calatayud. Las farmacias "estamos en una situación abocada al desastre si esto no se soluciona", aseguró.
Los colegios de farmacéuticos de Valencia y Alicante, que suman un total de 2.100 establecimientos, decidieron así cerrar sus puertas el 19, 20 y 21 de este mes en señal de protesta, precisó el portavoz.
La situación financiera de las 17 Comunidades Autónomas españolas, fuertemente endeudadas desde el inicio de la crisis en 2008, es una fuente de preocupación para los mercados.
Pese a que, gracias a severas medidas de austeridad, lograron reducir su déficit a 1,19% del PIB a finales de septiembre, siguen teniendo muchas dificultades para pagar a sus proveedoreres.
La situación de Valencia no es un caso único. La Federación de Farmacias Españolas estimó recientemente en 1.930 millones de euros la deuda farmacéutica de las regiones a finales de 2011.
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