LAS PALMAS.- El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, expresó su "respeto por la posición del obispado" y
pidió que el Carnaval sea "entendido como tal, la máxima expresión de
libertad, de tolerancia y de respeto".
El primer edil alabó el nivel de la gala, "el mayor de todas", y pidió que se asuma con la misma naturalidad la victoria de Drag Sethlas y las reacciones posteriores. "Somos una ciudad tolerante y el Carnaval es transgresión", sentenció.
Por su parte, la concejal responsable del Carnaval, Inmaculada Medina, recordó "es una gala, un espectáculo, aunque quien lo quiera sacar de contexto puede hacerlo". La responsable de las fiestas insinuó que el obispo debería dar explicaciones "por decir que esto duele más que graves accidentes".
La alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria entre 2003 y 2007, Josefa Luzardo, quien impulsó la Gala Drag hace 20 años mientras era concejal de Carnaval, pidió en Twitter "tener en cuenta al público infantil y evitar ofensas" a la vez que proponía un cambio en las reglas del acto.
Juan José Cardona, regidor de la capital entre 2011 y 2015, enmarcó la gala en unas fiestas en las que "la transgresión es constante". A su juicio, el espectáculo fue una "provocación innecesaria y evitable", aunque apostó por "no sacar fuera del ámbito del carnaval esta polémica".
El primer teniente de alcalde capitalino, Javier Doreste, descartó censurar el espectáculo y las palabras del obispo Cases, aunque lanzó una crítica velada hacia el religioso por comparar la gala con el accidente aéreo. "No se lo voy a recriminar en absoluto pero yo desde luego no puedo poner un espectáculo de gala drag en la misma balanza que 154 muertos de un avión", remató.
La victoria de Drag Sethlas en la vigésima Gala Drag del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, que se celebró el lunes por la noche, ha desatado una polémica que ha alcanzado los medios de comunicación nacionales por la utilización de simbología católica en el espectáculo ganador.
En el punto álgido de la polémica, Televisión Española decidió retirar la Gala Drag de internet, no así la Televisión Canaria, que este martes volvió a emitirla.
Representantes de la jerarquía eclesial y de diversas administraciones públicas han intervenido durante las últimas 24 horas para manifestar su parecer sobre la actuación de Sethlas en el escenario del parque de Santa Catalina, donde apareció junto a unos nazarenos con manto, corona y guirnalda al ritmo de la canción Like a Prayer de Madonna para ser finalmente crucificado.
Drag Sethlas buscaba la polémica y lo ha conseguido. Contó desde el primer instante con la complicidad tanto de las redes sociales, en las que sus fotos alcanzaron una rápida viralidad ayudando a convertir la gala en trending topic mundial, como del público presente en el parque de Santa Catalina, que vitoreó su actuación en un anticipo de la victoria que estaba al caer.
Cuando llegó el momento de las votaciones, dos de los tres jurados -el de los especialistas y el de la prensa- y el voto telefónico de los espectadores le otorgaron a Drag Sethlas la máxima puntuación y acabaron por decantar la balanza a su favor.
A partir de entonces comenzaron las reacciones a favor y en contra de la decisión. Uno de los primeros en manifestar su crítica fue el presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso. En un tuit, el máximo responsable de la corporación tinerfeña aseguró que "el Carnaval es transgresión; la libertad, increíble. Pero nunca debe utilizarse para ofender tanto los valores de tanta gente".
Sus palabras fueron respondidas por algunos grancanarios que le recordaron la actuación de Belén Esteban en el carnaval de Santa Cruz de Tenerife de 2007, aunque en aquella ocasión la colaboradora televisiva no llegó a aparecer en un crucifijo debido a las quejas recibidas durante los ensayos.
El primer edil alabó el nivel de la gala, "el mayor de todas", y pidió que se asuma con la misma naturalidad la victoria de Drag Sethlas y las reacciones posteriores. "Somos una ciudad tolerante y el Carnaval es transgresión", sentenció.
Por su parte, la concejal responsable del Carnaval, Inmaculada Medina, recordó "es una gala, un espectáculo, aunque quien lo quiera sacar de contexto puede hacerlo". La responsable de las fiestas insinuó que el obispo debería dar explicaciones "por decir que esto duele más que graves accidentes".
La alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria entre 2003 y 2007, Josefa Luzardo, quien impulsó la Gala Drag hace 20 años mientras era concejal de Carnaval, pidió en Twitter "tener en cuenta al público infantil y evitar ofensas" a la vez que proponía un cambio en las reglas del acto.
Juan José Cardona, regidor de la capital entre 2011 y 2015, enmarcó la gala en unas fiestas en las que "la transgresión es constante". A su juicio, el espectáculo fue una "provocación innecesaria y evitable", aunque apostó por "no sacar fuera del ámbito del carnaval esta polémica".
El primer teniente de alcalde capitalino, Javier Doreste, descartó censurar el espectáculo y las palabras del obispo Cases, aunque lanzó una crítica velada hacia el religioso por comparar la gala con el accidente aéreo. "No se lo voy a recriminar en absoluto pero yo desde luego no puedo poner un espectáculo de gala drag en la misma balanza que 154 muertos de un avión", remató.
La victoria de Drag Sethlas en la vigésima Gala Drag del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, que se celebró el lunes por la noche, ha desatado una polémica que ha alcanzado los medios de comunicación nacionales por la utilización de simbología católica en el espectáculo ganador.
En el punto álgido de la polémica, Televisión Española decidió retirar la Gala Drag de internet, no así la Televisión Canaria, que este martes volvió a emitirla.
Representantes de la jerarquía eclesial y de diversas administraciones públicas han intervenido durante las últimas 24 horas para manifestar su parecer sobre la actuación de Sethlas en el escenario del parque de Santa Catalina, donde apareció junto a unos nazarenos con manto, corona y guirnalda al ritmo de la canción Like a Prayer de Madonna para ser finalmente crucificado.
Drag Sethlas buscaba la polémica y lo ha conseguido. Contó desde el primer instante con la complicidad tanto de las redes sociales, en las que sus fotos alcanzaron una rápida viralidad ayudando a convertir la gala en trending topic mundial, como del público presente en el parque de Santa Catalina, que vitoreó su actuación en un anticipo de la victoria que estaba al caer.
Cuando llegó el momento de las votaciones, dos de los tres jurados -el de los especialistas y el de la prensa- y el voto telefónico de los espectadores le otorgaron a Drag Sethlas la máxima puntuación y acabaron por decantar la balanza a su favor.
A partir de entonces comenzaron las reacciones a favor y en contra de la decisión. Uno de los primeros en manifestar su crítica fue el presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso. En un tuit, el máximo responsable de la corporación tinerfeña aseguró que "el Carnaval es transgresión; la libertad, increíble. Pero nunca debe utilizarse para ofender tanto los valores de tanta gente".
Sus palabras fueron respondidas por algunos grancanarios que le recordaron la actuación de Belén Esteban en el carnaval de Santa Cruz de Tenerife de 2007, aunque en aquella ocasión la colaboradora televisiva no llegó a aparecer en un crucifijo debido a las quejas recibidas durante los ensayos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario