La Policía ya tiene identificado y localizado a quien encargó y pagó por el asesinato a tiros de la viuda de Vicente Sala

ALICANTE.- Todo parece indicar que los investigadores del Grupo de Homicidios de la Comisaría Central de la Policía Nacional en Alicante ya tienen identificado y localizado a quien encargó y pagó por el asesinato de la viuda de Vicente Sala, ex presidente de la CAM, aunque guarda un absoluto silencio pese a que su detención pudiera producirse en cualquier momento de la Navidad o en días posteriores, según fuentes próximas a la familia.

El secreto del sumario por parte del Juzgado nº 7 de los de Alicante impide un flujo habitual de información desde fuentes policiales pero algunos detalles sí han trascendido tras una escenificación de los hechos en el lugar del crimen y las sorpresas que ello deparó así como un correo electrónico que recibió recientemente la víctima y que tiene especial interés para la investigación.

Aún así persiste la duda de si la persona que encargó el asesinato de María del Carmen Martínez y, presumiblemente pagó en EE UU entre 100.000 y 200.000 euros por acabar con ella, actuó por su cuenta y riesgo o lo hizo en comandita con una, dos, incluso, tres personas más y todas con móvil suficiente como para planear el crimen en pocas semanas.

La Policía trata de averiguar, si no lo ha hecho ya, dónde y a quien se pagó la cantidad acordada y en cuantos plazos se satisfizo. Y si el total se completó tras la ejecución del encargo.

La hipótesis que se ha abierto paso sobre el autor material de los disparos es la de un pistolero mejicano que actuó de sicario y desapareció a continuación sin dejar más rastro que el calibre de las balas empleadas, parece que un 22, muy habitual en EE UU, según los expertos en balística consultados en la provincia de Alicante.
El calibre 22 es el que más muertes ha causado fuera de las guerras. En la corta distancia su poder de penetración hace que el proyectil, una vez dentro del cuerpo, describa una trayectoria errática e imprevisible, causando con ello unos destrozos internos considerables y a la vez mortales, siempre según esos expertos.

La KGB, al igual que diversas unidades militares soviéticas, han venido utilizando el calibre 22 con cargas subsónicas y en armas provistas de supresor de ruidos (silenciadores). Un cartucho calibre 22 Magnum es más letal que un 38 especial usado en distancias cortas con punta hueca.

Su menor potencia no implica necesariamente una menor efectividad del 22, sobre todo teniendo en cuenta su elevada capacidad de penetración en disparos a corta distancia, que lo convierte en una munición mortal.

Decenas de personas del entorno familiar y de amistades de la víctima y su marido, Vicente Sala, ex presidente de la CAM, han sido interrogadas durante los últimos días en busca de cuaquier detalle anterior a los hechos que pudiera resultar relevante para la investigación minuciosa de lo sucedido. Parece que las pistas más sólidas pudieran haber salido de lo contado por familiares directos de María del Carmen, parientes y personas de su entorno más cercano y habitual.
Esas personas han coincidido en que estaba deprimida por la viudedad y había engordado mucho tras la muerte del marido, por lo que era proclive a confidencias con amigos de siempre para así desahogarse de sus penas pese a haber actuado en los negocios familiares conforme le dejó encomendado Vicente de forma reiterada antes de que un rápido cáncer de páncreas acabara con la vida del ex presidente de la CAM hace ya más de cinco años.
El Juzgado de Instrucción nº 7 de los de Alicante ha aceptado esta semana la personación en las diligencias de investigación, y como acusación particular en el sumario judicial, de Vicente, el único hijo varón de María del Carmen Martínez, que tiene otras tres hijas.
Vicente Sala Martínez y sus tres hermanas son los herederos de la fortuna millonaria que amasó el matrimonio desaparecido, gracias a numerosas empresas del sector de la construcción, la automoción y la industria química, en este caso con presencia en varios países latinoamericanos.