BRUSELAS.- "No hay caso", dice la eurodiputada socialista Elena Valenciano al dar por cerrada su truncada aspiración a liderar a
los socialdemócratas europeos en la Eurocámara, tras no darle la
"dirección" del PSOE su aval; una decisión que ella acepta
"deportivamente".
“Yo hice depender esa decisión (de dar la batalla por la presidencia del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo, S&D) de la decisión de mi partido, y mi partido decidió que no, así que no hay caso“, resumió.
Pero, pese a acatarla “sin ninguna duda”, como “mujer de partido”, Valenciano la considera “una ocasión perdida” para los socialistas españoles de situar a uno de los suyos al frente de los socialdemócratas europeos, de los que ella es ahora vicepresidenta.
Y la considera “perdida”, especifica, en la medida en que cree que si ella, que fue cabeza de lista de los socialistas españoles para esta legislatura en el PE, “hubiese sido otra persona” la actual “dirección” del PSOE “habría apostado por ella”.
Lo que sí tiene claro Valenciano es que, aunque no sea ella, “es hora
de que el grupo socialista europeo tenga una mujer al frente”, y
anticipa que aún puede salir alguna para sustituir al italiano Giovanni Pittella y echar un pulso al alemán Udo Bullman.
“Creo que alguna mujer dará la batalla, no puedo
contar más porque formalmente no se ha abierto el procedimiento pero
estoy casi segura de que alguna mujer dará la batalla y muchas, muchas
estaremos detrás de ella”, avanza Valenciano (Madrid, 1960) aunque oriunda de Altea.
Considera una “anomalía” que haga “más de 20 años” que ese grupo no esté presidido por una mujer,
al igual que de los ocho grupos políticos que hay en la Eurocámara solo
uno este presidido por una mujer y que en otro esa tarea la compartan
un hombre y una mujer. “Hay una anomalía clarísima en las instituciones
europeas”, donde los presidentes del Parlamento, la Comisión y el
Consejo son hombres, incidió Valenciano, cuyo perfil se dibuja por su
labor en favor de los derechos humanos y por su feminismo.
De cara a las movilizaciones y reivindicaciones de este 8 de marzo,
Día de la Mujer, “tiene que haber un gran estruendo, que tiene que ser
global, que tiene que llegar desde Argentina al Kurdistán”, subraya la
eurodiputada socialista.
“Así es -dice- como está convocada esta huelga, como un gran clamor
de las mujeres del mundo para decir dos cosas: ‘basta ya’ y ‘sin
nosotras el mundo se para’; esos dos mensajes se tienen que escuchar y
tienen que manifestarse en el espacio que cada cual crea más oportuno”.
Sin pleno esta semana, el PE ha organizado diversas actividades este miércoles y jueves en favor de los derechos de las mujeres y de la igualdad, aunque una buena parte de las eurodiputadas estarán manifestándose en sus respectivos países, como Valenciano.
Sea donde sea, apunta, “lo importante es que se escuche la voz de las mujeres por la reivindicación social, salarial, laboral, en contra la violencia de género”,
“de las que no tienen trabajo”, “de las que se dedican al cuidado de
las familias, de las personas dependientes, de los niños…”
Valenciano cree que estamos en un momento de “toma de conciencia” de que “una vez por todas tiene que acabar” un sistema “tan sumamente injusto con la mitad de su sociedad”. En su opinión, esta “revolución” está “en marcha”
y “probablemente tendrá un impacto tan importante como la revolución de
los trabajadores o la revolución de los esclavos”, vaticina.
Para esa “toma de conciencia global” movimientos como el Me Too -nacido en octubre de 2017 en EEUU para denunciar la agresión sexual y el acoso sexual- han sido “muy importantes”.
“La valentía de las mujeres de Hollywood nos ha servido a todas,
en el fondo que una mujer en una pasarela hable de la discriminación
contra las mujeres le sirve también a una campesina de Honduras, ya que
esta especie de fraternidad entre las mujeres, la idea de que unidas
somos tan fuertes, que pueden empezar a tenernos un poco de miedo, es
muy importante”, considera.
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