sábado, 7 de septiembre de 2024

Las señales son claras / Guillermo Herrera *

 


Cuando Morfeo le ofrece a Neo en Matrix la elección entre la píldora azul y la píldora roja, no sólo le ofrece dos objetos simples, sino dos caminos de existencia radicalmente diferentes: la elección entre la ignorancia cómoda y la verdad a menudo inquietante.  

Morfeo le dice a Neo: "Toma la píldora azul; la historia termina, te despiertas en tu cama, y crees lo que quieras creer. Toma la píldora roja; te quedas en el país de las maravillas y te muestro cuán profunda es la madriguera del conejo."

Este momento es crucial porque encapsula la esencia de la condición humana: la elección entre permanecer dentro de los confines de un mundo ilusorio, que es cómodo, familiar y aparentemente seguro, o atreverse a aventurarse en lo desconocido, donde aguarda la verdad, sin importar cuán dura o desafiante sea.

La píldora azul simboliza la elección de permanecer dentro de la matrix de ilusiones, una construcción de mentiras, medias verdades y engaños que crean una falsa sensación de seguridad. Quienes eligen la píldora azul aceptan voluntariamente la realidad que se les presenta, prefiriendo la comodidad de la ignorancia a la posible incomodidad de la verdad.

La píldora azul representa la comodidad por encima de la verdad: ofrece una vida libre del dolor de cuestionar, de desafiar el statu quo. Permite que uno continúe viviendo en una burbuja, donde se evitan las verdades difíciles y se descartan las realidades incómodas. Es el camino más fácil, donde se minimiza la disonancia cognitiva y el individuo puede permanecer en un estado de feliz inconsciencia.

Tomar la píldora azul es una forma de rendición. Es una aceptación de las narrativas impuestas por fuerzas externas, ya sean normas sociales, influencias de los medios o agendas políticas. Significa renunciar a la propia autonomía y someterse al control de quienes construyen la ilusión.

Elegir la píldora azul es también un rechazo al crecimiento personal y espiritual. El crecimiento se produce a menudo al enfrentar desafíos, cuestionar el mundo que nos rodea y aceptar lo desconocido. La píldora azul, en cambio, es un rechazo a este viaje: una negativa a crecer, a evolucionar y a buscar una comprensión más profunda de la existencia.

La decisión de tomar la píldora azul está impulsada a menudo por el miedo a lo desconocido, el miedo a lo que hay más allá del velo de la ilusión. El miedo a enfrentar una realidad que puede ser dura, implacable o profundamente diferente de la narrativa cómoda que se ha construido. Este miedo paraliza al individuo, manteniendolo encerrado en un estado de complacencia.

CONFORMISMO

Las personas que eligen la píldora azul son a menudo aquellas que se conforman con un nivel superficial de la vida. Pueden temer la alteración de su visión del mundo, o las consecuencias de cuestionar creencias profundamente arraigadas. Estas personas se pueden aferrar a la familiaridad: se sienten atraídas por la seguridad de lo conocido, lo predecible. Prefieren la comodidad de la rutina y la tranquilidad de la validación social, a la incertidumbre que conlleva cuestionar la naturaleza de la realidad.

La píldora azul representa una evasión de la responsabilidad que conlleva el conocimiento. Ver el mundo como realmente es requiere acción y exige una respuesta. Quienes eligen la píldora azul a menudo no están dispuestos a asumir esta responsabilidad, prefiriendo en cambio permanecer como observadores pasivos de la vida.

Quienes toman la píldora azul viven dentro de los confines del sistema, aceptando las limitaciones que se les imponen. No buscan trascender estos límites, ni desean explorar lo que hay más allá. Sus vidas se caracterizan por la conformidad y la adhesión a las narrativas prescritas.

La elección de la píldora azul es un rechazo al despertar. Es una negación a emprender el viaje de auto descubrimiento, a explorar los misterios más profundos de la vida y a buscar una verdad superior. Es una negación de la búsqueda espiritual que conduce a la iluminación.

La elección entre la píldora azul y la píldora roja no es sólo un concepto ficticio; es una metáfora de las decisiones que todos enfrentamos en nuestra vida. ¿Elegimos permanecer dormidos, aceptando las mentiras reconfortantes que nos alimentan, o despertamos a la verdad a veces dura, pero liberadora?

IGNORANCIA

En la filosofía hermética, esta elección es similar a la decisión de permanecer atados al mundo material, con sus ilusiones y distracciones, o buscar la verdad divina, que se encuentra más allá del velo de las apariencias. La píldora azul es el camino de la ignorancia, que conduce a una vida vivida en la superficie, donde uno está controlado por fuerzas externas y nunca se conoce realmente a sí mismo ni al mundo.

Para aquellos que eligen la píldora azul, la vida puede parecer más fácil, pero es una vida vivida en sombras, una vida donde nunca penetra la verdadera luz del entendimiento. Es una vida de sonambulismo perpetuo, donde permanecen ocultos para siempre los misterios más profundos de la existencia y donde el alma permanece atrapada en la prisión de la matrix.

En conclusión, la píldora azul representa más que una simple elección: simboliza la decisión de permanecer en la oscuridad, aceptar la ilusión y rechazar la verdad profunda que se encuentra más allá. Es una decisión que toman muchos, ya sea consciente o inconscientemente, todos los días.

Sin embargo, para aquellos que se atreven a tomar la píldora roja, que eligen despertar y ver el mundo como es realmente, les espera un camino de profundo descubrimiento y liberación. La elección es nuestra siempre, y en esa decisión reside el poder de dar forma a nuestra realidad.

 

(*) Periodista

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