La frase en cuestión, “de aquí a marzo, no quiebra ni Dios”, se le atribuye a un muy alto cargo de la Oficina Económica del presidente del Gobierno, creada por Miguel Sebastián para asesorar a José Luis Rodríguez Zapatero y dirigida ahora por David Taguas.
Según fuentes de toda solvencia consultadas por El Confidencial Digital, fue pronunciada a mediados de diciembre por este personaje con gran predicamento en La Moncloa y creó no poco estupor en los tres economistas que la escucharon.
Los interlocutores se habían manifestado minutos antes favorables a que acudieran pronto al concurso de acreedores varias empresas que han dado muestras de estar financieramente en precario. Se habló de inmobiliarias, de alguna constructora, de promotoras, incluso de algún banco, y de varias cajas de ahorro que están pasando serios apuros.
La respuesta del representante gubernamental fue taxativa y no dejó lugar a dudas: “De aquí a marzo, no quiebra ni Dios”.
El pasada sábado el diario Expansión desveló que las inmobiliarias españolas negocian un plan de rescate financiero con el Gobierno. Estas compañías cotizadas reclaman al Ejecutivo la concesión de financiación pública a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO).
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