Hacer oposición de la oposición es un deporte muy socialista; llevado a la enésima potencia es no poder desmentir ninguna de las acusaciones de despilfarro, colocaciones a dedo y encubrimiento de una empresa que cobra 20 millones de euros al año del dinero de todos los ilicitanos y no cumple sus compromisos. Veinte millones de euros son 3.327.720.000 de las antiguas pesetas, que cobra, no cumple y nadie responde, ni el alcalde ni el Partido Socialista. Inaudito a no ser, claro está, que se tenga algo que ocultar.
Veintinueve años en el poder han hecho que el Partido Socialista se haya mal acostumbrado a hacer lo que le viene en gana, a disponer del dinero de todos como si fuera propio y, cuando se le piden explicaciones, mira para otro lado y acusa a la oposición de ser de aldea pequeña. No importa, intenten ridiculizar a la oposición si quieren pero respondan al menos. Da la impresión que la alfombra ya no da más de sí.
Es más fácil criticar a la oposición que dar explicaciones y también más rentable. Como me confesaba un histórico socialista de l'Altet: "algo huele a podrido en el Ayuntamiento de Elche y, por primera, vez estáis rascando donde debéis".
Despilfarro en publicidad, despilfarro en promocionar al señor Soler, despilfarro de la señora Candela para que no critique lo que antes criticaba, y así sumamos y sumamos dejando el bolsillo de los ilicitanos tiritando y nadie da explicaciones.
Este Partido Socialista ilicitano de hoy, que nada tiene que ver con el de antaño, piensa que gobernar es hacer oposición a la oposición o hacer oposición a la Generalitat. Quizá ha olvidado que existen diputados autonómicos que deben hacer ese trabajo y, a buen seguro, lo hacen pero, claro, si no hace oposición a la oposición o a la Generalitat, ¿qué queda?
Una gestión desierta basada en el despilfarro, sin ideas ni proyecto porque aparte de hablar de impulsos, de hipotecar el futuro de nuestros hijos, de encargar mil y un estudios que cuestan un buen dinero y dar subvenciones a diestro y siniestro ¿qué gestión ofrece el Partido Socialista?
El Partido Popular en Elche ofrece una gestión limpia y transparente que se traduce en acabar con el despilfarro que permitiría bajar los impuestos. El grupo municipal popular ha demostrado con números que es posible y viable una gestión que dé respuesta a los problemas reales de los ciudadanos y no se engañe con falsas promesas; una gestión que acabe con los ilicitanos de primera y de segunda, que acabe con tener que presentar el carnet socialista para poder trabajar y una gestión que defienda a todos los ilicitanos por igual por encima de cualquier empresa.
No es fácil presentar proyectos en Elche con el actual Partido Socialista. Los presentas, los critican y meses despuésÉ los presentan como propios. Que Mercedes Alonso reclama un tranvía para Elche, críticas feroces para después decir el alcalde que es su proyecto estrella. Que pide unas estaciones de ferrocarril modernas adecuadas a la tercera ciudad de la Comunidad Valenciana y una nueva estación en el nuevo hospital que se está construyendo. Más de lo mismo.
Que pide seguridad en nuestra ciudad y nuestros campos. Es una alarmista. Que reclama limpieza y recorrida diaria de basuras. Es que hace oposición de aldea. La lista es interminable.
El proyecto del Partido Popular para Elche se recogió en un programa electoral de gobierno que se hizo para cumplirse. El Partido socialista, visto lo visto, no puede decir lo mismo. De su programa electoral quedan palabras, promesas y mil y un impulsos, algo muy pobre para lo que se merece esta querida ciudad a la que llamamos Elche.
Veintinueve años en el poder han hecho que el Partido Socialista se haya mal acostumbrado a hacer lo que le viene en gana, a disponer del dinero de todos como si fuera propio y, cuando se le piden explicaciones, mira para otro lado y acusa a la oposición de ser de aldea pequeña. No importa, intenten ridiculizar a la oposición si quieren pero respondan al menos. Da la impresión que la alfombra ya no da más de sí.
Es más fácil criticar a la oposición que dar explicaciones y también más rentable. Como me confesaba un histórico socialista de l'Altet: "algo huele a podrido en el Ayuntamiento de Elche y, por primera, vez estáis rascando donde debéis".
Despilfarro en publicidad, despilfarro en promocionar al señor Soler, despilfarro de la señora Candela para que no critique lo que antes criticaba, y así sumamos y sumamos dejando el bolsillo de los ilicitanos tiritando y nadie da explicaciones.
Este Partido Socialista ilicitano de hoy, que nada tiene que ver con el de antaño, piensa que gobernar es hacer oposición a la oposición o hacer oposición a la Generalitat. Quizá ha olvidado que existen diputados autonómicos que deben hacer ese trabajo y, a buen seguro, lo hacen pero, claro, si no hace oposición a la oposición o a la Generalitat, ¿qué queda?
Una gestión desierta basada en el despilfarro, sin ideas ni proyecto porque aparte de hablar de impulsos, de hipotecar el futuro de nuestros hijos, de encargar mil y un estudios que cuestan un buen dinero y dar subvenciones a diestro y siniestro ¿qué gestión ofrece el Partido Socialista?
El Partido Popular en Elche ofrece una gestión limpia y transparente que se traduce en acabar con el despilfarro que permitiría bajar los impuestos. El grupo municipal popular ha demostrado con números que es posible y viable una gestión que dé respuesta a los problemas reales de los ciudadanos y no se engañe con falsas promesas; una gestión que acabe con los ilicitanos de primera y de segunda, que acabe con tener que presentar el carnet socialista para poder trabajar y una gestión que defienda a todos los ilicitanos por igual por encima de cualquier empresa.
No es fácil presentar proyectos en Elche con el actual Partido Socialista. Los presentas, los critican y meses despuésÉ los presentan como propios. Que Mercedes Alonso reclama un tranvía para Elche, críticas feroces para después decir el alcalde que es su proyecto estrella. Que pide unas estaciones de ferrocarril modernas adecuadas a la tercera ciudad de la Comunidad Valenciana y una nueva estación en el nuevo hospital que se está construyendo. Más de lo mismo.
Que pide seguridad en nuestra ciudad y nuestros campos. Es una alarmista. Que reclama limpieza y recorrida diaria de basuras. Es que hace oposición de aldea. La lista es interminable.
El proyecto del Partido Popular para Elche se recogió en un programa electoral de gobierno que se hizo para cumplirse. El Partido socialista, visto lo visto, no puede decir lo mismo. De su programa electoral quedan palabras, promesas y mil y un impulsos, algo muy pobre para lo que se merece esta querida ciudad a la que llamamos Elche.
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