El estudio se realizó en cadenas de distribución de Alemania, Francia, Holanda y Hungría y se analizaron distintas partidas de uva de mesa procedentes de Francia, Grecia, Italia, Turquía y España, entre otros países.
Los datos muestran, en términos generales, una reducción drástica del uso de productos fitosanitarios. Durante el período 2007-2008 solo se encontraron niveles de residuos apreciables, aunque siempre dentro de los valores legales establecidos por la normativa europea, en el ocho por ciento de las muestras.
El dato destacable es que las uvas procedentes de España, en general, y de Alicante, en particular, alcanzan mejores resultados, respecto a parámetros tales como niveles y número de plaguicidas encontrados en cosecha, que los obtenidos en partidas originarias de otros países.
El cultivo de la uva de mesa presenta en todo el mundo numerosas plagas y enfermedades, tales como el hilandero, trips, ácaros, podredumbre y oidio, entre otras.
Dichas plagas requieren imprescindiblemente numerosos sistemas de control fitosanitario para poder abastecer a los mercados de uvas con la calidad exigida por el consumidor.
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