La historia de
“Bolonia”, como se conoce entre los universitarios, es un compromiso de varios países para crear en 2010 un espacio común europeo de educación superior basado en la calidad, la movilidad, la diversidad y la competitividad.
Sobre todo la competitividad. La obsesión de los políticos que han firmado Bolonia es que los estudiantes aprendan en
El contenido del saber lo deciden las leyes del mercado. Sólo vale lo que vale para encontrar trabajo. Quizás tengan razón y hoy día no tenga sentido seguir estudiando el ‘Quijote’ o las civilizaciones antiguas, salvo para montar otro Atapuerca, marca registrada. Seguro que los equivocados somos los profesores de Humanidades, que hemos consagrado nuestra vida a una disciplina del siglo XIX.
¿Cómo hacer rentables los estudios literarios, que consisten en leer y reflexionar? ¿Pidiéndole a
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