lunes, 5 de enero de 2009

Los imprevistos cambios en el PP pueden acabar en una moción de censura contra el alcalde socialista de Elche

ELCHE.- El alcalde socialista de Elche, Alejandro Soler, aún no puede lanzar las campanas al vuelo. Tras la tregua navideña, la sombra de una moción de censura impulsada por los populares sigue planeando sobre su equipo de gobierno municipal, según publica "Abc".

Al ausentarse por sorpresa del Pleno de Presupuestos, Emigdio Tormo, el único concejal ilicitano del PP alineado con el presidente provincial Joaquín Ripoll, frustró en diciembre la operación que hubiera llevado hasta la Alcaldía a la popular Mercedes Alonso.

Si entonces fue el problema, ahora Tormo puede convertirse en parte de la solución. Paradójicamente, a causa de una afección leve de salud. El edil es copiloto de una línea aérea comercial pero un problema ocular, detectado recientemente durante una revisión, podría obligarle a abandonar definitivamente esta actividad.

Según fuentes consultadas por el citado periódico, el PP está buscando una salida decorosa a Emigdio Tormo, que pasaría por colocarle en un puesto de segundo o tercer nivel en la Administración del Consell. Por ejemplo, como director general de una Conselleria aún por determinar.

De este modo, los populares matarían dos pájaros de un tiro: Tormo vería compensada económicamente la pérdida de ingresos provocada por su salida de la compañía aérea y abandonaría el Ayuntamiento de Elche, donde mantiene un enfrentamiento apenas disimulado con la presidenta de su grupo, Mercedes Alonso.

Si Tormo renuncia finalmente al acta de concejal, será sustituido por el número 14 de la candidatura del PP: se trata del ex futbolista del Elche, del Real Madrid y del Real Mallorca, Paco Bonet Serrano, uno de los fichajes de Alonso en la campaña de 2007.

De este modo, se recuperaría la unidad interna en el grupo municipal del PP y se allanaría el camino para lanzar la moción de censura que el propio Tormo abortó en diciembre.

Los populares confían hacerse de este modo con el poder en Elche, que hoy constituye uno de los últimos bastiones socialistas de la provincia, además de ser el segundo municipio alicantino (y el cuarto de la Comunidad Valenciana) con más habitantes: 228.348.

La pelota volverá a estar así en el tejado de la concejal socialista de Hacienda María Ángeles Avilés, cada vez más distanciada del alcalde Alejandro Soler. Sobre todo desde que el regidor despidió al marido de Avilés -que trabajaba como asesor del Ayuntamiento- en castigo por haber apoyado las tesis del ex alcalde Diego Maciá en el congreso del PSPV.

El desencuentro entre Avilés y Soler (en la imagen) culminó el pasado mes de diciembre, cuando la concejal de Hacienda optó por no asistir al decisivo Pleno en el que se aprobaron los Presupuestos de 2009.
El PP pretendía aprovechar las tensiones internas del equipo de gobierno para lanzar una moción de censura contra Soler. El presidente provincial de los populares, Joaquín Ripoll, había dado inicialmente su beneplácito a la operación.

Pero cambió de parecer tras conocer que el alcalde de Benidorm, Manuel Pérez Fenoll (entre cuyos partidarios se encuentra Mercedes Alonso), había impugnado ante Génova el congreso de Orihuela del que Ripoll salió vencedor por sólo cinco votos de diferencia.

Joaquín Ripoll decidió entonces frustrar la moción de censura utilizando para ello a Emigdio Tormo, que tampoco asistió al Pleno. Soler pudo aprobar así los Presupuestos municipales pese a la ausencia de su concejal de Hacienda.

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