ALICANTE.- Sobrepasados ya los primeros 100 días de gobierno municipal, la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, centra su gestión en la reactivación de al menos una docena de proyectos heredados que permanecen enquistados durante años. Es parte de la herencia municipal que la primera alcaldesa de Alicante aceptó junto al bastón de mando, el pasado 17 de septiembre, cuando tomó posesión tras la renuncia del anterior alcalde, Luis Díaz Alperi, se escribe en "Las Provincias".Ahora Castedo centra sus esfuerzos y los de la Corporación que preside en la reactivación de numerosos planes y proyectos que llevan años paralizados. Una ardua labor que además ahora se ve obstaculizada con la crisis económica. No obstante la alcaldesa prevé sacar adelante buena parte de estos proyectos gracias a los dos planes de inversión anunciados por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y del Consell, Francisco Camps, que supondrán para las deficitarias arcas municipales una importante inyección de efectivo.
En algo más de un centenar de días al frente del Gobierno municipal la ciudad conoce ya el estilo personal de su alcaldesa, preocupada además de por los grandes proyectos, por algo tan aparentemente banal como "embellecer la ciudad" plantando flores o instalando maceteros en altura a prueba de vándalos y la creación de una concejalía específica, Atención Urbana, para impulsar una estética de ciudad.
Pero además de lavar la cara a la ciudad, la máxima responsable municipal, tiene ahora retos importantes para la ciudad. Desde la próxima aprobación del Plan General, al desarrollo del Plan Rabasa, la construcción del Centro de Congresos o la ejecución de los plantes espaciales del centro de la ciudad y la zona norte.
Años de paralización
Todo ellos "heredados" de otras legislaturas. Proyectos que arrastran su desarrollo desde hace años. El más decisivo para el desarrollo de la ciudad, sin duda, es el Plan General de Ordenación Urbana. El PGOU, que arrastra un retraso de más de ocho años. Actualmente está en exposición pública. Después habrá que resolver las decenas de alegaciones recibidas e incorporar al documento las admitidas. Mandarlo a Valencia y esperar su aprobación definitiva. Unos trámites que aún pueden alargarse muchos meses.
Más años aún espera el Palacio de Congresos, ahora centro de Congresos, para levantarse en la ciudad. Primero en la ladera oeste del Benacantil. Ahora, en la falda de la Serra Grossa, en Sangueta. Descartada la primera ubicación, cuya idoneidad aún se dirime en los tribunales, Castedo quiere poner la primera piedra este año para que en 2011, año de elecciones municipales, la construcción de la infraestructura, que incluye hoteles, viviendas y un paseo marítimo, esté muy avanzado.
El soterramiento de las vías del tren fue uno de los proyectos más importantes para Alperi, aunque no pudo, sin embargo, sacarlo a adelante después de varias legislaturas. Ahora la alcaldesa está empeñada en hacerlo. Quiere llegara un acuerdo con Fomento para desbloquear un proyecto vital para la ciudad que puede además condicionar la llegada del tren de alta velocidad y que limita otros proyectos municipales como la construcción de una estación de autobuses provisional, la reurbanización y arreglo del espacio que actualmente ocupa la instalación de la calle Portugal, y la futura estación intermodal, punto de llegada del Ave, del tranvía y de los autobuses.
La Ciudad de la Justicia se arrastra también desde hace varias legislaturas. Y al menos dos planes especiales pendientes de disponer de partidas económicas. El plan del Centro Tradicional, ya en marcha que necesita seguir ejecutándose para impedir que se pierda lo que se ha ganado en los últimos años y el nuevo plan integral de la zona norte, actualmente, el área más degrada de la ciudad y que más urgentemente necesita una actuación.
Pero no sólo hay proyectos "heredados". Castedo también trabaja con otros más nuevos como la rehabilitación de la antigua Fábrica de Tabacos o el castillo de Santa Bárbara y el Museo de la Ciudad. Y será ella quien inaugure en los próximos meses y años, el fin de las obras de la avenida de Dénia, de la Vía Parque, el Tram, el parque de Bomberos y la central de Policía de la Condomina, la reurbanización y recuperación como espacio público y de uso peatonal de la plaza del Ayuntamiento o el Maca, el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante.
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