La portavoz del Ejecutivo, Paula Sánchez de León, había anunciado que los servicios jurídicos del PP estudiaban presentar una querella contra Ángel Luna con la intención de que se aclarasen sus relaciones y supuestos favores del empresario Enrique Ortiz, ahora imputado por el caso Brugal.
Sin hacer ruido mediático, los populares argumentaron una denuncia contra el actual portavoz del PSPV en la cámara autonómica que presentaron ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV), con celeridad el Alto Tribunal valenciano ha admitido la querella del PPCV pero ha tenido una "singular idea" a la hora de decidir a qué magistrado se le adjudica la instrucción de la causa abierta contra Luna…
Y es que el TSJCV ha elegido al magistrado Juan Climent como juez encargo de instruir e investigar la denuncia interpuesta contra Ángel Luna, una decisión judicial ordinaria e intrascendente si no fuera porque Climent fue un alto cargo en el último gobierno socialista que tuvo la Comunidad Valenciana.
Sin hacer ruido mediático, los populares argumentaron una denuncia contra el actual portavoz del PSPV en la cámara autonómica que presentaron ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV), con celeridad el Alto Tribunal valenciano ha admitido la querella del PPCV pero ha tenido una "singular idea" a la hora de decidir a qué magistrado se le adjudica la instrucción de la causa abierta contra Luna…
Y es que el TSJCV ha elegido al magistrado Juan Climent como juez encargo de instruir e investigar la denuncia interpuesta contra Ángel Luna, una decisión judicial ordinaria e intrascendente si no fuera porque Climent fue un alto cargo en el último gobierno socialista que tuvo la Comunidad Valenciana.
Efectivamente, el ahora magistrado fue nada más y nada menos que secretario general de la Presidencia de la Generalitat Valenciana en los tiempos de Joan Lerma como jefe del Ejecutivo. Juan Climent lleva ejerciendo dos décadas en el Tribunal Superior de Justicia desde que Les Corts le eligiera para el Alto Tribunal valenciano a propuesta del PSPV.
Como ya ha publicado El Semanal Digital, la denuncia de los populares solicita que se investigue la relación entre Luna y el constructor alicantino Enrique Ortiz. Cabe recordar que el portavoz socialista adjudicó en su etapa de alcalde de Alicante casi el 30% de los contratos a la empresa del empresario y aplicó la fórmula del fraccionamiento de contratos.
Como ya ha publicado El Semanal Digital, la denuncia de los populares solicita que se investigue la relación entre Luna y el constructor alicantino Enrique Ortiz. Cabe recordar que el portavoz socialista adjudicó en su etapa de alcalde de Alicante casi el 30% de los contratos a la empresa del empresario y aplicó la fórmula del fraccionamiento de contratos.
Pocos meses después de perder la alcaldía, Ángel Luna comenzó a trabajar en la constructora de este empresario, que también realizó y pagó unas reformas en el domicilio particular del portavoz socialista por un valor de 700.000 pesetas, aproximadamente.
El plantón de Alarte a Luna
Y es que los diputados del PSPV no daban crédito cuando por los pasillos de la Cámara se fue extendiendo la noticia de que su líder había decidido no hacer acto de presencia en Les Corts para seguir el Debate, a través de Canal 9, desde su despacho en la calle Blanquerías. Alarte cambió de planes en el último momento porque sí tenía previsto asistir al parlamento valenciano. A partir de ese momento la ausencia del secretario general, que pasó inadvertida para el resto de los grupos, fue el tema que monopolizó el interés (y preocupación) de los diputados del PSPV-PSOE. Ni la piedra de Ángel Luna, ni el discurso de Francisco Camps ni los finos dardos que lanzaba a los socialistas el portavoz del PP, Rafael Blasco, fueron capaces de acaparar la atención de unos diputados del PSPV que en privado condenaban abiertamente la ausencia de su jefe.
Era el principio de una tormenta que estos días vuelve a azotar al socialismo valenciano. Hay comentarios para todos los gustos y ninguno de ellos favorables al "plantón" de Jorge Alarte. "Sólo faltó él", "no lo entiendo", ¿"tendría otra cosa más importante que hacer?, "es una falta de respeto"… son algunos de los comentarios que se escucharon de compañeros de Alarte que condenaron también que "alguien que pretende ser el próximo presidente de la Generalitat no puede ausentarse de este trascendental Debate". El primitivo enfado dio paso posterior a otras reflexiones comparaciones que recordaban que cuando Joan Ignasi Pla era líder del PSPV y, como Alarte, no ocupaba un escaño en Les Corts; siempre acudía a debates significativos para, una vez concluídos, ofrecer a la prensa sus valoraciones.
Parte de los barones socialistas calificaron el plantón de Alarte de "error imperdonable" y volvieron a cuestionar su valía como cartel electoral para enfrentarse a Francisco Camps. Su liderazgo interno ya está más que en entredicho. Además del enfado colectivo en el grupo socialista, el mal ambiente se incrementó con el desafortunado gesto de su síndico, Ángel Luna, al arrojar una piedra sobre la Cámara regional. Algunos diputados del PSPV aplaudieron la ocurrencia, los pocos, pero la mayoría de ellos la calificaron como "fuera de lugar". El clima tenso predonima en el día a día del socialismo valenciano.
El plantón de Alarte a Luna
Las Cortes Valencianas han celebrado esta semana su cita parlamentaria más importante de la legislatura, el último Debate de Política Regional antes de las elecciones autonómicas del próximo 22 de mayo. Como era de esperar, era ésta una sesión ineludible para los grupos con representación parlamentaria y absolutamente todo aquel que tiene algo que ver con la política autonómica estuvo presente en el mencionado debate, nadie se lo quiso perder… Una afirmación ésta que sería del todo correcta si no tenemos en cuenta el "pequeño detalle" de que el secretario general del PSPV -y líder de la oposición- Jorge Alarte incomprensiblemente decidió no asistir a Les Corts, dejando así "abandonados" a sus compañeros de partido que primero mostraron incredulidad y posteriormente su indignación.
Y es que los diputados del PSPV no daban crédito cuando por los pasillos de la Cámara se fue extendiendo la noticia de que su líder había decidido no hacer acto de presencia en Les Corts para seguir el Debate, a través de Canal 9, desde su despacho en la calle Blanquerías. Alarte cambió de planes en el último momento porque sí tenía previsto asistir al parlamento valenciano. A partir de ese momento la ausencia del secretario general, que pasó inadvertida para el resto de los grupos, fue el tema que monopolizó el interés (y preocupación) de los diputados del PSPV-PSOE. Ni la piedra de Ángel Luna, ni el discurso de Francisco Camps ni los finos dardos que lanzaba a los socialistas el portavoz del PP, Rafael Blasco, fueron capaces de acaparar la atención de unos diputados del PSPV que en privado condenaban abiertamente la ausencia de su jefe.
Era el principio de una tormenta que estos días vuelve a azotar al socialismo valenciano. Hay comentarios para todos los gustos y ninguno de ellos favorables al "plantón" de Jorge Alarte. "Sólo faltó él", "no lo entiendo", ¿"tendría otra cosa más importante que hacer?, "es una falta de respeto"… son algunos de los comentarios que se escucharon de compañeros de Alarte que condenaron también que "alguien que pretende ser el próximo presidente de la Generalitat no puede ausentarse de este trascendental Debate". El primitivo enfado dio paso posterior a otras reflexiones comparaciones que recordaban que cuando Joan Ignasi Pla era líder del PSPV y, como Alarte, no ocupaba un escaño en Les Corts; siempre acudía a debates significativos para, una vez concluídos, ofrecer a la prensa sus valoraciones.
Parte de los barones socialistas calificaron el plantón de Alarte de "error imperdonable" y volvieron a cuestionar su valía como cartel electoral para enfrentarse a Francisco Camps. Su liderazgo interno ya está más que en entredicho. Además del enfado colectivo en el grupo socialista, el mal ambiente se incrementó con el desafortunado gesto de su síndico, Ángel Luna, al arrojar una piedra sobre la Cámara regional. Algunos diputados del PSPV aplaudieron la ocurrencia, los pocos, pero la mayoría de ellos la calificaron como "fuera de lugar". El clima tenso predonima en el día a día del socialismo valenciano.
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