martes, 31 de agosto de 2021

Más de 150 personas fueron arrestadas hoy en 79 protestas en Australia y Nueva Zelanda contra los confinamientos


SIDNEY.- Al menos 135 personas fueron arrestadas este martes en la ciudad de Sídney, el epicentro de la tercera ola de COVID-19 en Australia, y otras partes del país por participar en pequeñas protestas callejeras “silenciosas” contra las medidas de confinamiento impuestas por un brote de coronavirus.

Las 69 manifestaciones coordinadas a través de las redes sociales se realizaron frente al Parlamento del estado de Nueva Gales del Sur, con sede en Sídney, así como en los ayuntamientos locales de esta ciudad, según un comunicado de la Policía de esta jurisdicción.

Otros grupos también se congregaron, muchos de ellos sin mascarillas faciales, en otras localidades del estado de Nueva Gales del Sur, así como en los vecinos estados de Queensland y Victoria, según vídeos publicados en las redes sociales.

Las manifestaciones habían sido organizadas inicialmente, y por separado, por los camioneros para protestar contra la obligatoriedad de las vacunas para aquellos que residen en la zona de mayor propagación de COVID-19 en Sídney y los trabajadores esenciales que se desplazan entre Nueva Gales del Sur y el vecino estado de Queensland.

Estas manifestaciones callejeras tuvieron lugar tras las recientes protestas registradas a finales de julio y mediados de agosto que congregaron a miles de personas en Sídney y Melbourne, en las que se produjeron algunos altercados con la Policía.

Australia lucha contra un brote con la variante delta detectado en Sídney, que ha obligado a confinar el 26 de junio pasado a la ciudad y sus comunidades aledañas y progresivamente a otras partes de Nueva Gales del Sur.

Esta jurisdicción, la más poblada de Australia, reportó este martes 1.164 infecciones locales y tres fallecidos, la mayoría de ellas en Sídney. con lo que acumula más de 18.000 casos activos desde el inicio de este brote.

Por su lado, Victoria, que reportó 76 contagios comunitarios, tiene previsto anunciar esta semana la ampliación de su confinamiento, mientras que el Territorio de la Capital Australiana, con trece pacientes con COVID-19, lo amplió dos semanas más.

Australia, que acumula más de 53.500 y 1.005 muertos, ha administrado la pauta completa de la vacuna contra el COVID-19 a menos del 35 por ciento de su población adulta con miras a inmunizar a un 80 por ciento para poder reabrir las fronteras internacionales que cerró en marzo de 2020.

Por su parte, la Policía de Nueva Zelanda arrestó este martes a 19 personas que participaron en diferentes protestas en todo el país para expresar su rechazo contra el confinamiento impuesto por un brote de COVID-19 desde el pasado 17 de agosto.

La Policía disolvió la decena de concentraciones que se celebraron frente a los edificios gubernamentales en diversas localidades de Nueva Zelanda, incluyendo a la ciudad de Auckland, epicentro del brote de COVID-19 y en donde se reportaron este martes 49 infecciones locales.

“Si bien las protestas son una característica de una democracia que funciona bien, la Policía tiene una tolerancia muy baja frente a cualquier persona que ignora deliberadamente las restricciones en esta situación actual”, según el comunicado de la Policía de Nueva Zelanda.

Las detenciones se produjeron por violar las restricciones de movilidad y reunión impuestas para frenar el COVID-19, explicó la Policía.

Las manifestaciones se realizan en el último día de confinamiento de casi todo país, a excepción de los más de 1,6 millones de habitantes de Auckland que deberán permanecer por dos semanas más bajo el nivel 4, el máximo, de restricción social por el brote de COVID-19.

Nueva Zelanda, que es uno de los países desarrollados con la tasa de vacunación más lenta, había sido mundialmente reconocido por su efectiva gestión de la pandemia que consistió en cerrar sus fronteras y efectuar confinamientos duros y tempranos.

El país ha administrado la pauta completa de la vacuna contra el coronavirus a unos 1,2 millones de adultos de sus más de 5 millones de habitantes y pretende terminar su campaña de inmunización para finales de año.

Desde el comienzo de la pandemia, el país oceánico ha registrado más de 3.200 casos de COVID-19 y 26 fallecidos, que incluye a más de 600 infecciones activas en la comunidad.

𝗘𝗹 𝗣𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿 𝗠𝗶𝗻𝗶𝘀𝘁𝗿𝗼 𝗮𝘂𝘀𝘁𝗿𝗮𝗹𝗶𝗮𝗻𝗼 𝗹𝗼 𝗵𝗮 𝗹𝗹𝗮𝗺𝗮𝗱𝗼 𝗡𝘂𝗲𝘃𝗼 𝗢𝗿𝗱𝗲𝗻 𝗠𝘂𝗻𝗱𝗶𝗮𝗹:
– 𝗣𝘀𝗶𝗾𝘂𝗶á𝘁𝗿𝗶𝗰𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗱𝗶𝘀𝗶𝗱𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀
– 𝗖𝗮𝗺𝗽𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗰𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗣𝗖𝗥 𝗽𝗼𝘀𝗶𝘁𝗶𝘃𝗼𝘀
– 𝗩𝗮𝗰𝘂𝗻𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝗶𝗻𝗳𝗮𝗻𝘁𝗶𝗹 𝗼𝗯𝗹𝗶𝗴𝗮𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮, 𝗽𝗿𝗼𝗵𝗶𝗯𝗶𝗱𝗼 𝗮𝗰𝗼𝗺𝗽𝗮ñ𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝘀𝘂𝘀 𝗽𝗮𝗱𝗿𝗲𝘀, 𝗿𝗲𝗰𝗲𝗽𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗱𝗼𝘀 𝗹𝗼𝘀 𝗻𝗶ñ𝗼𝘀 𝗲𝗻 𝘂𝗻 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗱𝗶𝗼 𝗽𝗼𝗿 𝗺𝗶𝗹𝗶𝘁𝗮𝗿𝗲𝘀 𝘂𝗻𝗶𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮𝗱𝗼𝘀. 𝗣𝗼𝗹𝗶𝗰í𝗮𝘀 𝗱𝗶𝘀𝗶𝗱𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗰𝗼𝗻𝗳𝗶𝗿𝗺𝗮𝗻 tres 𝗻𝗶ñ𝗼𝘀 𝗺𝘂𝗲𝗿𝘁𝗼𝘀 𝗽𝗼𝗿 𝗹𝗮 𝘃𝗮𝗰𝘂𝗻𝗮.
– 𝗣𝗮𝘀𝗮𝗽𝗼𝗿𝘁𝗲 𝗤𝗥 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗿 𝗽𝗮𝘀𝗲𝗮𝗿 𝗮𝗹𝗿𝗲𝗱𝗲𝗱𝗼𝗿 𝗱𝗲 𝘁𝘂 𝗰𝗮𝘀𝗮.
– 𝗩𝗮𝗰𝘂𝗻𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝗳𝗼𝗿𝘇𝗼𝘀𝗮 𝗮 “𝗱𝗶𝘀𝗶𝗱𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗮𝗻𝘁𝗶𝘃𝗮𝗰𝘂𝗻𝗮𝘀”.
– 𝗖𝗼𝗻𝗳𝗶𝗻𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗼𝗺𝗶𝗰𝗶𝗹𝗶𝗮𝗿𝗶𝗼 𝗵𝗮𝘀𝘁𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲 𝘃𝗮𝗰𝘂𝗻𝗲 𝗲𝗹 𝟴𝟬%.
– 𝗟𝗼𝘀 𝗿𝗲𝘀𝗶𝗱𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗻𝗼 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲𝗻 𝘀𝗮𝗹𝗶𝗿 𝗱𝗲𝗹 𝗽𝗮í𝘀.

 

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