ALICANTE.- Con casi dos millones de habitantes, la provincia de Alicante es la cuarta más poblada de España, solo por detrás de Madrid, Barcelona y Valencia. Asimismo, ocupa la quinta posición en el ranking de PIB provincial, por detrás de las tres anteriormente citadas y Sevilla.
Alicante se caracteriza por una elevada densidad de empresas, dedicadas principalmente al sector servicios (67% del total de la actividad) e industrial (20%). También, aunque en menor medida, a la construcción (8%) y el sector primario (5%).
A cierre de 2023, la provincia cuenta con un parque de 136.754 empresas, de las cuales 92.164 son micro empresas. Estas representan una porción muy significativa del tejido empresarial alicantino, por el elevado peso del sector servicios - en las que predominan las ligadas a la actividad turística.
Estas micro empresas son esenciales para el desarrollo de la economía local y la generación de empleo, pero suponen un hándicap a la hora de competir en el exterior.
Su limitado tamaño las hace vulnerables financieramente y restringe su capacidad de inversión, profesionalización, innovación. En definitiva, se limita su generación de caja, crecimiento y expansión en el largo plazo.
Primeramente, hay que destacar que se ha segmentado las empresas que facturan más de 1 millón de euros.
Ante este predominio de las empresas de reducido tamaño, una estrategia ganadora consiste en el crecimiento inorgánico; es decir, la concentración de estas por la vía de las transacciones, fusiones y adquisiciones, formando empresas de mayor tamaño, que generen economías de escala y puedan competir en el exterior.
A nivel europeo, España es el país con mayor proporción de PYMES, seguido muy de cerca por Italia y Portugal. Su reducido tamaño y la elevada atomización del tejido empresarial dificulta que puedan alcanzar niveles de productividad y rentabilidad competitivos.
Desde la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) sugieren que, elevar el tamaño promedio de las empresas españolas al nivel europeo podría aumentar el PIB en un 5% y reducir la tasa de paro en cinco puntos porcentuales, además de incrementar la recaudación fiscal y reducir la deuda pública.
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