Me estoy refiendo a la buena: John Frankenheimer (1962). Continuamos con Herr Wolfgang Schäubel y sus planteamientos. Pienso que lo que quiere decir que los PIIGS tengan que pagar cada vez más para que les compren su deuda (eso, y no otra cosa significa ‘el incremento de la prima de riesgo’, aunque se sepa no debe olvidarse) es que los posibles compradores de más deuda de los PIIGS / aquellos que ya tienen deuda de los PIIGS, no están convencidos de que puedan pagar lo que deben.
‘Lo que deben’, ¿qué significa?, porque, claro, ‘lo que se debe’ no es sólo lo que debe el Estado, o los entes regionales, o los ayuntamientos, es decir, lo que puede denominarse deuda pública, ‘lo que se debe’ es la deuda total: España: cuatro billones. De hecho, cavilo: si la deuda pública española no es elevada: menos del 70% del PIB y España tiene los problemas de credibilidad que tiene, ¿no será que esos mercados y esos inversores se están fijando en otras cosas además de en la deuda pública?, ¿no será que el temor reside en las dudas de que España pueda atender su deuda total?; el Estado, sí, las regiones y ayuntamientos, claro, pero, y sobre todo, las empresas no financieras y las financieras, y, más lejos, las familias.
En mi opinión, subrayo: en mi opinión, lo que sucede con Irlanda (relean lo que sobre Irlanda escribí el 28.09.2004) es que, pura y simplemente, a quienes Irlanda les debe dudan muchísimo que Irlanda les pueda pagar, ¿por qué lo dudan?, pues porque esas/os quienes ven lo que detrás de Irlanda hay, es decir, ven la capacidad que Irlanda tiene para generar pasta con la que pagar, y lo que ven no les gusta nada de nada.
Con Grecia pasó algo parecido, pero Grecia fue rescatada. Lo que ven en Portugal tampoco les gusta, pero Portugal es candidato a ser rescatado como todo apunta a que será Irlanda (ya, la pregunta entonces es: ¿pagarán los rescatadores?. Y en España, se estarán preguntando, ¿les gusta lo que ven?; pienso que no, que no les gusta nada, el problema estriba en que España, por su tamaño, es irrescatable.
En este contexto alcanzan todo su significado las palabras del Ministro de Finanzas de la RFA. Suponiendo que algún país de la UE no va a poder pagar lo que debe, ese país será monitorizado, su deuda estudiada, y su política económica ‘readaptada’ a fin de acoplarla a las posibilidades de pago del país; y, ¿qué deuda será contemplada?, pienso que toda la deuda, lo que significa entrar en toda la deuda pública y en la no-pública, y continúo pensando que deuda no-pública será estatalizada.
Luego vendrán las quitas: lo que ese país es imposible que pague aunque su población se muera de hambre. ‘Eso recuerda al Consenso de Washington’, dice el del fondo, pienso que no, al Consenso le importaba un rábano lo que sucediese en un país endeudado, ahora sí importa: no deben haber disturbios, ni altercados.
En esta línea de la credibilidad van las medidas del Gobierno de The UK, la última: que pueda perder el subsidio de desempleo quien rechace una oferta de empleo realizada por los servicios públicos de ocupación, lo que tiene dos efectos: 1) la población ocupada aguantará más lo que le echen a fin de no ser despedida y tener que aceptar el empleo que le ofrezcan, y 2) tareas que hoy no son hechas debido a que el Sector Público no tiene fondos serán realizadas, tareas que precisen poquísimos medios materiales y mucho factor trabajo, claro; se harán porque saldrán ‘gratis’: su coste será el del subsidio de paro.
De rebote se conseguirá otra cosa: adelgazar las estadísticas de desempleo: alguien que esté recogiendo hojas en Hyde Park, por ejemplo, puede tener un doctorado en matemática transfinita, por lo que estará supersubempleado, pero como no estará parado … Y el Gobierno sigue firme en su postura: http://www.bloomberg.com/news/2010-11-10/osborne-rejects-imf-call-to-revise-spending-cuts-if-u-k-growth-falters.html. Y habrá más paro, y más pobreza, ya.
La situación hacia la que, cada vez más, estamos evolucionando -todos- es hacia la del saneamiento. ‘Reducción del déficit’, dice el del fondo, no, sa-ne-a-mien-to: eliminación de lo no necesario y (esta vez sin ‘o’) reaprovechamiento de lo que se pueda. Es lo de The UK, si, pero también es lo propuesto por Frau Merkel: que quienes son acreedores deberán apechugar con parte del coste del saneamiento. ‘¿Y quiénes no puedan soportar esa quita?’, vuelve a intervenir el del fondo, pues eso significará que esos quienes no se hallan saneados, significará que sus planes de negocio se basaban en futuribles inconsistentes, querrá decir que son palos que no pueden aguantar la vela de que les toca aguantar.
Ya, lo que dijo en 1937 Ms. Robinson: “Si no existiese ningún sistema regular de subsidios de paro -o de ayuda a los pobres que sea preferible al suicidio-, un hombre que se quede sin trabajo debe ganarse la vida como sea. (...) Por lo tanto, salvo en condiciones peculiares, una caída de la demanda efectiva que reduce, a su vez, la oferta de empleo en las industrias establecidas, no conducirá al desempleo en el sentido de la inactividad total, sino que obligará a los desempleados a llevar a cabo diversas actividades: vender cerillas en el Strand, cortar leña en el bosque, cultivar patatas en sus huertos particulares (...), es natural calificar estos empleos inferiores como el desempleo encubierto”. Pero aquello era otra crisis sistémica, muy semejante a esta, pero con un muy distinto final.
Y el crash: la admisión de que es imposible salir de donde se está utilizando las herramientas que se han estado utilizando, el fracaso de los planes de estímulo, de rescate, de ayuda, la imposibilidad de sanear un sistema financiero ya que ello comportaría el derrumbe que se quiere evitar, la expulsión de ciudadanas/os de Rumanía decretada en Francia por innecesarios, la guerra de divisas que está larvando la siguiente oleada proteccionista, el escenario que ha dado lugar al presupuesto británico del 2011, lo que lentamente se ha ido, se va adelantando: “‘La OCDE no sitúa la recuperación en 2011, sino que prevé “hasta 2015 o 2017, un futuro mediocre de bajo crecimiento, alto desempleo y alto déficit”’ (http://www.elpais.com/articulo/economia/OCDE/descarta/cualquier/probabilidad/Espana/pague/deudas/elpepueco/20101004elpepueco_9/Tes, 04/10/2010). Eso ha sido el crash, un crash con sordina, amortiguado por el 30% del PIB que, de una u otra forma se ha estado inyectando en las economías desarrolladas. Y del crash, a la caída.
Y ya empieza a oírse la palabra pánico. Si, se oye, pero pienso que el hecho de que se tenga que intervenir a Irlanda no genera pánico, pienso que el pánico se desataría al ver tumultos ante las oficinas de un bando irlandés, por seguir con Irlanda, y eso, sigo pensando, va a ser evitado a toda costa.
(*) Santiago Niño-Becerra es catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
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