ALICANTE.- Cuando comenzaba a arreciar la tormenta sobre Caja Mediterráneo (CAM), tras la ruptura de la «fusión fría» que había pactado con Cajastur, la entidad financiera con sede en Alicante declaró, en el primer trimestre de 2011, unos beneficios de 39,8 millones de euros.
Un balance que no hacía presagiar que, apenas tres meses después, el Banco de España intervendría la caja y destituiría a los miembros de su consejo de administración, para sanear sus cuentas y evitar su quiebra.Una vez los nuevos administradores designados por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) tomaron las riendas de la entidad, desvelaron que durante el primer semestre del año CAM había perdido 1.136 millones de euros.
¿Cómo pudo pasar Caja Mediterráneo de ganar 39,8 millones a perder más de 1.100 en apenas tres meses? La respuesta puede estar en la decisión del FROB de despedir a la hasta ahora directora general de la caja, María Dolores Amorós, bajo la acusación de falsear las cuentas y actuar en beneficio propio.
Una acusación que la propia Amorós ha negado categóricamente.
Lo cierto es que, según han confirmado a 'Abc' fuentes de la entidad, las cuentas del primer trimestre cuya validez pone en duda ahora el Banco de España no habían sido avaladas por la empresa auditora que habitualmente fiscaliza el balance de la entidad. Dicha firma se encarga de auditar las cuentas anuales de la CAM, pero no los resultados que da a conocer trimestralmente a la CNMV.
Los miembros del consejo de administración de Caja Mediterráneo y los altos directivos de la entidad se repartieron en 2010 más de 4,5 millones de euros en sueldos y dietas. Del total, el grueso de las remuneraciones se refiere al sueldo del personal de dirección y los consejeros en su calidad de directivos: casi 2,87 millones de euros.
Mientras, las nuevas exigencias de capital a los bancos por parte de la Unión Europea y las elecciones generales del 20-N complican aún más la subasta de la entidad, inicialmente prevista para final de octubre. Las ofertas de Santander, BBVA, CaixaBank y Banco Sabadell han sido escogidas como las mejores por el FROB. Sin embargo, ninguna ha accedido a la auditoria de la caja para conocer el estado de sus cuentas y poder presentar oferta en firme.
Insultos tras el pelotazo
Los responsables de Caja Mediterráneo (CAM) antes de la intervención, el expresidente del consejo de administración, Modesto Crespo, y el exdirector general, Roberto López Abad, afrontan de manera diferente su vida tras desvincularse de la entidad. Pero en su actual rutina hay una constante que les mantiene en alerta: el creciente cabreo de sus convecinos, que los consideran responsables directos del saqueo de la caja, recuerda hoy 'El País'.
Crespo reparte su tiempo entre su negocio de automoción en Elche y la presidencia del Patronato del Misteri d'Elx. Este emblemático cargo es el único que conserva, después de una década en la que escaló hasta la cúspide empresarial y financiera de la provincia de la mano del expresidente de la Generalitat, Francisco Camps.
El tiempo libre lo ocupa en las partidas de dominó en un club social de Santa Pola. Tanto en la presidencia del Misteri como en ese club social ya lo miran de reojo.
López Abad, tras embolsarse los 5,8 millones de indemnización, se dedica exclusivamente a su familia. Los hábitos laborales han dado paso a la rutina doméstica. Es habitual verlo a primeras horas de la mañana, vestido con ropa deportiva, comprando el pan y el periódico.
Pero la vuelta al anonimato de López Abad no es un remanso de paz. Ya ha experimentado en carne propia el calado social del lamentable estado al que abocó la CAM: un grupo de extrabajadores de la CAM insultó al exdirectivo en un club de tenis.
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