sábado, 11 de agosto de 2007

Camps ultima una revolución en la lista de las generales para apartar a los afines a Zaplana

VALENCIA.- Las candidaturas que el PP valenciano presentará en las elecciones generales previstas para el próximo mes de enero se parecerán muy poco, o prácticamente nada, a las que en 2004 obtuvieron una victoria (en la Comunidad Valenciana) más o menos apurada sobre los socialistas valencianos.

Las circunstancias, es cierto, son muy distintas. En la cita electoral del 14-M , sólo tres días después de los atentados en Madrid, Eduardo Zaplana ya no era el presidente de la Generalitat. Pero sin duda lideraba el partido. De modo que, en la medida que pudo –y era mucho– situó a su equipo de confianza en los puestos de salida. Algunos nombres y apellidos ilustres de lo que se ha venido denominando como “zaplanismo” dirigió sus paso hacia la capital de España. Macarena Montesinos, Fernando Castelló, Miguel Barrachina o Susana Camarero, abandonaron responsabilidades en la política valenciana para dar el salto al Congreso.

Las cosas ahora han cambiado bastante. Tras la victoria del 27-M, el poder de Francisco Camps en el partido es absoluto –lo era muchos meses antes, pero ahora cuenta además con el incontestable refrendo de las urnas–. Y eso le permite hacer un equipo propio. El objetivo es consolidar un bloque de diputados que no sólo trabaje de forma coordinada con el Consell, sino que además haga explícito el poder del líder del PP valenciano en la capital.

¿Y quiénes son los nombres? La definición de los candidatos a formar parte de esas listas va íntimamente unida a la identificación de las bajas. En el caso de la circunscripción de Valencia, se dan por seguros los relevos en cuatro de los ocho primeros puestos (los elegidos en la última convocatoria, aunque se da por seguro un noveno y se aspira al décimo).

Relevos
Los nombres que no seguirán son Eduardo Zaplana –al que se sitúa en la lista de Madrid– Mª Ángeles Ramón-Llin (ahora concejala del Ayuntamiento de Valencia), Susana Camarero y Joaquín Calomarde (ahora en el grupo mixto). A esos nombres se pueden unir los de Susi Oltra y Vicente Martínez Pujalte, aunque la labor del portavoz de Economía es muy apreciada en Madrid.

¿ Y las caras nuevas? Las quinielas sitúan como principales aspirantes a formar parte de la lista al portavoz parlamentario Esteban González Pons; a la alcaldesa de Valencia Rita Barberá y al diputado provincial Vicente Ferrer. Con todo, algunos dirigentes populares muestran sus dudas respecto a las posibilidades de que los dos primeros formen parte de esa lista. También se da por segura la continuidad de José María Michavila.

Por la circunscripción de Alicante, los cambios serán menores. De los seis diputados elegidos en 2004 –los populares confían en alcanzar el séptimo– cuatro tienen ciertas opciones de continuar. El número uno de la candidatura será para un inamovible Federico Trillo. Por detrás de él se da por seguros a Enriqueta Seller, Iñigo Herrera y Miguel Campoy (éste último, de su máxima confianza). A Francisco Murcia se le sitúa fuera de la candidatura. Y sobre el nombre que más dudas existen es sobre Macarena Montesinos. La portavoz popular en la comisión mixta de RTVE ha dado muestras de su brillantez como parlamentaria. Y esa circunstancia podría salvarla.

En Castellón, donde el PP se juega tres escaños –los que ha obtenido tradicionalmente– la incógnita tiene que ver con Juan Costa. Si el coordinador nacional del programa electoral de los populares decide reincorporarse definitivamente a la actividad política y estar presente en el debate parlamentario, ocupará el número uno por esa circunscripción.

De ser así, Costa desplazaría al actual portavoz de Industria, Fernando Castelló, que no tiene imposible pero sí muy difícil repetir como diputado en el Congreso. Por detrás de Costa podría figurar Miguel Barrachina. El diputado nacido en Segorbe suma a su brillantez como parlamentario su buena relación con la secretaria ejecutiva de Política Social del PP, Ana Pastor.

Aunque los cambios que Camps puede realizar en las listas de los populares valencianos para las generales son significativos, algunas fuentes del partido subrayan que la composición del grupo parlamentario del Congreso preocupa bastante menos al presidente del partido que la composición de las candidaturas autonómicas. Por eso, la exigencia de realizar cambios es menor. De esta forma, la actitud que mantendrá el líder del PP valenciano estará mucho más relacionada con lo que le interese a Mariano Rajoy que con sus propias intenciones.
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